CRIMINOLOGÍA | INTRODUCCIÓN A LA CRIMINALÍSTICA






Entendida la Criminalística como la ciencia natural y penal que mediante la aplicación de conocimientos, metodologías y tecnología al estudio de evidencias tanto en el lugar de los hechos presuntamente delictuosos, como en el laboratorio especializado de criminalística, constituye una herramienta en el análisis del fenómeno delincuencial que ofrece múltiples ventajas para la procuración y administración de justicia. Lo anterior no solo es dable para los expertos o peritos en criminalística, ministerios públicos, jueces y policía judicial, sino que el abogado postulante debe tener conocimientos firmes de la ciencia criminalística para poder tener un desempeño profesional que le permita abordar la criminalidad con estudios técnicos especializados que además de garantizarle una adecuada función como postulante,
le ofrezca la oportunidad de profundizar en ésta rama del conocimiento científico caracterizada por la multidisciplinariedad de sus ramas y enfoques de análisis.


Introducción a la Criminalística
La criminalística es la disciplina es una disciplina que se encuentra dentro de la llamada enciclopedia jurídico penal y que se
caracteriza por la aplicación de fundamentos de conocimientos, métodos específicos y técnicas de investigación de tres ciencias naturales básicas, a saber, la química, la física y la biología para el examen de material sensible significativo relacionado con algún presunto hecho delictuoso con el propósito de determinar, en auxilio de los órganos encargados de la procuración y administración de justicia, su existencia, su reconstrucción o hacer el señalamiento o precisión de la intervención del o los agentes y sujetos causantes del hecho. De esta manera puede considerarse a la criminalística como un verdadero cúmulo y aplicación de técnicas especializadas tendientes a la búsqueda de los mecanismos y factores de producción de hechos considerados como delitos. Cabe distinguir que como se ha señalado en líneas anteriores, se ha confundido a la Criminalística con la Criminología, lo cual no hace sino demostrar ignorancia de quienes utilizan indistintamente un término por otro, por ello es fundamental la precisión de una definición, objeto y métodos propios de la criminalística. En este sentido ha de quedar perfectamente establecido que la criminalística es una disciplina que reúne las ciencias y conocimientos humanos para descubrir el cómo, cuándo, dónde, con qué y para qué de un crimen, para identificar y descubrir al presunto criminal, así como para poder explicar y reconstruir el crimen. La utilización de la criminalística es indispensable para la investigación de hechos presumiblemente delictivos a efecto de lograr una eficiente procuración y administración de justicia, por esta razón es que ésta área del conocimiento humano debe ser conocida y aplicada por todos los funcionarios que realicen tareas relacionadas con la justicia, de manera primordial los agentes policiales, peritos, Ministerio Público, Jueces, magistrados y, desde luego abogados postulantes.

Criminalística como ciencia.
Entendida la criminalística como el área de conocimientos necesaria en la investigación de hechos presuntamente delictuosos, cabe hacer la aclaración si se trata de una disciplina o bien de una ciencia. Lo anterior obedece a que diversos tratadistas lo abordan de una u otra manera, sin embargo, es necesario dejar acotado si en verdad posee los lineamientos para considerarse como una ciencia. Desde los inicios de la aplicación criminalística para la solución de casos relacionados con crímenes, ha quedado de manifiesto su importancia, la cual adquiere mayor relevancia en la solución de los casos o asuntos penales –ya sea a nivel ministerial o como causa penal- de mayor complejidad que se llegan a presentar, y de acuerdo a sus características, se han resuelto técnicamente por medio de la criminalística, la cual brinda elementos de prueba y convicción a los peritos en Derecho que se encargan de la procuración o administración de justicia penal. Ahora bien, la investigación criminalística, funda sus tareas y actividades profesionales en el estudio sistemático y sintético de las evidencias materiales, haciendo hincapié en la metodología y la claridad de sus resultados para que el lego o empírico en la materia no confunda sus argumentos y tenga fiabilidad de argumentar en base a los razonamientos científicos que se le presentan. En este sentido y a partir de la evolución científica de las ciencias de las cuáles se basa la criminalística para se desarrollo y estudio concreto de los casos que se someten a su criterio, se puede establecer que actualmente la criminalística es una ciencia penal natural que a través de la aplicación de sus conocimientos, metodología y tecnología al estudio de las evidencias materiales, logra descubrir y verificar científicamente la existencia de un hecho presuntamente delictivo, así como al o los probables responsables de los hechos, logrando aportar los medios de prueba necesarios e idóneos para que los órganos encargados de la procuración y administración de justicia logren su cometido. Así pues la criminalística se puede aplicar en el auxilio de cualquier rama del Derecho en general o bien de otras ciencias penales o forenses, sin olvidar que actualmente es muy patente su aplicación en el auxilio de problemas en instituciones tanto de carácter público como gubernamental, que han demostrado interés y la necesidad técnica de investigar conductas diversas tales como fraudes, abusos de confianza, daños, robos, falsificación de documentos, por mencionar algunas de las aplicaciones prácticas de la criminalística fuera de la procuración y administración de justicia y, que demuestra que la criminalística coadyuva con la aplicación de su metodología y tecnología para lograr esclarecer las cuestiones que se presentan ante un caso o hecho concreto. Por lo anterior puede decirse que la criminalística, dada su estructura científica y su consideración en la Enciclopedia de Ciencias Penales, es una ciencia penal que se ocupa de manera técnica de la investigación de los crímenes, cuyas actividades se realizan sobre objetivos materiales y con la aplicación de metodología científica.

Raíz etimológica de la Criminalística y su definición.
La etimología de la palabra Criminalística, deriva de los vocablos latinos crimen, inis, que quiere decir o se refiere a un delito grave. Así mismo el vocablo ista, del griego itons, da origen a las palabras que indican actitud, ocupación, oficio, hábito, como optimista protagonista, ocultista, alpinista, entre otras acepciones e ica, también del griego ixn, forma femenina de los adjetivos acabados ixos, ixn, ixov, la cual lleva siempre sobreentendido el sustantivo réxvn: arte, ciencia, con el que se concuerda en género, número y caso, lo cual significa lo relativo a, lo perteneciente a, la ciencia de. De manera más concreta, aunque con posibles salvedades, la raíz etimológica de la palabra Criminalística, “deriva de los vocablos grecolatinos de: CRIMEN, INS = CRIMEN, ISTA = Ocupación, Oficio e ICA = LA CIENCIA DE. A saber, la Criminalística sería en estos términos, la ciencia que se ocupa del crimen, y como ciencia natural multidisciplinaria resume sus conocimientos a través de las disciplinas científicas que la constituyen, para alcanzar en la práctica un objetivo común: Investigar técnica y científicamente hechos presuntamente delictuosos, identificar a sus autores, víctimas y demás involucrados, señalar los instrumentos utilizados y sus manifestaciones, reconstruir las maniobras que pusieron en juego y aportar los elementos de prueba a los órganos que procuran y administran justicia”. De esta manera entendida la criminalística, existen diversos tratadistas y estudiosos de esta ciencia que han aportado a la Enciclopedia de las Ciencias Penales, diversas definiciones de Criminalística, a partir de  sus particulares puntos de vista o enfoques con los cuales abordan la misma, a continuación se exponen las principales definiciones de la Criminalística, para efecto de comprenderla integralmente, se norme un criterio y se reflexione sobre el carácter científico de la criminalística. Moreno González, con el que concuerda un gran número de especialistas mexicanos, define la Criminalística como la disciplina que aplica fundamentalmente los conocimientos, métodos y técnicas de investigación de las ciencias naturales en el examen del material sensible significativo relacionado con un presunto hecho delictuoso con el fin de determinar, en auxilio de los órganos encargados de administrar justicia, su existencia, o bien reconstruirlo, o bien señalar y precisar la intervención de uno o varios sujetos en el mismo. A su vez Rodríguez Manzanera define a la Criminalística como el conjunto de conocimientos aplicables a la búsqueda, descubrimiento y verificación científica de un delito en particular y del presunto responsable de éste. Por su parte, Alfonso Quiroz Cuarón la definía en términos de que la Criminalística es la disciplina auxiliar del Derecho Penal que se ocupa del descubrimiento y verificación científica del delito y del delincuente. Sodi Pallares, Palacio Bermúdez y Gutierre Tibón sostienen que el fin de la Criminalística consiste en el descubrimiento del delito, del delincuente y de la víctima a quién perjudicó el delito, agregando que la criminalística es una disciplina explicativa y formalística, constituida por un conjunto sistematizado de diversas disciplinas naturales y que tiene por objeto el descubrimiento y verificación del delito, desde luego que es una disciplina auxiliar, pero que comprueba el delito y estudia al delincuente en forma científica. En sentido amplia Dimas Oliveros Sifontes define a la Criminalística como el conjunto de procedimientos aplicables a la búsqueda y el estudio material del crimen para llegar a su prueba. Por último, una definición contemporánea en concordancia con Montiel Sosa, sería que la Criminalística es una ciencia penal natural que mediante la aplicación de sus conocimientos, metodología y tecnología al estudio de las evidencias materiales, descubre y verifica científicamente la existencia de un hecho presuntamente delictuoso y al o a los presuntos responsables aportando las pruebas a los órganos que procuran y administran justicia.

Objeto, método y fin de la Criminalística.
A partir de la definición de Criminalística es factible deducir el objeto de estudio u objetivo de la misma, que es el estudio de las evidencias materiales o indicios que se utilizan y que se producen en la comisión de hechos. Dicho estudio de las evidencias materiales en la investigación criminalística, tanto en el campo de los hechos como en el laboratorio, conllevan a un objeto general circunscrito a diversas tareas básicas, dentro de las que se incluyen: Investigar técnicamente y demostrar científicamente, la existencia de un hecho en particular probablemente delictuoso. Determinar los fenómenos y reconstruir el mecanismo del hecho, señalando los instrumentos u objetos de ejecución, sus manifestaciones y las maniobras que se pusieron en juego para realizarlo. Aportar evidencias o coordinar técnicas o sistemas para la identificación de la víctima, si ésta existe. Aportar evidencias para la identificación del o los presuntos autores y coautores, y, aportar las pruebas materiales con estudios técnicos y científicos para probar el grado de participación del o de los presuntos autores y demás involucrados. En la investigación de los delitos como una aproximación contemporánea de abordaje, los expertos criminalistas actualmente en concordancia con las necesidades científicas y los trabajos realizados en sus diferentes disciplinas, buscan aplicar la metodología más conveniente y sistemática con base en sus experiencias y conocimientos, y siempre de acuerdo con la problemática a la que se tienen que enfrentar. En criminalística, cuando se tiene un problema por resolver, generalmente se requerirá separarlo en sus partes integrantes con el objeto de estudiarlo mejor y poder conocer sus causas de producción. Cuando el criminalista o investigador de los hechos se confunde, si se trata de operaciones intelectuales se integran de nuevo las partes del todo separado con objeto de volver a procesarlos analíticamente y, ahí es en donde radica la enorme ventaja del análisis y de la síntesis, que estudia la lógica en operaciones intelectuales, no materiales, toda vez que las operaciones materiales son de descomposición y recomposición. A su vez el método científico empleado en criminalística, utiliza en su proceso de investigación la descomposición del análisis y la recomposición de la síntesis, ya sean operaciones intelectuales o materiales, según sea el caso que se aborde por la criminalística. El análisis material que separa los componentes para estudiarlos, puede estimarse auxiliar del análisis intelectual, en el que se consideran todas las partes por separado, las estudia y descubre así la verdad de fenómenos, hechos o cosas. En este sentido, tanto el análisis como la síntesis son estudiadas desde el punto de vista empírico y racional y siempre complementados el primero con el segundo, ya que se puede inclusive considerar que el conocimiento científico es la síntesis de muchos conocimientos anteriores, con intervención del análisis y, esto es lo característico del método en Criminalística. La criminalística a través de sus expertos y en cumplimiento de su objeto, generalmente tiene como fin o finalidad una tríada de actividades, consistentes en brindar auxilio y asesoría inmediatos en el lugar de los hechos, tanto a la policía ministerial o judicial, como al Ministerio Público investigador, a efecto de tomar nuevas decisiones de acción para la consecución de las investigaciones y el esclarecimiento de los hechos. Así mismo se emiten dictámenes periciales respecto de cualquiera de sus disciplinas científicas de estudio, con el fin de auxiliar a los órganos investigador y jurisdiccional, atendiendo a que sus elementos pueden ser de utilidad para la determinación del ejercicio o no de la acción penal o para la emisión de resoluciones judiciales. Por último, se brindan opiniones periciales sobre casos concretos de estudio mediante la participación en diligencias ministeriales y judiciales tales como inspecciones, reconstrucción de hechos, juntas de peritos o intervención de éstos como terceros en discordia. No obstante lo anterior, cabe dejar aclarado que la criminalística no es competente para tipificar figuras delictivas o señalar responsabilidades o penalidades, sino solamente investigar materialmente los hechos y brindar elementos de prueba y convicción para el esclarecimiento y conocimiento de los hechos presuntamente delictuosos. Por esto, los conocimientos, metodología y tecnología que brinda esta ciencia natural multidisciplinaria, previo aprendizaje, estudio y práctica constante para la adquisición de experiencia, resultan de gran utilidad al personal técnico que investiga de una forma u otra las conductas delictivas, con el objeto de reconocer, desde el inicio de la investigación o de las pesquisas de los hechos, los fenómenos de producción y poder en ese sentido, tomar las decisiones tendientes a la consecución de las investigaciones para lograr el eficaz desarrollo de las actividades y acciones tendientes a obtener óptimos resultados y el éxito deseado en el esclarecimiento de los crímenes.

Ciencias que dan fundamento a la Criminalística.
La Enciclopedia de Ciencias Penales, sostiene que la Criminalística se puede y debe ubicar dentro del grupo de las ciencias de la investigación o pesquisas junto con la actividad de la policía judicial científica o policiología. Sin embargo, también es posible precisar las diversas ciencias que fundamentan o integran a la Criminalística en el marco de las ciencias criminológicas. Dentro de las ciencias criminológicas que incluyen a la criminología general, se incluyen a la antropología criminológica, la biología criminológica, la psicología criminológica, la sociología criminológica, la criminalística, la penología y la victimología. En el marco enciclopédico de las ciencias penales, se consideran como ciencias auxiliares a la medicina forense, la criminalística, la psiquiatría forense y la criminología, aunque hay que señalar que anteriormente se incluía a la criminología, la psiquiatría forense, la toxicología y la criminalística dentro del marco de la medicina forense, no obstante el gran avance científico de cada una de estas disciplinas, tendió a incrementar el contenido y alcance de sus conocimientos, ampliando su campo de acción, llevando por lógica consecuencia a la separación en diversas áreas del conocimiento forense. A saber, actualmente estas disciplinas se aplican en la investigación de los delitos y el tratamiento de delincuentes de manera independiente, aplicando sus propios métodos, técnicas y conocimientos, aunque sin dejar de pertenecer al marco de las ciencias penales. La criminalística al ser una ciencia de investigación criminal, cuyo objeto de estudio es el estudio de los indicios o evidencias materiales que se utilizan y se producen en la comisión de hechos presuntamente delictuosos, ha sido considerada por algunos renombrados criminalistas como la ciencia del pequeño detalle, en atención a que en el momento menos pensado, con el análisis criminalístico del más insignificante de los indicios puede encontrarse una respuesta clara a las investigaciones criminales, claro está aplicando todas y cada una de las disciplinas o ciencias que conforman la criminalística. En todo caso las ciencias en las que se fundamenta y es producto la criminalística son fundamentalmente las tres ciencias naturales mencionadas en líneas superiores, a saber, la química, la física y la biología, aplicando permanentemente las técnicas y procedimientos específicos para el análisis identificativo, cuantitativo, cualitativo y comparativo de las evidencias físicas que se utilizan y que se producen en la comisión de hechos presuntamente delictuosos.

