Entendida la
Criminalística como la ciencia natural y penal que mediante la aplicación de
conocimientos, metodologías y tecnología al estudio de evidencias tanto en el
lugar de los hechos presuntamente delictuosos, como en el laboratorio
especializado de criminalística, constituye una herramienta en el análisis del
fenómeno delincuencial que ofrece múltiples ventajas para la procuración y
administración de justicia. Lo anterior no solo es dable para los expertos o
peritos en criminalística, ministerios públicos, jueces y policía judicial,
sino que el abogado postulante debe tener conocimientos firmes de la ciencia criminalística
para poder tener un desempeño profesional que le permita abordar la
criminalidad con estudios técnicos especializados que además de garantizarle
una adecuada función como postulante,
le ofrezca la oportunidad de profundizar en ésta rama del conocimiento científico caracterizada por la multidisciplinariedad de sus ramas y enfoques de análisis.
le ofrezca la oportunidad de profundizar en ésta rama del conocimiento científico caracterizada por la multidisciplinariedad de sus ramas y enfoques de análisis.
Introducción a la Criminalística
La criminalística es
la disciplina es una disciplina que se encuentra dentro de la llamada
enciclopedia jurídico penal y que se
caracteriza por la aplicación de fundamentos de conocimientos, métodos específicos y técnicas de investigación de tres ciencias naturales básicas, a saber, la química, la física y la biología para el examen de material sensible significativo relacionado con algún presunto hecho delictuoso con el propósito de determinar, en auxilio de los órganos encargados de la procuración y administración de justicia, su existencia, su reconstrucción o hacer el señalamiento o precisión de la intervención del o los agentes y sujetos causantes del hecho. De esta manera puede considerarse a la criminalística como un verdadero cúmulo y aplicación de técnicas especializadas tendientes a la búsqueda de los mecanismos y factores de producción de hechos considerados como delitos. Cabe distinguir que como se ha señalado en líneas anteriores, se ha confundido a la Criminalística con la Criminología, lo cual no hace sino demostrar ignorancia de quienes utilizan indistintamente un término por otro, por ello es fundamental la precisión de una definición, objeto y métodos propios de la criminalística. En este sentido ha de quedar perfectamente establecido que la criminalística es una disciplina que reúne las ciencias y conocimientos humanos para descubrir el cómo, cuándo, dónde, con qué y para qué de un crimen, para identificar y descubrir al presunto criminal, así como para poder explicar y reconstruir el crimen. La utilización de la criminalística es indispensable para la investigación de hechos presumiblemente delictivos a efecto de lograr una eficiente procuración y administración de justicia, por esta razón es que ésta área del conocimiento humano debe ser conocida y aplicada por todos los funcionarios que realicen tareas relacionadas con la justicia, de manera primordial los agentes policiales, peritos, Ministerio Público, Jueces, magistrados y, desde luego abogados postulantes.
caracteriza por la aplicación de fundamentos de conocimientos, métodos específicos y técnicas de investigación de tres ciencias naturales básicas, a saber, la química, la física y la biología para el examen de material sensible significativo relacionado con algún presunto hecho delictuoso con el propósito de determinar, en auxilio de los órganos encargados de la procuración y administración de justicia, su existencia, su reconstrucción o hacer el señalamiento o precisión de la intervención del o los agentes y sujetos causantes del hecho. De esta manera puede considerarse a la criminalística como un verdadero cúmulo y aplicación de técnicas especializadas tendientes a la búsqueda de los mecanismos y factores de producción de hechos considerados como delitos. Cabe distinguir que como se ha señalado en líneas anteriores, se ha confundido a la Criminalística con la Criminología, lo cual no hace sino demostrar ignorancia de quienes utilizan indistintamente un término por otro, por ello es fundamental la precisión de una definición, objeto y métodos propios de la criminalística. En este sentido ha de quedar perfectamente establecido que la criminalística es una disciplina que reúne las ciencias y conocimientos humanos para descubrir el cómo, cuándo, dónde, con qué y para qué de un crimen, para identificar y descubrir al presunto criminal, así como para poder explicar y reconstruir el crimen. La utilización de la criminalística es indispensable para la investigación de hechos presumiblemente delictivos a efecto de lograr una eficiente procuración y administración de justicia, por esta razón es que ésta área del conocimiento humano debe ser conocida y aplicada por todos los funcionarios que realicen tareas relacionadas con la justicia, de manera primordial los agentes policiales, peritos, Ministerio Público, Jueces, magistrados y, desde luego abogados postulantes.
Criminalística como ciencia.
Entendida la
criminalística como el área de conocimientos necesaria en la investigación de
hechos presuntamente delictuosos, cabe hacer la aclaración si se trata de una
disciplina o bien de una ciencia. Lo anterior obedece a que diversos
tratadistas lo abordan de una u otra manera, sin embargo, es necesario dejar
acotado si en verdad posee los lineamientos para considerarse como una ciencia.