Ramas que constituyen a la Criminalística.
Mediante la aportación de métodos, técnicas y procedimientos, la criminalística a lo largo de los años ha formado las diversas disciplinas que se han ordenado y que le constituyen de manera científica, brindándole trascendencia intelectual, nutriéndola con la adquisición y utilización de nuevos conocimientos y técnicas para realizar su práctica, en primera instancia en el mismo lugar de los hechos y después en el laboratorio de criminalística especializado. En este sentido, al hacer referencia a la criminalística, habrá de incluirse a todas y cada una de las disciplinas o ramas del conocimiento que abarca y que la han construido y consolidado de manera general, así, se incluyen dentro de las ramas o disciplinas que forman parte de la criminalística general, a las siguientes:
a. Criminalística de campo.
b. Balística forense.
c. Documentoscopía.
d. Explosivos e incendios.
e. Fotografía forense.
f. Hechos de tránsito terrestre.
g. Sistemas de identificación.
h. Técnicas forenses de laboratorio (Química, Física y Biología)

Fundamento legal y jurídico de la Criminalística.
Como se ha sostenido la criminalística se ubica en la Enciclopedia de las Ciencias Penales, como la ciencia que mediante la aplicación de conocimientos busca el esclarecimiento de hechos presuntamente delictuosos y que sirvan para la procuración y administración de justicia –generalmente, aunque no de manera absoluta, la justicia penal-. De aquí que pueda establecerse como fundamento legal de la criminología, desde luego al Derecho Penal tanto sustantivo, como predominantemente adjetivo, que desde luego tiene origen en el contenido normativo de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, específicamente en los preceptos constitucionales que consagran las garantías individuales y que regulan el Derecho Público interno en materia Penal. De manera específica, a través de las garantías de legalidad y de seguridad jurídica que revisten a los juicios del orden criminal, es que se fundamenta claramente la función investigadora e instructora que ha de ser auxiliada tanto por las policías (de conformidad con las recientes reformas constitucionales en materia judicial de 2008), como desde luego por los órganos especializados que ayuden a la investigación y esclarecimiento de los hechos delictuosos, tales como la criminalística. Ahora bien, específicamente se establece el fundamento legal de la criminalística, en lo previsto al efecto en los artículos 14, 16, 20 y 21 de la Carta Magna, en relación con los artículos 1° fracciones I, II, III, VI, VII, 2 fracción II, 3, 113, 123, 130, 168 a 173, 176, 179 a 181, 185 a 187, 206, 208, 209, 211 a 219, 220 a 239, 285, 286, 288, 289 y demás relativos del Código Federal de Procedimientos Penales, así como los artículos concordantes en las diversas legislaciones adjetivas penales del país. Nada más importante que establecer el fundamento de la naturaleza jurídica de la criminalística como uno de los principales medios idóneos para la investigación y esclarecimiento de los hechos presuntamente delictuosos, atendiendo a que mediante el análisis científico de los hechos criminales, es posible que se tenga mayores y mejores elementos de convicción, tanto en la etapa administrativa de la averiguación previa como en la jurisdiccional de la causa penal, para la actualización de la función punitiva del Estado con la cual es factible el tratamiento del fenómeno delincuencial, pero además, cabe destacar que en el marco del Derecho Penal Ejecutivo, las ciencias criminológicas y, específicamente la criminalística juega un papel de vital importancia en la readaptación de los delincuentes.

Tipos de Prueba.
En el Derecho existen diversos medios probatorios que son reconocidos legalmente como formas a través de las cuales y luego de su valoración jurídica, aportan elementos de convicción al ánimo del juzgador para la emisión de una resolución acerca del asunto del que conoce. En materia de Derecho Penal, las pruebas constituyen un elemento indispensable para la acreditación del cuerpo del delito y la probable responsabilidad del autor del hecho que la ley señala como delito y su consecuente sanción impuesta por el Estado. En este orden de ideas, tenemos pues que el análisis y valoración de las pruebas que se lleva a cabo tanto en la averiguación previa como en la causa penal respecto de los delitos, constituyen un aspecto toral que debe ser plenamente reconocido en su magnitud por los estudiantes y estudiosos del Derecho en general y penal en particular. Así pues se tienen previstas en la legislación adjetiva penal, diversos medios de prueba, los cuales revisten suma importancia de conformidad con lo que se pretenda acreditar y probar, y dentro de los diversos medios de prueba previstos en los Código de Procedimientos Penales, podemos destacar la importancia de las pruebas indiciarias para la acreditación del cuerpo del delito y la probable responsabilidad penal del delincuente. En el marco de la criminalística y los medios de prueba en el proceso penal, habrá que reconocer que los indicios deben considerarse principalmente el hecho fuente de prueba, pero también la relación lógica que existe entre aquel hecho y el que se pretende probar, que se conoce mediante una operación mental del sujeto que lo valora, es decir, el argumento probatorio que permite al primer hecho el carácter de prueba del segundo y, es por ello que se habla de argumentos o signos para hacer referencia a los indicios. Antes de analizar detalladamente a los indicios, como se hará en los puntos subsecuentes del presente trabajo, baste hacer mención de que un indicio puede ser cualquier hecho, material o humano, físico o psíquico, simple o compuesto, a saber, se le da al concepto de hecho el significado amplio que se utiliza para determinar en abstracto el objeto de las pruebas judiciales, siempre que de él sea posible obtener un argumento probatorio, fuerte o débil, pleno o incompleto, pero que en todo caso permita llegar al conocimiento de otro hecho que es objeto de prueba, mediante una operación lógico crítica. De ahí que a los indicios se les reconozca el carácter de medios de prueba. Los indicios son una prueba crítica o lógica e indirecta. No pueden ser una prueba histórica ni representativa del hecho indicado, porque de lo contrario su valor probatorio consistiría en esa representación y entonces si consistiera en un objeto o cosa representativa, se trataría de un documento, y si consistiera en una declaración sería un testimonio, una confesión o un peritaje. Ninguna prueba histórica puede ser indicio de un hecho, ya que si se trata de una prueba histórica plena de un hecho distinto del investigado, pero que sirve para inducirlo, aquel hecho es indicio de éste, pero no lo es la prueba del primero, a saber, el hecho narrado por el testigo, perito o parte, o referido en el documento, puede ser indicio de otro hecho, pero no el testimonio, la confesión o el dictamen. Así pues al lado de los indicios, debe existir siempre la prueba de los mismos a través de dictámenes emitidos por terceros expertos en la ciencia o arte de que se trate, específicamente en materia criminalística, los dictámenes emitidos por los peritos respecto de la investigación de determinados hechos relacionados con delitos, ayuda tanto a la actividad del ministerio público investigador en la integración de la averiguación previa, como al órgano jurisdiccional en sus actividades propias.

Definición de indicio desde el punto de vista de la Criminalística.
Desde el planteamiento de la Criminalística los indicios son el material que consiste en todo objeto, instrumento, huella, marca, rastro, señal o vestigio que se usa y se produce respectivamente en la comisión de un hecho, es decir, se trata de toda evidencia física que guarda estrecha relación con la comisión de un hecho presuntamente delictuoso, cuyo estudio proporciona las bases y criterios científicos para llevar a cabo bajo adecuados principios toda la investigación y lograr con ello la identificación del o los autores del hecho, las pruebas conducentes al esclarecimiento de la comisión del hecho y, en su caso, la reconstrucción del o los mecanismos de producción del hecho. La palabra “indicio” deviene de la locución latina indicium, que significa signo aparente y probable de que existe alguna cosa y así mismo se considera sinónimo de indicación, muestra o seña. Los indicios tradicionalmente se han relacionado con las ciencias penales y de manera específica con la investigación criminalística. A los indicios también se les identifica con los nombres de material sensible significativo, evidencias físicas o evidencia material. Pero en todo caso, baste decir que “los indicios son testigos mudos que no mienten”.

Métodos útiles para la localización de indicios.
Para la búsqueda e identificación de los indicios o material sensible significativo en el lugar de los hechos, deben adoptarse métodos específicos. Una reseña de los métodos de mayor utilidad, es proporcionada por Montiel en los siguientes términos:
1. En lugares abiertos se inicia la búsqueda dirigiendo la vista de la periferia al centro sin dejar inadvertida ningún área, en forma espiral hasta llegar al centro mismo del lugar de los hechos o viceversa.
2. En lugares cerrados se inicia la búsqueda dirigiendo la vista en forma paralela de muro a muro, o de la periferia al centro, comenzando por la entrada principal, después se sigue con los muros, muebles, escaleras y se concluye finalmente con el techo.
3. Se debe estar atento a cualquiera de los siguientes factores que siempre se presentan en la búsqueda y localización de evidencias:
a. La clase de hecho que se trata de esclarecer.
b. La intuición y capacidad de observación del investigador.
c. Saber distinguir y eliminar las huellas producidas por personas extrañas al hecho y que se presentaron en el escenario del suceso después de consumado éste.
d. Hacer constar no solamente las evidencias que se encontraron, sino también las que de acuerdo con la forma del hecho se suponía que deberían estar y no se encontraron.
e. Los indicios son instrumentos muy delicados de la verdad.
f. Los indicios se deben tratar con toda la tecnología y metodología vigentes disponibles para su protección, colección y estudio.

Clasificación de los indicios:
Existen diversas clasificaciones propuestas y utilizadas por diferentes escuelas criminalísticas, muchas de ellas rebasadas en la actualidad, por caracterizarse de simplistas o rebuscadas con inclusión de terminología muy especializada e incluso obsoleta, sin embargo, en la actualidad, suele emplearse de manera muy generalizada la clasificación de los indicios propuesta por Pierre – Fernand Ceccaldi y que ha sido adaptada o modificada para nuestro sistema jurídico penal nacional. Esta clasificación, divide a los indicios en: determinables e indeterminables, asociativos y no asociativos, frecuentes y otros indicios dependientes de su fuente. A continuación se desarrollaran sucintamente cada una de éstas divisiones de los indicios.

Determinantes e indeterminantes.
Los indicios determinantes son aquellos cuya naturaleza física no requiere de un análisis completo de su composición y estructuración para su identificación, sino sólo se necesita de un análisis minucioso, con cuidado y a simple vista o con auxilio de una lupa o lentes de aumento o estereoscopios. Asimismo estos indicios guardan una relación directa con la persona u objeto que los produjo, con lo cual permiten conocer y determinar su forma y naturaleza, tales como las balas, los casquillos, las armas de fuego, armas blancas, huellas dactilares o escrituras, por mencionar algunas. Por su parte los indicios indeterminantes son aquellos cuya naturaleza física requiere forzosamente de un estudio o análisis completo para lograr conocer su composición o estructura, toda vez que macroscópicamente no es posible definirlos, ya que generalmente consisten en sustancias naturales o de composición química, tales como pastillas desconocidas con o sin su envoltura, medicamentos sueltos, sedimentos en vasos o recipientes, manchas o huellas presumiblemente de sangre, vómito, orina, semen o cualquier otro -líquido corporal.

Asociativos y no asociativos.
Una vez seleccionados los indicios en el lugar de los hechos, pueden subdividirse en indicios asociativos y no asociativos. Los indicios asociativos, están estrechamente relacionados con el hecho que se investiga y, los indicios no asociativos, como su nombre lo señala, aunque se aprecian en el lugar de los hechos, no guardan ninguna relación con el hecho que se investiga.

Frecuentes.
Los indicios que son encontrados con mayor frecuencia en el lugar de los hechos y que usualmente se relacionan con delitos consumados incluyen los siguientes:
a. Impresiones dactilares, latentes, positivas y negativas.
b. Huellas de sangre, con características dinámicas, estáticas, apoyo, embarraduras, etcétera.
c. Huellas de pisadas humanas, calzadas, descalzas, positivas, negativas e invisibles.
d. Huellas de pisadas de animales, positivas, negativas e invisibles.
e. Huellas de neumáticos, por aceleración, rodada y frenamiento o desplazamiento, las cuales pueden ser positivas o negativas.
f. Huellas de herramientas, primordialmente en delitos de robos, en puertas, ventanas, cajones de escritorio, picaportes, chapas, cerraduras, etcétera.

Otros indicios.
En la investigación de hechos presuntamente delictuosos, los indicios o evidencias materiales, pueden tener diversos orígenes o fuentes,  atendiendo a que los mismos pueden provenir de la víctima, del presunto responsable y de sus contextos, o del lugar de los hechos. No obstante todos ellos son de vital importancia en la investigación criminalística de los delitos y atendiendo a su naturaleza física pueden ser clasificados como determinantes o indeterminados y en razón de su relación con el hecho, pueden clasificarse en asociativos y no asociativos. Es importante destacar que la función del criminalista o policiólogo que va adquiriendo a través de la experiencia cotidiana, permitirá reunir los conocimientos necesarios para lograr la identificación de los indicios o evidencias físicas apropiadas para la investigación de cada uno de los hechos en sus diversas manifestaciones y modalidades, principalmente las utilizadas y producidas ante facto, in facto o post facto. Todo tipo de material sensible significativo o evidencia relacionada con los hechos presuntamente criminales y relacionados en la investigación de delitos, en todo momento serán suministrados como elementos probatorios por los funcionarios autorizados, por lo que en todo caso ha de tenerse especial cuidado del registro específico de todos los indicios en las diligencias que se practiquen, con el propósito de un adecuado manejo de los mismos y de obtener los mejores resultados.

Colección de indicios.
Con el propósito de conservar en el mejor estado posible los indicios y en la medida de los posible no alterarlos y lograr su precisa ubicación en el lugar de los hechos como huellas del hecho, es recomendable el seguimiento de ciertas técnicas y métodos específicos a fin de conservar los indicios en la forma original o primitiva en como fueron dejados por el autor del hecho en el momento y después de la consumación de los hechos que se investiga, con el objeto de que brinden la mayor información posible acerca de los hechos y permitan el desarrollo y resultado de la investigación en las mejores condiciones. En este sentido la colección de los indicios, generalmente se lleva a cabo después de observar cuidadosa y detalladamente el lugar de los hechos en que se produjo el hecho y, básicamente incluye la realización de tres operaciones principales en materia criminalística, tales como son el levantamiento de indicios, su embalaje y posterior etiquetado. A continuación se describirá sucintamente cada una de estas operaciones para su conocimiento, haciendo la indicación a los interesados, de ampliar la información en la bibliografía especializada recomendada.