Desde los inicios de la aplicación criminalística para la solución de casos
relacionados con crímenes, ha quedado de manifiesto su importancia, la cual adquiere
mayor relevancia en la solución de los casos o asuntos penales –ya sea a nivel
ministerial o como causa penal- de mayor complejidad que se llegan a presentar,
y de acuerdo a sus características, se han resuelto técnicamente por medio de
la criminalística, la cual brinda elementos de prueba y convicción a los peritos
en Derecho que se encargan de la procuración o administración de justicia
penal. Ahora bien, la investigación criminalística, funda sus tareas y actividades
profesionales en el estudio sistemático y sintético de las evidencias
materiales, haciendo hincapié en la metodología y la claridad de sus resultados
para que el lego o empírico en la materia no confunda sus argumentos y tenga
fiabilidad de argumentar en base a los razonamientos científicos que se le
presentan. En este sentido y a partir de la evolución científica de las
ciencias de las cuáles se basa la criminalística para se desarrollo y estudio concreto
de los casos que se someten a su criterio, se puede establecer que actualmente
la criminalística es una ciencia penal natural que a través de la aplicación de
sus conocimientos, metodología y tecnología al estudio de las evidencias
materiales, logra descubrir y verificar científicamente la existencia de un
hecho presuntamente delictivo, así como al o los probables responsables de los
hechos, logrando aportar los medios de prueba necesarios e idóneos para que los
órganos encargados de la procuración y administración de justicia logren su
cometido. Así pues la criminalística se puede aplicar en el auxilio de
cualquier rama del Derecho en general o bien de otras ciencias penales o forenses,
sin olvidar que actualmente es muy patente su aplicación en el auxilio de
problemas en instituciones tanto de carácter público como gubernamental, que han
demostrado interés y la necesidad técnica de investigar conductas diversas
tales como fraudes, abusos de confianza, daños, robos, falsificación de
documentos, por mencionar algunas de las aplicaciones prácticas de la
criminalística fuera de la procuración y administración de justicia y, que
demuestra que la criminalística coadyuva con la aplicación de su metodología y
tecnología para lograr esclarecer las cuestiones que se presentan ante un caso
o hecho concreto. Por lo anterior puede decirse que la criminalística, dada su
estructura científica y su consideración en la Enciclopedia de Ciencias
Penales, es una ciencia penal que se ocupa de manera técnica de la
investigación de los crímenes, cuyas actividades se realizan sobre objetivos materiales
y con la aplicación de metodología científica.
Raíz etimológica de la Criminalística y su definición.
La etimología de la
palabra Criminalística, deriva de los vocablos latinos crimen, inis,
que quiere decir o se refiere a un delito grave. Así mismo el vocablo ista,
del griego itons, da origen a las
palabras que indican actitud, ocupación, oficio, hábito, como optimista
protagonista, ocultista, alpinista, entre otras acepciones e ica,
también del griego ixn, forma femenina de
los adjetivos acabados ixos, ixn, ixov,
la cual lleva siempre sobreentendido el sustantivo réxvn:
arte, ciencia, con el que se concuerda en género, número y caso, lo cual
significa lo relativo a, lo perteneciente a, la ciencia de. De manera más
concreta, aunque con posibles salvedades, la raíz etimológica de la palabra
Criminalística, “deriva de los vocablos grecolatinos de: CRIMEN, INS = CRIMEN,
ISTA = Ocupación, Oficio e ICA = LA CIENCIA DE. A saber, la Criminalística
sería en estos términos, la ciencia que se ocupa del crimen, y como ciencia natural
multidisciplinaria resume sus conocimientos a través de las disciplinas científicas
que la constituyen, para alcanzar en la práctica un objetivo común: Investigar
técnica y científicamente hechos presuntamente delictuosos, identificar a sus
autores, víctimas y demás involucrados, señalar los instrumentos utilizados y
sus manifestaciones, reconstruir las maniobras que pusieron en juego y aportar
los elementos de prueba a los órganos que procuran y administran justicia”. De
esta manera entendida la criminalística, existen diversos tratadistas y
estudiosos de esta ciencia que han aportado a la Enciclopedia de las Ciencias
Penales, diversas definiciones de Criminalística, a partir de sus particulares puntos de vista o enfoques
con los cuales abordan la misma, a continuación se exponen las principales
definiciones de la Criminalística, para efecto de comprenderla integralmente,
se norme un criterio y se reflexione sobre el carácter científico de la
criminalística. Moreno González, con el que concuerda un gran número de especialistas
mexicanos, define la Criminalística como la disciplina que aplica
fundamentalmente los conocimientos, métodos y técnicas de investigación de las
ciencias naturales en el examen del material sensible significativo relacionado
con un presunto hecho delictuoso con el fin de determinar, en auxilio de los
órganos encargados de administrar justicia, su existencia, o bien