Levantamiento.
El levantamiento de los indicios es una acción o conjunto de acciones de estricto orden técnico, que tiene como propósito fundamental y necesario evitar que se contaminen los diferentes indicios, buscando que sean conservados con las huellas que contienen, para lo cual es necesaria la utilización de guantes desechables, que pueden ser de látex, polietileno o hule. Normalmente también se utilizan para el levantamiento de los indicios otros instrumentos, tales como algodón esterilizado, pinzas metálicas, agua destilada, papel filtro, solución salina, tubos de ensayo, tablas cuadradas de 8 x 8 centímetros, cajas pequeñas de cartón o lámina, cordones, bolsas de plástico esterilizadas y todo aquello que sea necesario de acuerdo con la naturaleza y características del indicios que haya de levantarse, buscando hacerlo con extrema precaución y cuidado para su adecuada preservación.

Embalaje.
El embalaje es entendido en criminalística como la maniobra o serie de maniobras realizadas con el fin de inmovilizar, guardar y proteger algún indicio, en el interior de algún recipiente o medio que sirva de protección al indicio. Después del levantamiento de los indicios con las técnicas apropiadas, es fundamental su protección en recipientes especiales al efecto, para lograr que los mismos lleguen al laboratorio de criminalística sin contaminación alguna y lo mejor preservados, con el propósito de que tras su análisis y estudio puedan arrojar resultados confiables y auténticos que sirvan significativamente en la investigación de los hechos presuntamente delictuosos.

Etiquetado.
El etiquetado de los indicios es la última operación que se realizará en el lugar de los hechos con el propósito de identificar y señalar con precisión el tipo de indicio de que se trata así como el lugar de procedencia del indicio a investigar en el laboratorio de criminalística. En todo caso debe llevarse a cabo el etiquetado de cada uno de los indicios, separándolos individualmente unos de otros y añadiéndoles una etiqueta identificativa que al menos señale: la averiguación previa o número de acta con la cual está relacionado el indicio, el lugar de los hechos, la hora de intervención, el lugar preciso en donde se recolectó, la clase específica de indicio de que se trata, los signos, huellas o características que presenta, las técnicas de análisis a las cuáles ha de ser sometido, la fecha, nombre y firma del criminalista investigador que lo descubrió y que lo proporciona al laboratorio de criminalística.

Técnicas para la colección de indicios.
Desde luego que para cada clase de indicio de que se trate la investigación de los hechos, se deberá aplicar determinadas técnicas especializadas para su colección de la mejor manera. A continuación se señalan algunas de las principales técnicas utilizadas para la colección de ciertos indicios específicos, haciendo mención de que en caso de encontrar otra clase de indicios imprevistos en el lugar de los hechos, habrá de adaptar o adecuar la técnica para el adecuado levantamiento, embalaje y etiquetado de los indicios que sirvan como material sensible significativo a la investigación de los hechos. Las manchas orgánica frescas que pueden ser manchas de sangre, vómito, obstétricas, semen, orina o materia fecal entre otras, se han de levantar utilizando pequeñas cucharas o espátulas esterilizadas o hisopos de algodón esterilizados, depositando las muestras en el interior de tubos de ensayo o pequeños frascos de vidrio esterilizados, cerrándolos herméticamente y proceder a su etiquetado. Las partículas metálicas, de cristal, pintura seca, tierra, aserrín entre otras, también se levantarán con pinzas de metal o pequeñas cucharas, depositándolas para su embalaje en frascos de cristal o tubos de ensayo y procediendo a su etiquetado y traslado al laboratorio. Las diversas herramientas, serán levantadas con las manos protegidas con guantes esterilizados, teniendo cuidado de colocar las palmas en los extremos del objeto, sujetando o comprimiendo fuertemente, inmovilizándolas para su embalaje, sujetándolas con cordones en el interior de cajas de cartón de tamaño similar al del objeto que se va a levantar y posteriormente etiquetarlo. Las armas largas de cualquier tipo, escopetas o fusiles, deberán sujetarse para su levantamiento con una mano enguantada puesta en el guardamonte y con la otra en la base de la culata, asegurándose de tener las debidas precauciones para no dispararlas si están cargadas, para después embalarlas inmovilizándolas con cordones dentro de una caja de cartón del tamaño del arma que se va a proteger o en su defecto envuelta en papel de estraza para su posterior etiquetado. La ropa que esté teñida de sangre y con orificios producidos por disparo de proyectiles de arma de fuego, o con rasgaduras producidas por arma blanca, deberán ser manipuladas y manejadas en todo momento con manos enguantadas, dejando en primer lugar que las ropas se sequen en un lugar ventilado, para posteriormente proteger el área en donde se encuentre el orifico o la rasgadura, procediendo a colocar una hoja de papel limpia sobre dicha área, doblando cuidadosamente los extremos de la ropa sobre la hoja de papel y, finalmente proceder a su embalaje en el interior de bolsas de polietileno o papel para su debido traslado al laboratorio de criminalística. Las fibras de algodón, seda, acrilán, lana, pliana, seda, nylon o cualquier otro tejido natural o sintético, también deberán ser levantadas mediante la utilización de pequeñas pinzas metálicas, ser depositadas en tubos de ensayo o frascos de cristal, sellarlos para su traslado previa etiqueta de los envases con su contenido.



Lugar de los hechos.
Al sitio en el que se ha cometido un hecho que puede ser considerado como delito, se le conoce con el nombre de lugar de los hechos, aunque también suele designársele como escena del crimen y precisamente es en este lugar en el cual se inicia y lleva a cabo una intensa actividad criminalística en atención a que es éste el sitio en el cual se estudiaran los indicios, se recolectarán y a su vez proporcionará dicha escena características de fundamental importancia en la investigación criminalística que habrá de practicarse y arrojar resultados confiables. Por esto resulta indispensable la protección adecuada de éste lugar de los hechos, para que el agente del Ministerio Público, los agentes de la policía judicial y, desde luego los peritos, encuentren el lugar de la forma primitiva en que fue dejado por el autor o autores de los hechos y de esa manera contar con una fuente de datos fiables para la investigación. En la búsqueda de resultados positivos desde el inicio de las investigaciones, es adecuado iniciar con una inspección general y meticulosa del lugar y los elementos que en él se encuentren, así como tener en cuenta que para que la inspección sea de la mayor utilidad, resulta imprescindible que todos los objetos, importantes o no que se encuentren en el lugar de los hechos, permanezcan intactos, sin modificación alguna que cambie la posición de los mismos, para ello resulta indispensable la utilización de métodos de fijación del lugar tales como la fotografía forense. Es recomendable que en la evaluación inicial del lugar de los hechos el estudio criminalístico sea llevado con rigurosa metodología y sujeción a las reglas y principios básicos tanto de la ciencia como también siguiendo la intuición de quién realiza la inspección, siendo de utilidad plantearse preguntas o hipótesis iniciales que puedan corroborarse o desecharse tras la investigación profunda de los hechos e indicios encontrados. Cabe decir que las preguntas iniciales resultan de particular interés y, se buscará darles contestación inicial con sentido común, pero empleando la experiencia y a través de la aplicación de métodos científicos se podrá solamente corroborar si en efecto los indicios son testigos mudos que no mienten. En las investigaciones criminalísticas, se podrá dar solución satisfactoria a cualquier problema planteado, si se aplican correctamente tanto la metodología como las técnicas, ya en el lugar de los hechos, ya en el laboratorio de criminalística, sin menoscabar la base fundamental derivada del sentido común y de la experiencia, que se desarrollarán y aplicarán adecuadamente con el apoyo metodológico propio de la criminalística.

Principios para la investigación en el lugar de los hechos.
Existen diversos protocolos criminalísticos a seguir en la investigación de los hechos, los cuales dependen del tipo de hecho que se investigue, así como la experiencia técnica con que cuente el criminalista, no obstante, se pueden establecer ciertos principios básicos y fundamentales que sirven para todos los casos de investigación criminalística, en la búsqueda de un buen desarrollo de la investigación. A continuación se enumeran estos principios, haciendo la aclaración que solamente habrán de ser tomados como una aproximación de abordaje criminalístico de investigación en el lugar de los hechos.
1. Llegar con rapidez al lugar de los hechos y tener siempre en cuenta que entre más tiempo transcurra el indicio tenderá a desaparecer o desvanecerse, así como también que el autor de los hechos o delincuente puede escapar de la acción de la justicia.
2. Proteger el lugar de los hechos sin escatimar ningún esfuerzo, buscando en todo caso no tocar ni mover nada hasta que el personal abocado a la investigación haya fijado el lugar de los hechos.
3. En el caso de investigación de lesiones cuando la víctima esté aún con vida, se procederá de inmediato a prestarle la atención médica necesaria, procediendo a dibujar una silueta en el lugar de la posición inicial de hallazgo del cuerpo.
4. Es importante el respeto de la multidisciplinariedad, ya que el personal abocado a la investigación de los hechos en cada una de sus ramas del conocimiento, deberá cumplir de manera eficaz con las funciones derivadas de su especialidad, pero trabajando conjuntamente con los demás miembros del equipo de investigación, toda vez que las funciones de unos tienden a complementar las de los otros.
5. Los primeros funcionarios que deben entrar en el lugar de los hechos, son el Agente del Ministerio Público, el perito fotógrafo y el criminalista, quién solicitará al fotógrafo acerca de las fotografías o tomas específicas que deberán tomarse antes de que entre el médico legista a realizar sus funciones.
6. La tarea de otros peritos que intervengan, debe hacerse con orden y colaboración mutua, orientando científicamente todos ellos al personal del Ministerio Público y a la policía judicial, quienes en todo momento estarán presentes para efecto de dar fe de la inspección del lugar de los hechos.
7. Ha de procurarse evitar la presencia de curiosos y personas ajenas a la investigación que puedan resultar inútiles y entorpecer la labor criminalística, con el propósito de obtener mejores y más rápidos resultados en la investigación.
8. El personal que se aboque a la investigación, debe cumplir a cabalidad y con estricto rigor científico con la inspección ministerial del lugar de los hechos, para poder continuar con la investigación y persecución del hecho presuntamente delictuoso.

Reglas para el cuidado y preservación del lugar de los hechos.
Existen ciertas reglas que para proteger y preservar el lugar de los hechos, cuyas bases fundamentales han sido reconocidas por eminentes criminalistas, aunque desde luego deben adaptarse y actualizarse de conformidad con las necesidades específicas de los hechos a investigar así como la experiencia y prácticas contemporáneas.
A. Si el hecho ocurre en un lugar abierto tal como una carretera, casa de campo, rancho, sembradío, granja u otro similar, debe establecerse un perímetro o radio de protección de al menos 50 metros a la redonda, tomando como centro el lugar de los hechos.
B. Cuando el hecho sucede en un lugar cerrado tal como una vivienda, departamento, cuarto, almacén, oficina, bodega o casa habitación entre otros, todas las entradas y salidas al lugar deben de ser vigiladas con el fin de evitar la posible huída del autor en el caso de que éste se encontrare todavía en el sitio, además de impedir que pueda alterarse el sitio o el ingreso de personas extrañas al mismo.
C. Los policías o primeros funcionarios que lleguen al lugar y que tomen conocimiento de los hechos, en todo caso han de abstenerse de tocar o mover cualquier cosa, buscando preservar por todos los medios a su alcance la conservación del lugar y de los indicios tal y como se encuentren primitivamente.
D. En el caso de que el policía o funcionario que llegue primero al lugar de los hechos, tuviere la extrema necesidad de tocar o mover cualquier cosa, ha de comunicarlo inmediata y detalladamente que llegue el agente del Ministerio Público y el criminalista, señalando con toda precisión y de manera correcta la posición original que conservaban los objetos, para no desvirtuar las interpretaciones criminalísticas que se hagan.
E. En todo caso estará absolutamente prohibido tocar o alterar la posición de los cadáveres, así como la manipulación de las armas u objetos que estén relacionados o pudieran estarlo, con los hechos, ya sea que los mismos estén en posición, distantes o que rodeen a la víctima.
F. Se pondrá especial cuidado en que el personal que se aboque a la investigación, elija los lugares que va a tocar o pisar, con el fin de que no se borren o alteren las huellas o indicios que pudieran encontrarse en el sitio y que sean de utilidad criminalística.
G. Todo indicio, huella o marca, que estuviera en riesgo de modificarse, alterarse o destruirse, deberá ser protegido de manera adecuada y a la brevedad posible ha de ser levantado con la utilización de las técnicas adecuadas para dicho fin, una vez que se fije el lugar de los hechos.
H. Al concluir la inspección ministerial del lugar, a consideración del agente del Ministerio Público se sellarán las puertas y ventanas a efecto de preservar el lugar de los hechos en caso de que posteriormente pudieran surgir más diligencias aclaratorias.

Equipo criminalístico indispensable de trabajo
En la investigación criminalística es frecuente que a veces se requiera del examen científico de los indicios en el mismo lugar de los hechos o al menos ser necesario realizar algunos estudios preliminares procurando no alterar su composición primitiva u original. De la misma manera es necesario efectuar su colección, embalaje y etiquetado para posterior suministro al laboratorio de criminalística, para realizar adecuadamente lo anterior, suele recomendarse la preparación y utilización sistemática de equipo mínimo necesario para la práctica criminalística, el cual incluye lo siguiente:
1. Lentes, lupas o aparatos de aumento, para poder observar in situ los indicios y sus peculiaridades, aumentando la visión de su tamaño.
2. Plancha, tintero con rodillo para la toma de huellas dactilares a personas vivas o muertas, así como fichas dactilares, monodactilares y de control.
3. Reactivos para huellas dactilares latentes, tales como negro de humo, sangre de drago, carbonato de plomo, ninhidrina en spray, aluminio, entre otros que se aplican para el revelado de huellas.
4. Brochas de pelo extremadamente fino para esparcir polvos y revelar huellas dactilares latentes sobre superficies lisas o pulidas.
5. Diurex, tijeras, linterna, lámpara de luz ultravioleta, cucharas, hisopos, frascos de vidrio esterilizado y pinzas metálicas para la localización y levantamiento de pequeños indicios.
6. Cámara fotográfica de 35 mm., preferentemente digital o con sistema reflex, para poder tomar fotografías de diversos ángulos, medianos y grandes acercamientos del lugar de los hechos y sus evidencias.
7. Brújula para la orientación del lugar, cinta métrica para mediciones, libreta de apuntes, lápiz, bolsas de papel y polietileno, sobres y pequeñas cajas de cartón, probetas y tubos de ensayo esterilizados, goteros esterilizados y todo el material necesario para el adecuado embalaje y transporte de indicios líquidos o sólidos.
8. Guantes de hule o polietileno para evitar la contaminación en el levantamiento, etiquetado y embalaje de los indicios. Así mismo etiquetas engomadas para señalar datos de referencia al origen del material sensible significativo.
9. Crayones, gises y plumones, para señalar rastros, huellas, vestigios, señales o marcas, y también para dibujar siluetas de indicios o cuerpos humanos.
10. Maletín o caja para guardar y trasladar todo el equipo de trabajo, así como pequeños estuches que incluyan reactivos para pruebas hematológicas de orientación y demás material que resulte necesario.

Metodología general para la investigación en el lugar de los hechos.
Para el estudio y práctica de la Criminalística general, ésta se divide en varias áreas disciplinarias o ramas de estudio, siendo indispensable la criminalística con sus técnicas forenses características de laboratorio. Sin embargo, el estudio criminalístico puede desarrollarse en el lugar de los hechos o en el laboratorio, siendo el primero de ellos el conocido como criminalística de campo. En la criminalística de campo la metodología empleada se basa en la aplicación de cinco pasos sistemática y cronológicamente ordenados, conocidos de manera técnica como Metodología de la investigación criminalística en el lugar de los hechos y la cual está constituida por: 1. La protección del lugar de los hechos. 2. La observación del lugar de los hechos. 3. La fijación del lugar de los hechos. 4.- La colección de indicios, y 5. El suministro de indicios al laboratorio.
La primera fase de la metodología de la investigación criminalística en el lugar de los hechos, consiste en la protección del lugar mismo. Cuando se inicia una investigación en el lugar de los hechos, se debe siempre proteger el escenario del suceso antes de la primera intervención del agente del Ministerio Público en su inspección ministerial, coadyuvado por las unidades de apoyo de la policía judicial y los peritos, teniendo en mente que el éxito de las investigaciones dependerá de la exacta protección que se brinde al lugar de los hechos. La observación se realiza directa y macroscópicamente, al lugar de los hechos y sus evidencias materiales, de la misma forma se lleva a cabo utilizando lentes o aparatos de aumento al objeto o indicio en cuestión, para poder examinar y conocer sus peculiaridades. En estudios de comparación microscópica es primordial también la observación detallada de los objetos dubitables e indubitables. La observación que se practique en el lugar de los hechos, se recomienda que se realice utilizando solamente los sentidos de la vista, el olfato, el oído y al último el tacto, debiendo omitirse el uso del gusto por ser una técnica altamente empírica y aún peligrosa de investigación. Después de observar de manera detallada y meticulosa el lugar de los hechos y sus indicios o evidencias, seleccionando aquellas que estén directa y estrechamente ligadas al hecho, se estará en la posibilidad de verificar la realidad del caso y conocer sus circunstancias. El tercer paso en la metodología de la investigación criminalística en el lugar de los hechos es la fijación del lugar, la cual se realiza respecto del lugar y las evidencias encontradas, usando las técnicas de descripción escrita, la fotografía forense, la planimetría forense y el moldeado. La fijación del lugar de los hechos es indispensable en todos los casos de investigación criminalística, atendiendo a que las descripciones manuscritas, gráficas y moldes que se realicen, puedan servir para ilustrar en cualquier momento sin que sea necesario regresar al lugar mismo de los hechos. Posteriormente la colección de los indicios se efectuará una vez que haya sido estudiado y fijado el lugar de los hechos, en donde después de un minuciosos examen y selección exacta de todos los indicios asociativos, se levantarán utilizando las técnicas y procedimientos apropiados para cada indicio, se embalan y etiquetan con los datos de procedencia y por último se les suministra al laboratorio de criminalística. La última fase de la metodología de la investigación criminalística en el lugar de los hechos, consiste en el suministro de indicios al laboratorio, lo cual se hace de acuerdo a las evidencias materiales que se tengan y que se hayan coleccionado en el lugar de los hechos, dependiendo de las circunstancias del suceso que se investiga.

Huellas.
Por huella genéricamente se entiende toda figura, señal o vestigio, producidos sobre una superficie por contacto suave o violento con una región del cuerpo humano o con un objeto cualquiera, impregnados o no de sustancias colorantes orgánicas o inorgánicas, de este modo, las huellas indican la forma, contorno y características del agente con que fue producida, logrando su identificación. El estudio de las huellas se realiza normalmente por su forma de producción, por su procedencia o por su morfología y, aunque la Dactiloscopía, que es la rama de la criminalística que se encarga de una clase de huellas específicas como son las huellas dactilares, cabe hacer mención de que la Dactiloscopía no es la única forma de estudiar las huellas.

Clasificación de las huellas.
Las huellas se clasifican en Positivas y Negativas, también existen huellas Labiales, huellas de pies calzados y descalzos y huellas producidas por diversos objetos y agentes, dentro de los que se incluyen los transportes terrestres y las manchas en general de las que se tratará posteriormente su estudio. Las huellas positivas son las que se forman por una figura impresa y coloreada sobre una superficie por contacto de algún objeto o región del cuerpo humano que produce una mancha o mácula, dicha maculación puede ser originada por diversas sustancias tanto orgánicas como inorgánicas tales como grasa, polvo, pintura, aceite, lodo, entre otras. Existen también las llamadas huellas latentes o invisibles a simple vista, las cuales al aplicarse algún reactivo químico sobre una superficie, pasan a ser reveladas y formar parte de las huellas positivas, tal es el caso de las huellas dactilares latentes. A su vez, reciben el nombre de huellas negativas, las figuras o maculaciones formadas por hundimiento o depresión sobre el soporte que recibe al objeto que las produce, tal es el caso de huellas en la tierra, arena, lodo, nieve o cualquier superficie o soporte blandos. De las principales huellas negativas, se pueden señalar a los surcos de estrangulación o ahorcamiento, los hundimientos por impacto o por apoyo de algún cuerpo. Las huellas de los labios o labiales suelen encontrarse en superficies lisas tales como vasos o tazas o incluso en superficies más porosas como las colillas de cigarros. Cuando pertenecen a personas que utilizan pintura labial cosmética –como las mujeres, por ejemplopermiten proporcionar indicios de interés a la investigación criminalística referentes a la posible identidad del autor o partícipe del hecho, no obstante, aún sin el empleo de cosméticos, y por la simple imposición de los labios en superficies lisas y rígidas como las de cristal, suelen ubicarse huellas labiales producidas por la saliva o grasa natural que indican o sirven de indicio de la presencia de sujetos en el lugar de los hechos. Por cuanto hace a las huellas producidas por los pies descalzos o con calzado, estas deben de buscarse en los lugares inmediatos o cercanos al hecho presuntamente delictuoso, aunque ha de tenerse extrema precaución al buscarlas en lugares más alejados del circundante al lugar del suceso. Muchas veces en el mismo lugar existe una mezcla de huellas y sobreposición de otras originadas por personas extrañas –usualmente curiosos-, que casi siempre hacen imposible la localización útil y bien conservada de las huellas primitivas dejadas por el autor del hecho investigado. Sin embargo, cuando se encuentran en buen estado de conservación, una sola huella no bastará, sino que han de buscarse exhaustivamente todas aquellas que sean de utilidad, particularmente para cotejo. Las huellas de los pies descalzos positivas serán aquellas que se imprimen en el suelo de superficies lisas, y el pie que la origina puede estar maculado o no de alguna sustancia colorante orgánico o inorgánica. El sudor y la grasa propias de las plantas de los pies hacen que se produzcan huellas plantares sobre los pisos muy brillantes, encerados o lisos, formando figuras invisibles, pero que fácilmente pueden ser localizadas proyectando una luz intensa de manera rasante al soporte que las contiene y manteniendo el lugar oscuro o bien utilizando reactivos químicos que permitan el revelado de las mismas.

Técnicas para el modelado de huellas.
Una vez que son localizadas las huellas en el lugar de los hechos, lo primero que hay que hacer es protegerlas circundándolas mediante una estructura rectangular de lámina o madera, a manera de que se tenga la seguridad de su adecuada preservación. Una vez descritas las huellas y el recorrido que siguen, han de fotografiarse métricamente cada una de ellas y en su conjunto, para posteriormente proceder a su moldeado o vaciado para efectos de investigación. Normalmente se utilizan diversas técnicas para el vaciado de huellas dependiendo del lugar en que son encontradas las mismas, utilizando goma laca, aceite de ricino y yeso o cemento blanco, con el propósito de hacer un molde que contenga una réplica fiel de la huella encontrada que servirá en la investigación de los hechos presuntamente delictuosos.

Definición de mancha desde el punto de vista de la Criminalística
Son maculaciones de cualquier sustancia orgánica o inorgánica y que caracteriza a uno de los indicios que con mayor frecuencia se localizan en el lugar de los hechos, pudiendo ser manchas de diversas procedencias impregnadas sobre cierta superficie y que suelen clasificarse genéricamente en manchas orgánicas e inorgánicas.

Clasificación de las manchas
Las manchas de origen orgánico son las que se producen por sustancias provenientes del organismo humano o bien de cualquier especie de ser viviente, mientras que las manchas inorgánicas son las producidas por sustancias extrañas al organismo humano o algún ser viviente. Puede mencionarse como ejemplos de manchas orgánicas las de sangre, las obstétricas, las de orina, semen, sudor, fecales, de vómito, de saliva, de cerumen o de mucosidades, y las más comunes de origen inorgánico incluyen, entre otras a las de óxido de hierro (de color café), de permanganato de potasio en solución (color morado), de yodo en solución (color amarillo y café), de sales de plata en solución (primero incoloras y después se obscurecen), las de dicromato en solución (amarillas), las de ácidos, por mencionar algunas. Además de la clasificación de las manchas en atención a su origen en manchas orgánicas e inorgánicas, que es la clasificación más comúnmente utilizada, también existen diversas clases de manchas específicas, tales como las manchas de cemento (o inhalante volátil), las manchas de polvo y fragmentos de materia diversa, las de masa encefálica, las manchas de suciedad en uñas, cigarros y puros, así como las fibras, ropa, fragmentos de tela y cabellos, aunque estos últimos suelen presentar escasa mácula, si resultan de utilidad como elementos de investigación criminalística.

Técnica de construcción e identificación de manchas.
La principal técnica criminalística utilizada para la identificación de manchas es a través de la observación, la identificación planimétrica y la fotografía forense. Ahora bien, si se trata de identificación y estudio de manchas de sangre, la técnica utilizada es el rastreo hemático. En el rastreo hemático que se realiza en el lugar de los hechos, se debe observar con mucho cuidado, toda vez que existen algunas manchas que son visibles a simple vista, pero también las hay que no lo son a simple vista, y en este caso se lleva a cabo mediante un método de examen del sitio, utilizando primero la ayuda de la luz artificial proyectada en forma rasante u oblicua a la superficie a observar y de ser posible, con la ayuda de filtros coloreados que permitan aumentar el contraste entre la mancha y el soporte. También puede utilizarse una luz ultravioleta estando el lugar en completa obscuridad para brindar mejores ventajas al efectuar el rastreo hemático o de otro tipo de manchas, haciendo mención de que el color del soporte o superficie en donde se encuentre la mancha o huella de sangre, facilita o dificulta su localización.

Formas en las que se hace evidente la presencia de sangre.
El análisis criminalístico en el lugar de los hechos, la cantidad y características de la sangre que se observe alrededor de la víctima, pueden indicar el tiempo probable que sobrevivió después de haber sido lesionado. Además debe tenerse especial cuidado en el análisis de  la sangre, atendiendo a las siguientes consideraciones. Algunas lesiones por su ubicación y por la posición del cuerpo de la víctima, pueden ser de tales características que la acción de la gravedad atmosférica haga que la sangre siga emanando hasta acumularse en gran cantidad sobre el piso o el soporte que reciba a la víctima, interviniendo en algunos casos el declive que presente el suelo o superficie. Así mismo, se debe observar que la sangre antes de morir se coagula en aproximadamente cinco a ocho minutos después de expuesta fuera del cuerpo humano, y no así la sangre post mortem que expuesta al exterior no origina o se ve afectada por el proceso de coagulación.

Formas en que se presentan las manchas de sangre.
Existen diversas características morfológicas en las huellas de sangre que pueden proporcionar cierta orientación respecto de las características de las lesiones y el tiempo transcurrido, no obstante, a partir del estudio estático de las máculas sanguíneas o lago hemático, solamente se pueden establecer hipótesis que han de ser corroboradas con el resto del protocolo de investigación criminalística y criminológica del hecho presuntamente delictuoso. Las huellas de sangre que gotean sobre un plano inclinado sin que la persona tenga movimiento, se presentan en forma oval y alargadas con escurrimientos largos en la parte inferior, dependiendo del ángulo de inclinación mayor o menor de la superficie o soporte, se les conoce también como estáticas. Las huellas de sangre que caen sobre un plano horizontal y que están animadas de movimiento lento, se presentan con estrías en uno de sus lados que indican la dirección del movimiento, por lo que se les llama dinámicas. Las huellas de sangre que caen sobre un plano horizontal y que están animadas de movimiento rápido, se presentan con una forma de  lágrima, con una sola estría o alargamiento, que indica la dirección del movimiento. Las huellas de sangre producidas por un goteo ininterrumpido sobre un plano horizontal presentan un rastro de sangre en forma de franja desplazándose estrías en los lados que según su dirección indican el movimiento, y es generalmente poco ancha según la cantidad de hemorragia. Las huellas de sangre proyectadas directamente sobre los muros o paredes presentan forma alargada con salpicaduras laterales y cuando la gota de sangre es abundante se manifiesta un escurrimiento con acumulación en la parte inferior y una decoloración en la parte superior, por lo que se conocen como dinámicas. Las huellas de sangre sobre muros o paredes originadas por salpicaduras o chisguetes, provienen generalmente de vasos arteriales que debido a las potentes pulsaciones del corazón, se proyectan con fuerza y son diversiformes, lo cual no sucede de la misma manera con la sangre de origen venoso cuyos vasos no contienen la fuerza. Se les llama dinámicas.

Ropa.  Objetos. Instrumentos.
A partir de estudios criminalísticos especializados en materia de química forense, por medio de la serología, se estudian muestras problema de sangre, procedente del lugar de los hechos, de los instrumentos del delito, de la víctima o del victimario. Así mismo, si se cuenta con muestras testigo que sirvan para estudios comparativos, se deciden los resultados en una investigación. Es muy frecuente que la ropa, los objetos e instrumentos asociados al lugar de los hechos se contaminen en las maniobras que se realizan para lesionar, consumar muertes violentas, entre otras causas generadoras de manchas hemáticas, por esto, el examen de los indicios originados por la sangre, pueden se útiles para determinar lo siguiente:
1. Identificar instrumentos que se fueron utilizados en el hecho.
2. Localizar lugares de hechos, donde se cometieron delitos.
3. Conocer las circunstancias de la comisión de un hecho en contra de las personas.
4. Posibilidad de eliminar sospechosos, y
5. Comprobar o verificar coartadas o versiones sospechosas.

Colección y utilidad de las manchas de sangre.
En la colección de indicios y tratándose de muestras de sangre, al recogerla del lugar de los hechos, de la víctima o del victimario, se deben observar las siguientes técnicas específicas:
1. Si las manchas o huellas de sangre se encuentran en ropas o telas, éstas deben de ser transportadas cuidadosamente embaladas al laboratorio de criminalística.
2. Cuando las manchas o huellas de sangre, proceden de fuentes diferentes, pero del mismo lugar de los hechos, han de ser embaladas de manera separada y etiquetarlas indicando con precisión el señalamiento del lugar de donde fueron recogidas.
3. Las manchas de sangre frescas existentes en tela, ropa o tejidos, antes de ser embaladas deben se ponerse a secar o de contrario entrarían en proceso de putrefacción.
4. Para secar las manchas de sangre frescas encontradas en ropas o tejidos, éstas deben ser puestas a secar en una atmósfera bastante bien ventilada y que no esté expuesta al calor o al sol.
Las huellas producidas por la sangre, con características de embarramiento, apoyo, estáticas, dinámicas o por escurrimiento, son las que con mayor frecuencia son encontradas en el lugar de los hechos de delitos cometidos en contra de las personas y constituyen uno de los indicios de mayor constancia en el crimen. Por lo anterior, para la utilidad de las huellas de sangre debe tenerse en consideración que ofrecen posibilidades de reconstrucción del mecanismo de los hechos, así mismo tener en cuenta que una vez manchado determinado soporte, la sangre permanece durante un tiempo prolongado y se encuentra con mayor facilidad en aquellos lugares que le ofrecen mejor superficie para su adherencia, éstas superficies pueden incluir ropa, tabiques, madera, la piel del cuerpo humano, pisos de cemento, muebles, alfombras, cortinas, entre otras, mientras que difícilmente permanecerán en superficies con características de poca adherencia, tales como porcelana, cristales, metales, superficies pulidas, barnizadas o enceradas.