reconstruirlo, o bien señalar y precisar la intervención de uno o varios
sujetos en el mismo. A su vez Rodríguez Manzanera define a la Criminalística
como el conjunto de conocimientos aplicables a la búsqueda, descubrimiento y verificación
científica de un delito en particular y del presunto responsable de éste. Por
su parte, Alfonso Quiroz Cuarón la definía en términos de que la Criminalística
es la disciplina auxiliar del Derecho Penal que se ocupa del descubrimiento y
verificación científica del delito y del delincuente. Sodi Pallares, Palacio
Bermúdez y Gutierre Tibón sostienen que el fin de la Criminalística consiste en
el descubrimiento del delito, del delincuente y de la víctima a quién perjudicó
el delito, agregando que la criminalística es una disciplina explicativa y
formalística, constituida por un conjunto sistematizado de diversas disciplinas
naturales y que tiene por objeto el descubrimiento y verificación del delito,
desde luego que es una disciplina auxiliar, pero que comprueba el delito y
estudia al delincuente en forma científica. En sentido amplia Dimas Oliveros
Sifontes define a la Criminalística como el conjunto de procedimientos
aplicables a la búsqueda y el estudio material del crimen para llegar a su
prueba. Por último, una definición contemporánea en concordancia con Montiel Sosa,
sería que la Criminalística es una ciencia penal natural que mediante la
aplicación de sus conocimientos, metodología y tecnología al estudio de las
evidencias materiales, descubre y verifica científicamente la existencia de un
hecho presuntamente delictuoso y al o a los presuntos responsables aportando
las pruebas a los órganos que procuran y administran justicia.
Objeto, método y fin de la Criminalística.
A partir de la
definición de Criminalística es factible deducir el objeto de estudio u
objetivo de la misma, que es el estudio de las evidencias materiales o indicios
que se utilizan y que se producen en la comisión de hechos. Dicho estudio de
las evidencias materiales en la investigación criminalística, tanto en el campo
de los hechos como en el laboratorio, conllevan a un objeto general
circunscrito a diversas tareas básicas, dentro de las que se incluyen:
Investigar técnicamente y demostrar científicamente, la existencia de un hecho
en particular probablemente delictuoso. Determinar los fenómenos y reconstruir
el mecanismo del hecho, señalando los instrumentos u objetos de ejecución, sus
manifestaciones y las maniobras que se pusieron en juego para realizarlo.
Aportar evidencias o coordinar técnicas o sistemas para la identificación de la
víctima, si ésta existe. Aportar evidencias para la identificación del o los
presuntos autores y coautores, y, aportar las pruebas materiales con estudios
técnicos y científicos para probar el grado de participación del o de los
presuntos autores y demás involucrados. En la investigación de los delitos como
una aproximación contemporánea de abordaje, los expertos criminalistas
actualmente en concordancia con las necesidades científicas y los trabajos
realizados en sus diferentes disciplinas, buscan aplicar la metodología más conveniente
y sistemática con base en sus experiencias y conocimientos, y siempre de
acuerdo con la problemática a la que se tienen que enfrentar. En
criminalística, cuando se tiene un problema por resolver, generalmente se
requerirá separarlo en sus partes integrantes con el objeto de estudiarlo mejor
y poder conocer sus causas de producción. Cuando el criminalista o investigador
de los hechos se confunde, si se trata de operaciones intelectuales se integran
de nuevo las partes del todo separado con objeto de volver a procesarlos
analíticamente y, ahí es en donde radica la enorme ventaja del análisis y de la
síntesis, que estudia la lógica en operaciones intelectuales, no materiales,
toda vez que las operaciones materiales son de descomposición y recomposición. A
su vez el método científico empleado en criminalística, utiliza en su proceso
de investigación la descomposición del análisis y la recomposición de la
síntesis, ya sean operaciones intelectuales o materiales, según sea el caso que
se aborde por la criminalística. El análisis material que separa los
componentes para estudiarlos, puede estimarse auxiliar del análisis
intelectual, en el que se consideran todas las partes por separado, las estudia
y descubre así la verdad de fenómenos, hechos o cosas. En este sentido, tanto
el análisis como la síntesis son estudiadas desde el punto de vista empírico y
racional y siempre complementados el primero con el segundo, ya que se puede inclusive
considerar que el conocimiento científico es la síntesis de muchos
conocimientos anteriores, con intervención del análisis y, esto es lo
característico del método en Criminalística. La criminalística a través de sus
expertos y en cumplimiento de su objeto, generalmente tiene como fin o
finalidad una tríada de actividades, consistentes en brindar auxilio y asesoría
inmediatos en el lugar de los hechos, tanto a la policía ministerial o
judicial, como al Ministerio Público investigador, a efecto de tomar nuevas