La sangre en materia de Criminalística
Con la realización de análisis químicos y exámenes macro y microscópicos de la sangre, es posible identificar si la misma es humana o de animal, así mismo se determinará el grupo sanguíneo al que pertenece y dependiendo de la época y contaminación, se puede también determinar los subgrupos. No obstante, también existen ciertas limitaciones en los análisis y exámenes de la sangre en materia de criminalística, los cuales incluyen que no es posible identificar sangre humana como procedente de una persona en particular, salvo que sea de una estructura muy individual. Con el análisis de sangre, no es posible determinar el sexo y la raza de una persona ni tampoco la época en que se produjo la mancha o huella en cuestión y, por ende el hecho a investigar. Por lo anterior, es recomendable, al menos saber el origen de la mancha de sangre, sí ésta es venosa o arterial, sí es menstrual o por desfloración, entre otras características de utilidad.

 Arterial.
La sangre arterial es de color rojo claro toda vez que es la que sale del corazón con una mayor cantidad de oxígeno en su composición, por lo que una vez lesionados los vasos sanguíneos que la contienen, se proyecta con fuerza, ocasionando y produciendo huellas dinámicas sobre los objetos, los muebles y los soportes cercanos a la lesión de la que provienen. Para determinar la existencia de sangre arterial, un criterio válido es atender a su coloración y dinámica de proyección y, una vez localizadas las manchas de sangre o lagos hemáticos, se describirá su forma que tiene a ser más amplia y extendida que la producida por sangre venosa, su color es más brillante, las dimensiones suelen ser mayores que las producidas por sangre venosa, situación, estado de fluidez o coagulación que presenten en el lugar de los hechos, haciendo su descripción en un croquis simple o en un dibujo planimétrico, también se les tomará fotografías y se coleccionarán muestras de ellas dentro de tubos de ensayo esterilizados.

 Venosa.
La sangre venosa es de color rojo oscura atendiendo a la menor cantidad de oxígeno que transporta, así como los elementos de desecho, tales como dióxido de carbono que la conforman, su fuerza de proyección es mucho menor que la arterial atendiendo a la resistencia vascular periférica de retorno menor en la sangre venosa, al grado que es posible decir que casi no tiene potencia y por ello suele producir hemorragias suaves. La presencia de sangre venosa, también se identifica por su coloración y dinámica de proyección ya que las manchas de sangre o lagos hemáticos de sangre venosa, presentan una forma que tiende a ser más limitada y en escurrimiento que la producida por sangre arterial, su color es más oscuro, las dimensiones suelen ser menores que las producidas por sangre arterial, su situación es normalmente en escurrimiento, pocas veces se encuentra en estado de fluidez, siendo lo común encontrarla coagulada en el lugar de los hechos, debiendo hacerse también su descripción en un croquis simple o en un dibujo planimétrico, se le tomarán fotografías y se coleccionarán muestras de la sangre en el interior de tubos de ensayo esterilizados para su suministro al laboratorio de criminalística.

Menstrual.
La sangre menstrual contiene placas epiteliales que se desprenden de la mucosa uterina esparcida en los glóbulos sanguíneos y al estudio microscópico, preparada mediante colorado o tinción con azul de metileno, se aprecian en forma de laminillas planas con núcleo pequeño y redondo, en general las manchas provenientes de sangre menstrual suelen localizarse y encontrarse en ropa interior y exterior femenina, tales como pantaletas y pantalones o faldas.

Por desfloración.
La sangre proveniente de una desfloración, presenta celdillas epiteliales que proceden de la mucosa vulvar, cuyas placas contienen un núcleo distinto a las placas de la mucosa uterina, en dicha sangre suele observarse una mezcla de semen y pelos de pubis producto de la consumación de la cópula. Las huellas de sangre de este tipo suelen apreciarse y encontrarse en toallas, sábanas, pañuelos desechables, papel sanitario, en ropa interior y exterior femenina e inclusive en la bragueta de los pantalones pertenecientes al delincuente masculino.

Composición química de la sangre.
La sangre es un tejido que está constituido por células, líquidos y sustancias y es el vehículo para el oxígeno y todos los nutrientes necesarios para el trabajo fisiológico del organismo. La sangre arterial es de color rojo claro y la sangre venosa es de color oscuro, tienen un olor sui generis y son ligeramente alcalinas. El medio sólido de la sangre está formado por glóbulos rojos (eritrocitos), glóbulos blancos (leucocitos), plaquetas y demás sustancias que son estudiadas por la hematología. El oxígeno que es transportado por la sangre, es a través de los glóbulos rojos, los cuales contienen hemoglobina que, al combinarse con el oxígeno forman oxihemoglobina y en está forma es conducida por todo el organismo. Los eritrocitos o glóbulos rojos tienen forma de disco bicóncavo, su diámetro es entre 6 y 9 micras y su vida promedio es de 4 meses. Por su parte los leucocitos o glóbulos blancos, forman parte del sistema inmunológico de defensa del organismo, se encuentran en cantidades variables en ambos sexos y estarán presentes en donde exista una enfermedad, infección o herida para combatir a los organismos patógenos que le provocan y ocasionan que ciertas células especializadas entren en acción, las cuales incluyen a los linfocitos, los monolitos, eosinófilos, neutrófilos, entre otros. El medio líquido o suero de la sangre conduce las sustancias nutritivas tales como proteínas, carbohidratos, grasas y micro nutrientes (vitaminas y minerales) a los diferentes tejidos del organismo, siendo absorbidos a nivel del tracto intestinal para ser conducidos al plasma junto con diversas enzimas y sustancias del hígado para ser transportadas a los diversos órganos de la economía corporal. A su vez a través de la sangre también se transportan las sustancias de desecho del organismo, las que son depuradas y eliminadas a través de los riñones, el intestino y los demás sistemas que intervienen en la eliminación. Por último en este punto, cabe mencionar que la sangre se clasifica en grupos sanguíneos, que son el resultado de la unión de los genes de origen paterno y materno, contando en la actualidad con sueros especiales para la investigación y determinación de los grupos sanguíneos, que de conformidad con la nomenclatura internacional estandarizada se clasifican en A. B, AB y O, con rH positivo o negativo.

Muertes violentas.
Respecto de las muertes violentas, las cuáles representan una de las  principales causas de investigación criminalística, se puede sostener que en el campo de la Medicina forense, se conocen diferentes definiciones o conceptos de muerte, incluyendo las de muerte real y muerte aparente, de tal suerte que todo ello lleva a establecer una sola definición biológica de muerte violenta en términos de ser el estado de cese total de las funciones vitales de un organismo humano, causado por los efectos de algún agente extraño caracterizado de actos violentos. Los factores diferenciales, se manifiestan muy claramente e la clasificación de las diferentes formas de muerte, ya que mientras en la muerte aparente existe un estado pasajero en el que las funciones vitales están abolidas temporalmente, en una muerte real la abolición de total, pero no definitiva en algunos casos, en virtud de que determinados órganos y tejidos se aprovechan en transplantes en beneficio de otros seres vivos, por ello es vital el diagnóstico de muerte real a través de la identificación de los signos  característicos de la muerte. En la investigación criminalística debe tenerse presente que en los casos donde alguna persona pierde la vida en forma violenta, siempre la abolición total de las funciones vitales es originada por la acción directa o indirecta de algún agente externo, ya sea mecánico, físico, químico o biológico, cuyas manifestaciones se estudian para conocer sus fenómenos de producción, ya que las muertes violentas se presentan por la acción de algún agente vulnerante externo, en todos los casos.

Metodología para la investigación de muertes violentas producidas por:
En la investigación de hechos presuntamente delictuosos de muerte violenta, se deben aplicar principalmente todos los métodos disponibles y posibles de observación para descubrir, reconocer y registrar los instrumentos utilizados y los indicios producidos en el escenario del suceso, evidencias físicas que de manera científica van a ilustrar para determinar la forma de producción del hecho entre otras interrogantes, de acuerdo al estudio y verificación metódica que se realice del lugar de los hechos, de la víctima y del autor y sus ambientes, con objeto de llegar a una explicación adecuada y acercarse a la verdad de los hechos que se investigan. Los agentes externos vulnerantes con los que se producen las muertes violentas pueden ser muy variados, sin embargo, pueden circunscribirse a las armas blancas y otros instrumentos cortantes, contundentes y punzantes, el ahorcamiento, la estrangulación, la sofocación, los proyectiles y los ocurridos en hechos de tránsito, los cuales se analizarán sucintamente a continuación.

 Arma blanca y otros instrumentos.
En la comisión de hechos con cualquiera de los instrumentos considerados en el grupo de las armas blancas, se encontrarán en el lugar de los hechos fundamentalmente instrumentos que producen lesiones de diversas características, asimismo también se va a encontrar la víctima si ésta perdiera la vida, y con numerosos indicios incluyendo lesiones, que por su situación y morfología van a ofrecer elementos identificadores y reconstructores de la muerte violenta por arma blanca. Las armas blancas están consideradas en el marco de los agentes mecánicos y para sus efectos se manejan dinámicamente por el agente o sujeto activo. Para su identificación y para el uso correcto del término, por su forma, material de construcción y acción, se entiende por arma blanca, todo instrumento configurado por una hoja o cuerpo de metal, con punta, filo o bordes romos y con un mango o empuñadura del mismo o de otro material. Las armas blancas son agentes metálicos que originan directa o indirectamente lesiones que pueden ocasionar diversos grados de afectación en la salud e inclusive la muerte de la víctima. En el lugar de los hechos o en sitios diversos, se pueden localizar las armas blancas empleadas en la comisión del hecho que se investiga y para identificarlas se debe conocer su clasificación, con el objeto de estudiarlas minuciosamente y realizar comparaciones de forma y características de las lesiones externas que producen para establecer la correspondencia de características o peculiaridades del arma utilizada y de las lesiones por ella producidas en el cuerpo de la víctima, a reserva de esperar y conocer los resultados tanto de la autopsia médico legal, como del peritaje en criminalística identificativa. Existen también otros instrumentos con los que puede producirse la muerte violenta que, aunque no son exactamente armas blancas, si entran dentro de esta clasificación por sus características similares con éstas, así como la clase de lesiones o heridas que ocasionan, Dentro de este grupo de instrumentos se encuentran los punzantes, los cortantes, los punzo cortantes, los contundentes, los punzo contundentes, los corto contundentes y los que producen  machacamiento, aunque éstos últimos entrarían también en la clasificación de los productores de muertes violentas en hechos de  tránsito.

Ahorcamiento.
La problemática existente en las muertes violentas producidas por ahorcamiento, obligan a reflexionar y recapacitar sobre la imperiosa necesidad de aplicar la metodología y tecnología adecuadas en las investigaciones criminalísticas, a efecto de percatarse con claridad de sus formas y mecanismos, objetos y agentes constrictores utilizados y sus manifestaciones. Para los criminalistas y policiólogos siempre se presenta la importancia de reconocer y verificar las evidencias materiales que se utilizan y producen en este tipo de hechos, en virtud de que son de utilidad científica para efectuar las aclaraciones pertinentes sobre interrogantes que surgen a medida de su presencia o ausencia, interrogantes de vital importancia que llevan a cuestionarse acerca de los fenómenos que se desarrollan en la forma de muerte, la que de acuerdo con su realización podría ser con características suicidas, homicidas o accidentales. Para situar técnicamente este tipo de muertes violentas por ahorcamiento y por estrangulación que son producidos por la asfixia, es conveniente primero hacer algunos comentarios al respecto y en tal virtud, habrá que señalar que las asfixias homicidas, suicidas o accidentales, sin considerar las causadas por enfermedades, generalmente se producen por insuficiencia o sustitución de oxigenación pulmonar, cuyos mecanismos o formas se pueden presentar en diversas maneras. En la literatura médico-legal se denomina asfixia a la detención de la función respiratoria, la cual puede producirse por alteración en distintos niveles de su dinámica, dando como resultado hipoxia tisular –déficit parcial de oxígeno- o anoxia -déficit total-. Determinada la muerte por falta de oxígeno, una de sus variantes es la asfixia mecánica que son una causa violenta de muerte caracterizada por el impedimento mecánico de la función respiratoria. La muerte violenta por ahorcamiento es la producida por la constricción del cuello, ejercida por un lazo sujeto a un punto fijo sobre el cual ejerce tracción el propio peso del cuerpo. Los lazos utilizados en esta forma de muerte son de diversos tipos y materiales pero comparten la presencia de un nudo que puede ser fijo o corredizo. Los lazos pueden ser blandos, rígidos o duros y esto se reflejará en las características del surco. Teniendo en cuenta la posición relativa del nudo respecto del cuello de la víctima, o del cuerpo en relación a su entorno se distinguen diversos tipos de ahorcadura. Ella puede ser completa cuando el cuerpo se encuentra totalmente suspendido, sin ningún punto de contacto con el suelo u objeto circundante. En cambio si alguna zona corporal toma contacto con algún punto de apoyo del entorno, ella será incompleta. Es bastante frecuente, en algunas series son más frecuentas que las completas. Por otro lado, deben destacarse las ahorcaduras simétricas, que se dan cuando el nudo se encuentra sobre la línea media del cuerpo, en posición submentoeana o en la nuca. En las asimétricas, el nudo se encuentra lateralizado a izquierda o derecha y son las más frecuentes. Finalmente, se tienen a las típicas, en las que la ubicación del nudo es en la región posterior del cuello, mientras que en las atípicas el nudo puede localizarse en posición submentoneana o lateralizado. En los hechos de ahorcamiento se debe localizar, examinar y verificar los elementos típicos de cada caso en particular, a saber: agentes constrictores, puntos de apoyo, ubicación y características de nudos, muebles y objetos para probables escalamientos, probables recados póstumos, lesiones, huellas y signos en la víctima, y las ropas y objetos circundantes. Sobre los agentes constrictores, cabe señalar que los más comúnmente usados son sogas, vendas o medías, cuerdas de cortina, cables eléctricos, cortinas, prendas de vestir, corbatas, sábanas, toallas rasgadas, cordones y cadenas. Se observa un extremo atado al cuello de la víctima y el otro extremo atado a un punto de apoyo. El asa que se forma para atar el cuello generalmente lleva un nudo corredizo o fijo, de media llave, de palo, llave entera o cualquier otra forma dependiendo de la dedicación laboral y conocimiento de la víctima o victimario en la elaboración de nudos. Las asas pueden ser sencillas, dobles o triples. Este es un punto muy importante, toda vez que brindará una aproximación casi certera en cuanto si se está ante un suicidio o un homicidio (doloso o culposo), averiguando las habilidades que tenía la víctima respecto de los nudos. Si carecía de ellas orientará la pesquisa hacia un probable homicidio. Es por ello que el agente constrictor deberá ser remitido junto con el cadáver, en la medida de lo posible sin ser retirado del cuello de la víctima. El otro extremo del agente constrictor está atado a un punto de apoyo formando amarre con cualquier tipo de nudo de los anteriormente mencionados. Éste siempre se encuentra en un plano superior a la cabeza y al cuello enlazado, pudiendo ser un puede ser un tubo de ducha, picaporte, travesaño de madera, manija de ventana, tubería de agua o gas, llave de lavamanos, clavos en muros, toalleros, percheros, vigas, barandas, ó cualquier objeto sobresaliente de muros y techos. En el lugar de los hechos cuando se realiza un ahorcamiento con suspensión completa o incompleta, casi siempre se encuentra en el piso circundante a la víctima algunos de los siguientes elementos: bancos, sillas, muebles, tablas, camas o cualquier objeto que use victima en vida para escalar, preparar el mecanismo mortal y suspenderse. Se recomienda aún con el cadáver suspendido observar la disposición del cuerpo, del lazo y punto de suspensión. Se medirá la talla del ahorcado, la distancia de pies al piso, la altura del punto de suspensión y la longitud del lazo. Luego se describe el modo en que está hecho el nudo del asa del cuello y en el punto fijo, los objetos circundantes, y se realizan fotografías. Los recados póstumos constituyen una pieza investigativa considerada como un indicio escritural confeccionado ante mortem por las personas que se privan de la vida, con objeto de hacer aclaraciones, despedidas, solicitudes o deslindar responsabilidades. Están considerados como un recurso de las víctimas en vida, a fin de hacer sentir sus deseos después de la muerte.

Estrangulación.
Otro problema de importancia en la investigación criminalística es la muerte violenta por estrangulación, cuyas manifestaciones del mecanismo difieren del mecanismo de ahorcamiento, toda vez que no obstante que se pueden utilizar los mismos agentes constrictores, y producen evidencias semejantes, las maniobras, condiciones y situación de las huellas y vestigios que se producen en cada uno de los participantes y en el lugar de los hechos son muy particulares y proporcionan una base científica para identificar con claridad cuáles evidencias constantes y circunstanciales se deben a la estrangulación y cuales al ahorcamiento. La muerte violenta por estrangulación es característica de homicidios, pero no puede descartarse la existencia de casos de suicidios o por accidentes. La estrangulación es la forma de muerte violenta producida por la constricción del cuello mediante la aplicación de una fuerza activa que actúa por intermedio de un lazo, las manos, el antebrazo o cualquier otra estructura rígida. De acuerdo a ello, existen variedades de estrangulación, destacando las efectuadas a lazo, a mano y antebraquial. En el mecanismo de estrangulación homicida, siempre interviene uno o más individuos ejerciendo fuerza muscular potente con un agente constrictor sobre el cuello de la víctima o utilizando las manos, a efecto de bloquear la libre circulación sanguínea y de oxigenación a los pulmones, ocasionando a veces la fractura de los cartílagos de la zona comprimida y marcando al exterior signos del agente constrictor. Las maniobras que se realizan para consumar la estrangulación difieren cuando las etiologías son suicidio, homicidio o accidental. En la etiología homicida, el autor generalmente usa los mismos agentes constrictores que los utilizados para la ahorcadura o sus propias manos. Cualquiera de los agentes constrictores son enredados al cuello de la víctima consciente o inconsciente y tirados ejerciendo fuerza muscular. En las maniobras llevadas a cabo utilizando un lazo se concretan en menor tiempo que las efectuadas con las manos, considerando desde el inicio hasta el final de dichas agresiones, toda vez que es generalmente el cansancio y agotamiento, tanto de la víctima como del victimario, lo que determina la conclusión del hecho, no sin antes haber existido alguna otra lesión previa de importancia que predispone generalmente a vivir o a morir. Por lo general, los agentes constrictores son abandonados por el autor en el escenario del suceso, ya sea alrededor del cuello de la víctima, cercano o distante a ésta. Cuando el autor de una estrangulación homicida realiza el ataque situándose por cualquiera de los flancos, retaguardia o vanguardia de la víctima, estando ésta inconsciente o si se trata de un recién nacido o corta edad, es difícil que se hallen signos de defensa por lo que no se registraran indicios, evidencias o huellas que indiquen forcejeo o lucha al momento de la agresión mortal. Cuando la víctima esta consciente y cuenta con medios de defensa y los utiliza, es probable que produzca en el agresor excoriaciones dermoepidérmicas por rasguño o arañazo, contusiones en antebrazo, mano y cara, estigmas ungueales, arrancamiento de cabello del agresor que puede hallarse en ropas, muebles, piso y manos de la víctima –sobre todo debajo de las uñas de ésta-, así como desgarros en las ropas superiores. Es decir que, la estrangulación va precedida de violencia, que se traducirá en el desorden del lugar del hecho que deberá tratarse de la misma forma que para el ahorcamiento. En casos de estrangulación homicida cuyos cuerpos se hallen desnudos o semidesnudos en la región inferior, se debe verificar con exámenes meticulosos de los genitales y ano, toma de muestras y ropa intima, ya que puede ir acompañado de agresión sexual ante o post mortem.

Sofocación.
En la investigación de muertes violentas también se presenta la sofocación, cuya etiología proviene de cualquiera de los mecanismos que a continuación se señalan y, como en los anteriores casos, se habrá de estar atentos a las evidencias físicas constantes y circunstanciales, con el objeto de concluir satisfactoriamente el caso que se presente para la investigación criminalística. Los mecanismos por los cuales se puede ocasionar la muerte violenta por sofocación incluyen:
a. Por aire confinado.
b. Por compresión toraco-abdominal.
c. Por enterramiento.
d. Por oclusión de los orificios respiratorios, y
e. Por introducción de cuerpos extraños.

Proyectil.
Las muertes violentas producidas por proyectil de arma de fuego, requieren de una metodología criminalística tanto de campo como en el laboratorio, la cual incluye desde luego estudios de Criminalística de campo, Criminalística identificativa (para el arma de fuego y los casquillos), química forense, fotografía y medicina forense. La metodología, técnicas y conocimientos que deben ser aplicados para la investigación criminalística de éste tipo de muertes violentas, incluye la protección del lugar de los hechos, continuando con la meticulosa observación del lugar, fijándolo a través de las técnicas de descripción escrita, fotografía forense y planimetría. Posteriormente se hace un rastreo escrupuloso y lo más detallado posible en la búsqueda de indicios tanto asociativos como no asociativos al hecho, utilizando las técnicas propias al efecto de llevar a cabo la localización, recolección y debido embalaje de los indicios  coleccionados, para mediante cadena de custodia sean suministrados a las diferentes áreas o secciones especializadas de laboratorio de criminalística.

 Tránsito.
El estudio de las muertes violentas producidas por hechos de tránsito terrestre, ya sean colisiones entre dos o más vehículos, atropellamientos, volcaduras o proyecciones contra cuerpos fijos, ha de tenerse sumo cuidado en observar todas aquellas huellas, vestigios e indicios que queden registrados en el lugar de los hechos, ya sea sobre la carpeta asfáltica, las banquetas, camellones y guarniciones, así como otros soportes y objetos. De igual manera se tendrá mucho cuidado en hacer una observación lo más detallada posible sobre el vehículo automotor productor de la muerte y sobre la víctima del delito. Todas las marcas y señales son evidencias útiles de reconstrucción para conocer el mecanismo del hecho y deben consignarse en la fe ministerial y en los informes emitidos por los peritos con la mayor exactitud durante el periodo de averiguación previa. Lo anterior obedece a que las diligencias derivadas de la investigación criminalística completa de los hechos de tránsito productores de la muerte, van a ser de utilidad para orientar a los peritos de tránsito terrestre, quienes tendrán elementos auténticos y suficientes para configurar técnicamente sus opiniones periciales sobre el hecho que se investiga, logrando que resulten confiables por ser lo más apegados a la realidad.

La Criminalística y su estudio.
Tomando en consideración que la criminalística tiene el objeto material o de estudio precisamente en el estudio de las evidencias físicas que se utilizan en la comisión de hechos presuntamente delictuosos, aplicando la tecnología y metodología científica, con el establecimiento de verdades generales y particulares, donde los indicios producidos y los objetos e instrumentos utilizados, son identificados, estudiados y explicados con objeto de conocer su relación y sus manifestaciones, así como para determinar las formas y mecanismos realizados e identificar a las víctimas en su caso y a los presuntos responsables y demás involucrados, a fin de conocer finalmente la verdad del hecho o fenómeno investigado. No debe olvidarse que cada una de las disciplinas científicas de la criminalística en general, también con base en el estudio científico de las evidencias materiales, tienen bien definidos sus objetivos particulares y específicos que se satisfacen con conocimientos, metodología y utilización de tecnologías adecuadas. Por lo hasta aquí analizado, es posible comprender de manera definitiva que la criminalística general, está constituida de conocimientos universales sistemáticamente estructurados. Así mismo tiene objetivos perfectamente definidos que cumplir y en sus actividades científicas, cuenta con principios y se apoya de los métodos para investigar, explicar y predecir correctamente los fenómenos relacionados en la comisión de hechos presuntamente delictuosos en todas sus modalidades. En esta tesitura es dable sostener que la criminalística es una ciencia natural multidisciplinaria que reúne en sus estudios conocimientos universales, sistemáticamente ordenados, verificables y fiables. Sus explicaciones son científicas y dentro de las genéticas, teleológicas, probabilísticas y deductivas, se apoya en estas últimas aplicando premisas verdaderas obtenidas inductivamente para llegar a conclusiones verdaderas. En sus tareas y su estudio, va implícito el método analógico para las demostraciones científicas no experimentales y para otras especificaciones recurre al análisis y a la síntesis como métodos de estudio y lograr el aporte de resultados fiables.

Métodos a seguir en la investigación Criminalística en el laboratorio.
Los trabajos científicos de la criminalística en el laboratorio se realizan con la utilización del método general de las ciencias naturales, conocido como método inductivo, con sus tres pasos fundamentales que son la observación, hipótesis y experimentación. Este método en el laboratorio se conoce como el de comprobación o experimentación y es con el que se van a efectuar las tareas científicas de los hechos o suministrados por otros medios, de tal suerte que los resultados puedan ser aprovechados e interpretados adecuadamente para conocer su intervención en el hecho que se investiga y mostrarlo como evidencias de la verdad, cuya evaluación de los resultados obtenidos la harán los órganos que tienen como finalidad la administración y procuración de justicia. En el laboratorio de criminalística es recomendable aplicar el método científico con todos los pasos sistematizados que le caracterizan y por ello los expertos o peritos en criminalística en la actualidad y de acuerdo con las necesidades científicas y trabajos realizados en sus diferentes disciplinas, aplican metodologías convenientes y sistemáticamente estructuradas con base en su experiencia y conocimientos, así como de conformidad con la problemática específica que deban resolver. Todo lo anterior obedece al amplio campo de investigación criminal que abarca la ciencia en estudio.

Criminalística de campo
Es la investigación que se lleva a cabo en el propio lugar de los hechos. El escenario del crimen, como también se le denomina, es una fuente invaluable de información. Por lo general, el perito en Criminalística de Campo y el perito en Fotografía Forense son los que la realizan. Serán ellos los que acudan en forma conjunta al lugar donde ocurrieron los hechos. A veces se da el caso, de que tengan que ir a otro sitio relacionado con el mismo hecho. Bajo su mando, planteen al Criminalista de Campo todas las dudas que tengan sobre la forma en que fueron cometidos los hechos y sobre la identidad de su autor o autores. Hay lugar para cualquier duda al respecto y ésta será despejada. Es necesaria una comunicación fluidaentre la autoridad y el Criminalista de Campo, ya que permite la celeridad de la investigación y evita extraviarse en el curso de la misma. La labor del Criminalista de Campo se concreta a las etapas siguientes:
a. Proteger y preservar el lugar de los hechos o el escenario del crimen.
b. Observar todo en forma completa y metódica sin precipitaciones.
c. Fijar lo observado mediante la descripción escrita, clara, precisa.
d. Trasladarlo a la planimetría, el dibujo forense y la fotografía forense.
e. En caso de ser necesario, se recurrirá al moldeado.
f. Levantar, embalar y etiquetar los indicios.
g. Trasladar los indicios al laboratorio.
h. Se debe estar muy atento para preservar la "cadena de custodia", la cual nunca deberá ser descuidada.

Balística forense.
La Balística es la ciencia que tiene por objeto el cálculo del alcance, dirección y comportamiento de los proyectiles. Tiene cuatro ramas principales: La Balística interna, Balística externa, Balística de efectos y, Balística identificativa o comparativa. Por su parte la Balística Forense es la aplicación judicial de la Ciencia Balística o la Ciencia Balística aplicada al esclarecimiento de los hechos. Participa de todas las ramas en que se divide la Ciencia Balística y en exclusiva de la Balística identificativa o comparativa. La problemática que tiene que resolver la Balística Forense sigue un camino inverso a la planteada a la Ciencia Balística Clásica. Para ésta un problema podría ser la munición y arma a utilizar para conseguir unos efectos en un blanco determinado, mientras que para la balística Forense, sería que, a la vista de los efectos producidos en tal blanco, se determine el arma y cartucho o munición utilizada, la distancia y el ángulo de tiro, la trayectoria, el número de disparos efectuados, y si se recoge vaina y/o proyectil, determinar si ha sido disparado o no por el arma sospechosa. La Balística Identificativa como rama propia de la Balística Forense, estudia las relaciones de identidad existente entre las lesiones producidas en vaina y bala por el arma utilizada y los elementos o partes de dicha arma que producen las citadas lesiones. La Balística Identificativa parte del principio general de que todas las armas imprimen carácter a los elementos no combustibles integrantes del cartucho utilizado, en base a que, para dicha utilización, una serie de piezas mecánicas y partes del arma actúan sobre los elementos iniciador y contenedor del cartucho (cápsula y vaina), y sobre su elementos proyectado (bala). La identificación de un arma se basa en primer lugar en la coincidencia de las lesiones de clase, comunes, en principio, a todas las armas de la misma marca y modelo, y fundamentalmente en la correspondencia, en forma y ubicación de las microlesiones específicas o individualizadas.

Documentoscopía.
La Documentoscopía es la disciplina que se ocupa del examen de documentos para dictaminar su autenticidad o las posibles alteraciones de que haya sido objeto. La documentoscopía es una técnica muy antigua y desde sus inicios ha estado ligada a la criminalística. Hay referencias históricas a través de todas las épocas de la humanidad, en el antiguo imperio chino, romano, en la Edad Media, y en la actualidad se constituye en una ayuda vital dentro de la dinámica época actual. Antiguamente fue conocida como área de grafoscopía, debido al énfasis en el estudio de la escritura, sin embargo, el volumen, cantidad, complejidad y crecimiento del tipo de dictámenes solicitados hicieron variar no sólo su nombre sino también su pasada condición de área. Se utilizan básicamente lentes de distintas dioptrías (aumentos), fuentes de luz y filtros con los que se lleva a cabo observaciones físico comparativas que caracterizan este tipo de trabajo. De esta manera ingresan toda clase y tipo de documentos, tales como cheques de caja, personales, cheques de viajeros, facturas, recibos, anónimos, pasaportes, tarjetas de crédito, de débito, pólizas de seguros, tomos de protocolos de abogados, marchamos, placas provisionales, licencias, etiquetas y envoltorios de productos, cédulas, entre otros.

Dactiloscópica.
Es el conjunto de técnicas y procedimientos que tienen como propósito el estudio y clasificación de las huellas digitales. Procede del griego Daktilos (dedos) y Skopien (observar). Mediante esta ciencia puede determinarse la identidad de un individuo con una certeza absoluta. Se llama dactilograma a la impresión de una huella dactilar impregnada en tinta y posada en papel. En todo caso la Dactiloscopía es la ciencia que se propone la identificación de la persona físicamente considerada por medio de la impresión o reproducción física de los dibujos formados por las crestas papilares de las yemas de los dedos de las manos. El objeto material o de estudio de la Dactiloscopía, son los dactilogramas existentes en las yemas de los dedos de las manos y las impresiones papilares que éstos dejan, ya sea por secreción sudorípara o por coloración de alguna sustancia. Tiene la finalidad de realizar estudios comparativos e identificativos de sus figuras y determinar inequívocamente la identidad de personas vivas o muertas, cuyos dactilogramas se encuentren en buenas condiciones. Los sistemas dactiloscópicos se fundamentan en tres principios básicos que son la perennidad, la diversidad y la inmutabilidad, aunque algunos especialistas agregan otros principios tales como la individualidad, la inalterabilidad, la especificidad, la posibilidad y facilidad de clasificación. Las huellas dactilares son perennes atendiendo a que las crestas del dibujo dactilar se forman a partir de la sexta semana de gestación en el útero y participan en el crecimiento y desarrollo de la persona hasta su muerte, incluyendo los procesos de momificación y putrefacción. Son de formas diversas por el sinnúmero de dibujos caprichosos que adquieren las crestas papilares y los puntos característicos que se distribuyen particularmente en los dactilogramas, haciéndolos absolutamente individuales sin que hasta la fecha se hayan encontrado dos huellas digitales idénticas. Y por último, son inmutables ya que los dibujos dactilares no varían en sus características individuales y porque no les afectan fenómenos patológico, e inclusive en caso de desgaste voluntario o involuntario el tejido epidérmico de las huellas se regenera hasta formar su dibujo original en aproximadamente quince días.

Grafoscopía.
Es la disciplina que se ocupa del examen de los grafismos con el fin de establecer la autenticidad del origen gráfico de firmas o manuscritos, determina la técnica de la falsificación e identifica al autor de la misma. Determinar el origen gráfico tras un análisis minucioso y técnico, no siempre la mano que trazó se utiliza como medio de expresión gráfica puede ser cualquier miembro del cuerpo y así con suficientes elementos de confrontación llegar a una verdad histórica. La función del perito en grafoscopía se enfoca en: Obtener pruebas de escritura de las personas cuya firma o manuscripción se atribuye. Obtener de ser posible, documentos con contenido contemporáneo al impugnado. Examinar la temporalidad de los documentos. Verificar que se trate de documentos originales. Dictaminar sobre la autenticidad o falsificación de las firmas o manuscritos sometidos o peritación. La escritura es método de identificación humano, es una función de la mente consciente y subconsciente, de los movimientos musculares y nerviosos del cuerpo. (Letras, números, símbolos y firmas). Su valor como método de identificación humana radica en el hecho de que en su ejecución involuntaria o automática se plasman una cantidad de características individuales que permiten la identificación de un determinado escritor. En el proceso de aprendizaje del acto escritural las personas aprenden formas o  convencionalismos de cómo hacer las letras ya sean en letra tipo cursiva o en letra tipo imprenta, sin embargo, estas formas no son mantenidas por mucho tiempo sino que las mismas son variadas por influencias como por ejemplo la observación de escrituras de otras personas cercanas y por el hábito motor de cada uno de nosotros. De esta manera se gesta en el interior una personalidad gráfica que queda archivada en la memoria prácticamente irreproducible en forma espontánea y exacta por un escritor distinto al original. Las formas o convencionalismos son denominados en criminalística como características de clase.
La escritura está sujeta a circunstancias externas o internas al ser humano que según su intensidad van a provocar variaciones que afectarán en mayor o menor grado la producción espontánea de automatismos. Por ejemplo, estados emocionales, enfermedades físicas, edad, o circunstancias extremas del clima, entre otras. A su vez el factor caligráfico es el nombre técnico que recibe una determinada característica individual hallada en la escritura. Dentro de estos factores se incluyen:
a. Forma particular de hacer caracteres de escritura: adornos o trazos agregados en letras, símbolos o números.
b. Trazos iniciales y finales en los caracteres de escritura: de estos se observará su orientación, forma y tipo de presión ejercida en su construcción.
c. Acentuaciones, signos de puntuación, admiración e interrogación: los aspectos a detallar son su posición forma y tamaño.
d. Márgenes: relación de distancia establecida con respecto de la parte superior, inferior, izquierda y derecha del documento donde se escribe.
e. Distancias en la escritura: específicamente la relación existente entre letras, sílabas, palabras, símbolos, números y párrafos.
f. Posición de la escritura en la línea base: ascendente, descendente, elevada, irregular o ajustada a la línea imaginaria o real que le sirve de base.
g. Calidad de línea: juegos de presión y velocidad manifestados en la escritura enferma rítmica.
h. Inclinación de la escritura: en relación con un eje perpendicular al plano, hacia la izquierda, a la derecha, irregular, o perpendicular.
i. Ortografía, con omisiones espontáneas de reglas ortográficas.
j. Enlodamientos en tamaño, orientación y volumen de los enlodamientos en letras tales como la g, f, z, q, 1.

Fotografía forense.
La Fotografía Forense es un arte y una técnica auxiliar de la investigación criminalística que permite fijar y reproducir imágenes de personas, lugares y objetos que estén relacionados con hechos sujetos a investigación pericial. Permite ilustrar los dictámenes periciales de otras especialidades forenses, con el fin de representar fotográficamente los escenarios y todos los demás elementos que sirven a expertos investigadores, autoridades y abogados para contar con un registro gráfico de un determinado lugar, momento y circunstancias específicas de un hecho. El objetivo general de la fotografía forense es el de reproducir la totalidad de los elementos cromáticos en el examen del lugar de los hechos, la identificación de los objetos, la fijación del sitio donde se localizó la evidencia, así como las características del mismo, reuniendo exactitud y nitidez. Es una valiosa técnica de extensa aplicación Criminalística. Debe cumplir con dos condiciones principales: exactitud y nitidez. Con el fin de obtener estos requisitos es necesario utilizar un material adecuado, tanto en lo que se refiere a la totalidad del aparato fotográfico en sí, como al material fílmico, ya sea en negativos y positivos. Como se ha mencionado anteriormente, la fotografía tiene en la actualidad un amplio campo de aplicaciones en todas las ramas de la criminalística. Su versatilidad ha permitido registrar y conocer datos que pasarían desapercibidos durante la observación, a simple vista, de personas, lugares u objetos. De igual forma, sirve para complementar las descripciones escritas, como el caso de los planos realizados. La fotografía en color reproduce la totalidad de los elementos cromáticos que las placas fotográficas en blanco y negro no detectan. Permite obtener ventajas para examinar el lugar de los hechos, la identificación de objetos, la fijación del sitio donde se localizó la evidencia, así como las características del mismo. La impresión en color permite destacar los orificios producidos por armas de fuego, proyectiles y casquillos Hace posible la distinción entre la sangre y otros fluidos, entre otras múltiples utilidades.

Explosivos e incendios.
La rama de la Criminalística que se ocupa de la investigación científica y de los efectos del fuego o de una onda explosiva sobre bienes muebles o inmuebles, es la de Explosivos e incendios. El Incendio, se refiere a un fuego no controlado de grandes proporciones que puede surgir súbita, gradual o instantáneamente y puede llegar a ocasionar lesiones o perdida de vidas humanas, animales, materiales o deterioro ambiental. Es una reacción química de combustión que necesita tres componentes (Triángulo del Fuego) para su inicio, desarrollándose, luego, una propagación en cadena:
a. Combustible (madera, gasolina, propano, magnesio, etc.).
b. Comburente (normalmente el oxígeno del aire).
c. Fuente de ignición (cigarrillos, instalación eléctrica, chispas, soplete, electricidad estática, reacciones exotérmicas, etc.).
d. La Explosión es la conversión instantánea de la energía potencial química o mecánica en energía cinética, con producción y liberación de gases, flama o en la liberación de un gas que estaba a presión, así como mover, cambiar o lanzar los materiales, objetos, personas, que hay alrededor. La explosión puede ser difusa, concentrada y mecánica.
e. Una explosión química también es una reacción de combustión, pero que ocurre a una velocidad muy rápida, con lo que se genera undesprendimiento muy grande de energía en muy poco tiempo. Normalmente, se da por generación de gases o vapores inflamables en recintos cerrados (túneles de secado, cabinas de pintura, entre otros).Los incendios y explosiones, aunque representan un porcentaje bajodel conjunto de accidentes con lesiones generan pérdidas económicascuantiosas.
Los materiales utilizados en la construcción, según su reacción ante el fuego se clasifican en cinco clases: M0 (no combustibles), M1, M2, M3 y M4 (inflamabilidad alta). El comportamiento ante el fuego exigido a los elementos estructurales se define por su Resistencia al Fuego (RF) expresada en minutos, que representa el tiempo mínimo que un elemento estructural expuesto a la llama podría soportar el calor sin perder sus características portantes. Los estudios criminalísticos en materia de explosivos e incendios, se realiza a través de investigaciones de campo de los siniestros para conocer las causas que lo originaron, se dictamina en ocasiones en relación a origen, trayectoria, evolución, efectos. Se señalan las medidas de seguridad que se observarán para el manejo de materiales peligrosos y se dictaminan los artefactos que puedan ser utilizados con fines criminales.

 Tránsito Forense.
El estudio de Tránsito forense o de los hechos de tránsito, es la parte de la Criminalística que se ocupa de la investigación técnico – científica de los hechos de tránsito utilizando fundamentalmente los conocimientos físico-matemáticos. El tipo de información que se obtiene a través del estudio criminalístico en materia de tránsito forense es de dos tipos: Información subjetiva, que es la que proporciona elementos en forma indirecta, a través de documentos generalmente concentrados en el expediente de que se trate e, Información objetiva, que son todos aquellos datos que el perito obtiene directamente tanto del análisis del lugar de los hechos como de la revisión de los vehículos involucrados. En todo caso, se ha de informar a la institución correspondiente de la imposibilidad de dictaminar sobre determinado hecho, ante la falta de elementos, exponiendo los razonamientos respectivos. El aumento del flujo vehicular en los últimos años obliga a la investigación criminalística en tránsito terrestre a intervenir en diversos asuntos relacionados con hechos presuntamente delictuosos, tales como colisión de vehículos contra un objeto fijo, colisión de dos o más vehículos, colisión de un vehículo contra un peatón, volcaduras, caída de una persona desde un vehículo en movimiento, colisión de un vehículo contra un semoviente, contra objeto fijo, de la producción de daños causados por vehículos, incendio de un vehículo a causa de colisión o volcadura, daños o lesiones causadas por un vehículo e incluso de homicidios causados por atropellamiento o choque. El estudio criminalístico en materia de tránsito terrestre, se hace por perito que dictaminará la dirección que llevaban los vehículos, la forma del choque, el lugar, la velocidad a que eran conducidos y la causa probable de siniestro. También a él, le compete establecer cual de los conductores fue el que hizo caso omiso de las señalizaciones, analizar las volcaduras, los hechos en los que esté involucrado un vehículo contra peatón y la colisión de dos o más vehículos.

Química Forense.
Es la ciencia que en apoyo de la Criminalística de campo, estudia los indicios susceptibles de análisis con técnicas químicas, entre estos estudios se encuentran los toxicológicos para el aislamiento, identificación y determinación cuantitativa de las llamadas drogas de abuso, así como otro tipo de sustancias que afectan de alguna manera al individuo que haya estado relacionado con un hecho delictivo, las pruebas para la identificación de residuos por disparo de arma de fuego, etcétera. Entre las muestras utilizadas para este fin, pueden encontrarse vísceras procedentes de una necropsia, fluidos biológicos de individuos vivos (sangre, orina), productos sospechosos hallados en el lugar de los hechos (líquidos, sólidos, vegetales). Es a su vez una rama de la química fundamentalmente analítica, cuyo campo de acción se proyecta a la investigación de probables hechos delictuosos, teniendo como base el Método Científico Experimental. Busca analizar todos aquellos indicios para su identificación, cuantificación y clasificación desde el punto de vista químico, en auxilio de los órganos encargados de procurar y administrar justicia. La química forense tiene diversas clases de intervenciones en la investigación criminalística, principalmente en la investigación de hechos relacionados con delitos contra la salud, en el rastreo de drogas, en la práctica de estudios toxicológicos, realizando pruebas en hechos relacionados con disparos de armas de fuego, cuando existen indicios hemáticos, en análisis comparativos, en alteraciones de productos, en delitos ambientales, determinación de alcohol y diversas sustancias tóxicas en organismos vivos o muertos, entre otras actividades de interés criminalístico.

Técnicas forenses de laboratorio.
Existen diversas técnicas específicas empleadas en el laboratorio criminalístico, las cuales dependiendo de la disciplina de que se trate se ajustarán a los principios y protocolos metodológicos particulares. En hematología forense, para la identificación de manchas supuestamente de sangre, se aplica la prueba de fenolftaleína o la prueba de hematina (cristales de Teichman). Para conocer si la sangre es humana o de animal, se aplica la prueba de precipitinas. También se determinan los grupos sanguíneos y subgrupos, incluyendo el factor rH, y se realizan exámenes químico – toxicológicos en lasangre, ya sea de individuos vivos o muertos. En toxicología, para identificar ácido cianhídrico y cianuros, se realiza la reacción de azul de Prusia. Para identificar arsénico se aplica la reacción de Gutzeit. Para estricnina se utiliza la reacción de Marchand Otto. Para barbitúricos, se utiliza la reacción de Zwikker. Para identificar alcaloides, se aplican las reacciones de Marquis y Wagner. Para identificar marihuana, se aplican las reacciones de Duquenois Levine y la se Azul rápido, complementadas con el examen microscópico de las hojas para identificar los pelos fitolíticos. Por otra parte, para identificar otras drogas, se utilizan las cromatografías en papel y de gases. La reacción de tetrazolio, es útil para detectar Cannabis en saliva. Y la técnica de Elemit, ayuda a detectar tetracannabinol en la orina. En la identificación y estudio comparativo de pelos, se establece si son humanos o de animal, el sexo en los humanos y la raza en los animales, también en los humanos se determina la región corporal de procedencia, que pueden ser de la cabeza, barba, bigote, pestañas, cejas o vellos de las extremidades y tórax, axilas o pubis, o en su caso si son sintéticos. Así mismo, con exámenes microscópicos, se sabrá si el pelo fue quemado, cortado, fracturado, arrancado o si se cayó por sí mismo. Para efecto de estudios comparativos de pelos provenientes de la cabeza o del pubis, se debe tomar de la cabeza varias muestras de las regiones temporal, parietal, frontal y occipital, y del pubis por lo menos doce pelos largos y completos. Respecto del estudio de las sustancias relacionadas con actividades de fármaco dependencia, se realiza la identificación forense de LSD, benzodiazepinas, opio y sus derivados, cocaína y sus derivados, alucinógenos del grupo de la ergotamina, DMT y metanfetaminas y sus derivados. En el estudio e identificación criminalística de otras evidencias, se analizan y comparan fibras, pinturas automotivas, tintas invisibles, tintas fluidas, de bolígrafo y de máquina de escribir o impresoras y, en general las técnicas específicas que sean requeridas para el estudio minucioso de las evidencias.

Resultados derivados de la aplicación metodológica de la Criminalística en: El lugar de los hechos.
En la búsqueda de resultados positivos desde el inicio de las investigaciones, es adecuado iniciar con una inspección general y meticulosa del lugar y los elementos que en él se encuentren, así como tener en cuenta que para que la inspección sea de la mayor utilidad, resulta imprescindible que todos los objetos, importantes o no que se encuentren en el lugar de los hechos, permanezcan intactos, sin modificación alguna que cambie la posición de los mismos, para ello resulta indispensable la utilización de métodos de fijación del lugar tales como la fotografía forense. Es recomendable que en la evaluación inicial del lugar de los hechos el estudio criminalístico sea llevado con rigurosa metodología y sujeción a las reglas y principios básicos tanto de la ciencia como también siguiendo la intuición de quién realiza la inspección, siendo de utilidad plantearse preguntas o hipótesis iniciales que puedan corroborarse o desecharse tras la investigación profunda de los hechos e indicios encontrados. Cabe decir que las preguntas iniciales resultan de particular interés y, se buscará darles contestación inicial con sentido común, pero empleando la experiencia y a través de la aplicación de métodos científicos se podrá solamente corroborar si en efecto los indicios son testigos mudos que no mienten. En las investigaciones criminalísticas, se podrá dar solución satisfactoria a cualquier problema planteado, si se aplican correctamente tanto la metodología como las técnicas, ya en el lugar de los hechos, ya en el laboratorio de criminalística, sin menoscabar la base fundamental derivada del sentido común y de la experiencia, que se desarrollarán y aplicarán adecuadamente con el apoyo metodológico propio de la criminalística. Existen diversos protocolos criminalísticos a seguir en la investigación de los hechos, los cuales dependen del tipo de hecho que se investigue, así como la experiencia técnica con que cuente el criminalista, no obstante, se pueden establecer ciertos principios básicos y fundamentales que sirven para todos los casos de investigación criminalística, en la búsqueda de un buen desarrollo de la investigación. A continuación se enumeran estos principios, haciendo la aclaración que solamente habrán de ser tomados como una aproximación de abordaje criminalístico de investigación en el lugar de los hechos.
1.- Llegar con rapidez al lugar de los hechos y tener siempre en cuenta que entre más tiempo transcurra el indicio tenderá a desaparecer o desvanecerse, así como también que el autor de los hechos o delincuente puede escapar de la acción de la justicia.
2.- Proteger el lugar de los hechos sin escatimar ningún esfuerzo, buscando en todo caso no tocar ni mover nada hasta que el personal abocado a la investigación haya fijado el lugar de los hechos.
3.- En el caso de investigación de lesiones cuando la víctima esté aún con vida, se procederá de inmediato a prestarle la atención médica necesaria, procediendo a dibujar una silueta en el lugar de la posición inicial de hallazgo del cuerpo.
4.- Es importante el respeto de la multidisciplinariedad, ya que el personal abocado a la investigación de los hechos en cada una de sus ramas del conocimiento, deberá cumplir de manera eficaz con las funciones derivadas de su especialidad, pero trabajando conjuntamente con los demás miembros del equipo de investigación, toda vez que las funciones de unos tienden a complementar las de los otros.
5.- Los primeros funcionarios que deben entrar en el lugar de los hechos, son el Agente del Ministerio Público, el perito fotógrafo y el criminalista, quién solicitará al fotógrafo acerca de las fotografías o tomas específicas que deberán tomarse antes de que entre el médico legista a realizar sus funciones.
6.- La tarea de otros peritos que intervengan, debe hacerse con orden y colaboración mutua, orientando científicamente todos ellos al personal del Ministerio Público y a la policía judicial, quienes en todo momento estarán presentes para efecto de dar fe de la inspección del lugar de los hechos.
7.- Ha de procurarse evitar la presencia de curiosos y personas ajenas a la investigación que puedan resultar inútiles y entorpecer la labor criminalística, con el propósito de obtener mejores y más rápidos resultados en la investigación.
8.- El personal que se aboque a la investigación, debe cumplir a cabalidad y con estricto rigor científico con la inspección ministerial del lugar de los hechos, para poder continuar con la investigación y persecución del hecho presuntamente delictuoso.

El laboratorio.
La criminalística de campo es la que se realiza en los laboratorios de criminalística donde se encuentran los instrumentos usados para el examen de los indicios, ya sea, en ocasiones, con fines de identificación o cuantificación. Se trata de la parte fina de la investigación. En la que se ha podido pasar la investigación, de la época de las aproximaciones a la etapa de las precisiones. Por su parte el Agente del Ministerio Público debe proporcionar las facilidades necesarias y el tiempo para que el perito pueda realizar su trabajo. Cabe señalar, que este último debe ajustarse estrictamente, ni más ni menos, al lapso que el caso requiera. Por ello, no sobra insistir en la importancia de una comunicación permanente entre los integrantes del equipo encargado de la investigación. Resulta a su vez conveniente señalar que los dictámenes resultantes de la práctica de las necropsias se encuentran bajo la  responsabilidad del Servicio Médico Forense de las Procuradurías de Justicia. En cuanto a los estudios histopatológicos y toxicológicos que el caso requiera recaen bajo la misma autoridad. Indiscutiblemente es un hecho que la prueba pericial en tanto, juicio técnico emitido por el perito, cobra mayor importancia en la medida que avanza la ciencia y la tecnología al servicio de la justicia. Pero, es indispensable recordar que siempre quedará  sujeta a la calificación de los juzgadores, de ahí, que su calidad deba ser inobjetable.

Principales recomendaciones para la investigación Criminalística.
Para la investigación criminalística es necesario que en todo momento se procure la sujeción de los métodos, técnicas y procedimientos empleados a protocolos específicos y sistemáticamente estructurados con el propósito de ajustarse en la medida de lo posible, a criterios científicos de validación de las investigaciones y en ese sentido fiabilidad en los resultados o dictámenes emitidos. Usualmente se menciona en la mayoría de los textos especializados, que existen siete preguntas básicas o “de oro” de habrán de plantearse en el desarrollo de la investigación criminalística, a saber: ¿Qué?, ¿quién?, ¿cuándo?, ¿cómo?, ¿con qué? y ¿por qué? Así pues, para la búsqueda de resultados positivos desde el inicio de las investigaciones criminalísticas, es conveniente iniciar con una inspección general y meticulosa del lugar y los elementos que en él se encuentren, así como tener en cuenta que para que la inspección sea de la mayor utilidad, resulta imprescindible que todos los objetos, importantes o no que se encuentren en el lugar de los hechos, permanezcan intactos, sin modificación alguna que cambie la posición de los mismos, para ello resulta indispensable la utilización de métodos de fijación del lugar tales como la fotografía forense. Es recomendable que en la evaluación inicial del lugar de los hechos el estudio criminalístico sea llevado con rigurosa metodología y sujeción a las reglas y principios básicos tanto de la ciencia como también siguiendo la intuición de quién realiza la inspección, siendo de utilidad plantearse preguntas o hipótesis iniciales que puedan corroborarse o desecharse tras la investigación profunda de los hechos e indicios encontrados. Cabe decir que las preguntas iniciales resultan de particular interés y, se buscará darles contestación inicial con sentido común, pero empleando la experiencia y a través de la aplicación de métodos científicos se podrá solamente corroborar si en efecto los indicios son testigos mudos que no mienten. En las investigaciones criminalísticas, se podrá dar solución satisfactoria a cualquier problema planteado, si se aplican correctamente tanto la metodología como las técnicas, ya en el lugar de los hechos, ya en el laboratorio de criminalística, sin menoscabar la base fundamental derivada del sentido común y de la experiencia, que se desarrollarán y aplicarán adecuadamente con el apoyo metodológico propio de la criminalística. Existen diversos protocolos criminalísticos a seguir en la investigación de los hechos, los cuales dependen del tipo de hecho que se investigue, así como la experiencia técnica con que cuente el criminalista, no obstante, se pueden establecer ciertos principios básicos y fundamentales que sirven para todos los casos de investigación criminalística, en la búsqueda de un buen desarrollo de la investigación. A continuación se enumeran estos principios, haciendo la aclaración que solamente habrán de ser tomados como una aproximación de abordaje criminalístico de investigación en el lugar de los hechos:
1.- Llegar con rapidez al lugar de los hechos y tener siempre en cuenta que entre más tiempo transcurra el indicio tenderá a desaparecer o desvanecerse, así como también que el autor de los hechos o delincuente puede escapar de la acción de la justicia.
2.- Proteger el lugar de los hechos sin escatimar ningún esfuerzo, buscando en todo caso no tocar ni mover nada hasta que el personal abocado a la investigación haya fijado el lugar de los hechos.
3.- En el caso de investigación de lesiones cuando la víctima esté aún con vida, se procederá de inmediato a prestarle la atención médica necesaria, procediendo a dibujar una silueta en el lugar de la posición inicial de hallazgo del cuerpo.
4.- Es importante el respeto de la multidisciplinariedad, ya que el personal abocado a la investigación de los hechos en cada una de sus ramas del conocimiento, deberá cumplir de manera eficaz con las funciones derivadas de su especialidad, pero trabajando conjuntamente con los demás miembros del equipo de investigación, toda vez que las funciones de unos tienden a complementar las de los otros.
5.- Los primeros funcionarios que deben entrar en el lugar de los hechos, son el Agente del Ministerio Público, el perito fotógrafo y el criminalista, quién solicitará al fotógrafo acerca de las fotografías o tomas específicas que deberán tomarse antes de que entre el médico legista a realizar sus funciones.
6.- La tarea de otros peritos que intervengan, debe hacerse con orden y colaboración mutua, orientando científicamente todos ellos al personal del Ministerio Público y a la policía judicial, quienes en todo momento estarán presentes para efecto de dar fe de la inspección del lugar de los hechos.
7.- Ha de procurarse evitar la presencia de curiosos y personas ajenas a la investigación que puedan resultar inútiles y entorpecer la labor criminalística, con el propósito de obtener mejores y más rápidos resultados en la investigación.
8.- El personal que se aboque a la investigación, debe cumplir a cabalidad y con estricto rigor científico con la inspección ministerial del lugar de los hechos, para poder continuar con la investigación y persecución del hecho presuntamente delictuoso.
Cabe recordar que existen determinadas reglas que han de seguirse para proteger y preservar el lugar de los hechos, cuyas bases fundamentales han sido reconocidas por eminentes criminalistas, aunque desde luego debe adaptarse y actualizarse de conformidad con las necesidades específicas de los hechos a investigar así como la experiencia y prácticas contemporáneas.
A. Si el hecho ocurre en un lugar abierto tal como una carretera, casa de campo, rancho, sembradío, granja u otro similar, debe establecerse un perímetro o radio de protección de al menos 50 metros a la redonda, tomando como centro el lugar de los hechos.
B. Cuando el hecho sucede en un lugar cerrado tal como una vivienda, departamento, cuarto, almacén, oficina, bodega o casa habitación entre otros, todas las entradas y salidas al lugar deben de ser vigiladas con el fin de evitar la posible huída del autor en el caso de que éste se encontrare todavía en el sitio, además de impedir que pueda alterarse el sitio o el ingreso de personas extrañas al mismo.
C. Los policías o primeros funcionarios que lleguen al lugar y que tomen conocimiento de los hechos, en todo caso han de abstenerse de tocar o mover cualquier cosa, buscando preservar por todos los medios a su alcance la conservación del lugar y de los indicios tal y como se encuentren primitivamente.
D. En el caso de que el policía o funcionario que llegue primero al lugar de los hechos, tuviere la extrema necesidad de tocar o mover cualquier cosa, ha de comunicarlo inmediata y detalladamente que llegue el agente del Ministerio Público y el criminalista, señalando con toda precisión y de manera correcta la posición original que conservaban los objetos, para no desvirtuar las interpretaciones criminalísticas que se hagan.
E. En todo caso estará absolutamente prohibido tocar o alterar la posición de los cadáveres, así como la manipulación de las armas u objetos que estén relacionados o pudieran estarlo, con los hechos, ya sea que los mismos estén en posición, distantes o que rodeen a la víctima.
F. Se pondrá especial cuidado en que el personal que se aboque a la investigación, elija los lugares que va a tocar o pisar, con el fin de que no se borren o alteren las huellas o indicios que pudieran encontrarse en el sitio y que sean de utilidad criminalística.
G. Todo indicio, huella o marca, que estuviera en riesgo de modificarse, alterarse o destruirse, deberá ser protegido de manera adecuada y a la brevedad posible ha de ser levantado con la utilización de las técnicas adecuadas para dicho fin, una vez que se fije el lugar de los hechos.
H. Al concluir la inspección ministerial del lugar, a consideración del agente del Ministerio Público se sellarán las puertas y ventanas a efecto de preservar el lugar de los hechos en caso de que posteriormente pudieran surgir más diligencias aclaratorias.

Criminalística en la actualidad.
Los grandes avances que ha habido en la actualidad en las diversas ramas científicas del conocimiento han producido que las investigaciones criminalísticas contemporáneas también se hayan visto favorecidas en la implementación de técnicas, estudios y análisis cada vez más especializados. A su vez la creciente criminalidad, tanto en nuestro país como en el resto del mundo, particularmente caracterizada por los cada vez mayores en daño y sofisticación atentados contra el orden social, tales como el terrorismo o los casos de delincuencia organizada asociada con las actividades provenientes de delitos contra la salud, ha hecho que las investigaciones criminalísticas se vayan adaptando de manera más detallada a la búsqueda de esquemas y protocolos cada vez más sofisticados y tendientes a combatir al flagelo de la delincuencia. En este sentido, ya no es extraño que se realicen cada vez con mayor frecuencia estudios de identificación a partir del análisis genético y de DNA del material encontrado en el lugar de los hechos, que las técnicas para la búsqueda y localización de sustancias ilícitas se lleve a cabo en el mismo lugar de los hechos, a través de instrumentos especializados de reacción química o cromatográfica inmediata que permitan descubrir éstas sustancias de manera más expedita, de igual manera que la utilización de instrumentos portátiles antidoping o de detección de sustancias ilícitas (incluidos los alcoholímetros) lo que permite mediante la investigación criminalística, atacar situaciones relacionadas con hechos presuntamente delictuosos o inclusive reducir la aparición de los mismos con medidas preventivas. Por su parte la ciencia médica ha enriquecido con sus adelantos, no sólo la investigación forense de hechos violentos, sino que permite cada vez con más profundidad, dilucidar asuntos relacionados con la salud de las personas y que se pueden resolver con modernos procedimientos de medicina forense con aplicación de técnicas criminalísticas de avanzada. La criminalística al igual que la ciencia en general, va avanzando y seguirá haciéndolo en la medida que sea posible y necesario para abordar y combatir los problemas que se presenten y, es por ello que el adecuado conocimiento de sus generalidades, permite un mejor manejo no sólo de la información, sino de los recursos disponibles para el asertivo combate a las conductas criminales.


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