decisiones de acción para la consecución de las investigaciones y el
esclarecimiento de los hechos. Así mismo se emiten dictámenes periciales
respecto de cualquiera de sus disciplinas científicas de estudio, con el fin de
auxiliar a los órganos investigador y jurisdiccional, atendiendo a que sus
elementos pueden ser de utilidad para la determinación del ejercicio o no de la
acción penal o para la emisión de resoluciones judiciales. Por último, se brindan
opiniones periciales sobre casos concretos de estudio mediante la participación
en diligencias ministeriales y judiciales tales como inspecciones,
reconstrucción de hechos, juntas de peritos o intervención de éstos como
terceros en discordia. No obstante lo anterior, cabe dejar aclarado que la
criminalística no es competente para tipificar figuras delictivas o señalar
responsabilidades o penalidades, sino solamente investigar materialmente los
hechos y brindar elementos de prueba y convicción para el esclarecimiento y conocimiento
de los hechos presuntamente delictuosos. Por esto, los conocimientos,
metodología y tecnología que brinda esta ciencia natural multidisciplinaria,
previo aprendizaje, estudio y práctica constante para la adquisición de
experiencia, resultan de gran utilidad al personal técnico que investiga de una
forma u otra las conductas delictivas, con el objeto de reconocer, desde el
inicio de la investigación o de las pesquisas de los hechos, los fenómenos de
producción y poder en ese sentido, tomar las decisiones tendientes a la
consecución de las investigaciones para lograr el eficaz desarrollo de las
actividades y acciones tendientes a obtener óptimos resultados y el éxito
deseado en el esclarecimiento de los crímenes.
Ciencias que dan fundamento a la Criminalística.
La Enciclopedia de
Ciencias Penales, sostiene que la Criminalística se puede y debe ubicar dentro
del grupo de las ciencias de la investigación o pesquisas junto con la
actividad de la policía judicial científica o policiología. Sin embargo,
también es posible precisar las diversas ciencias que fundamentan o integran a
la Criminalística en el marco de las ciencias criminológicas. Dentro de las
ciencias criminológicas que incluyen a la criminología general, se incluyen a
la antropología criminológica, la biología criminológica, la psicología
criminológica, la sociología criminológica, la criminalística, la penología y
la victimología. En el marco enciclopédico de las ciencias penales, se
consideran como ciencias auxiliares a la medicina forense, la criminalística,
la psiquiatría forense y la criminología, aunque hay que señalar que
anteriormente se incluía a la criminología, la psiquiatría forense, la
toxicología y la criminalística dentro del marco de la medicina forense, no
obstante el gran avance científico de cada una de estas disciplinas, tendió a incrementar
el contenido y alcance de sus conocimientos, ampliando su campo de acción,
llevando por lógica consecuencia a la separación en diversas áreas del
conocimiento forense. A saber, actualmente estas disciplinas se aplican en la
investigación de los delitos y el tratamiento de delincuentes de manera
independiente, aplicando sus propios métodos, técnicas y conocimientos, aunque
sin dejar de pertenecer al marco de las ciencias penales. La criminalística al
ser una ciencia de investigación criminal, cuyo objeto de estudio es el estudio
de los indicios o evidencias materiales que se utilizan y se producen en la comisión
de hechos presuntamente delictuosos, ha sido considerada por algunos
renombrados criminalistas como la ciencia del pequeño detalle, en atención a
que en el momento menos pensado, con el análisis criminalístico del más insignificante
de los indicios puede encontrarse una respuesta clara a las investigaciones
criminales, claro está aplicando todas y cada una de las disciplinas o ciencias
que conforman la criminalística. En todo caso las ciencias en las que se
fundamenta y es producto la criminalística son fundamentalmente las tres
ciencias naturales mencionadas en líneas superiores, a saber, la química, la
física y la biología, aplicando permanentemente las técnicas y procedimientos específicos
para el análisis identificativo, cuantitativo, cualitativo y comparativo de las
evidencias físicas que se utilizan y que se producen en la comisión de hechos
presuntamente delictuosos.
Ramas que constituyen a la Criminalística.
Mediante la
aportación de métodos, técnicas y procedimientos, la criminalística a lo largo
de los años ha formado las diversas disciplinas que se han ordenado y que le
constituyen de manera científica, brindándole trascendencia intelectual,
nutriéndola con la adquisición y utilización de nuevos conocimientos y técnicas
para realizar su práctica, en primera instancia en el mismo lugar de los hechos
y después en el laboratorio de criminalística especializado. En este sentido,
al hacer referencia a la criminalística, habrá de incluirse a todas y cada una
de las disciplinas o ramas del conocimiento que abarca y que la han construido
y consolidado de manera general, así, se incluyen dentro de las ramas o
disciplinas que forman parte de la criminalística general, a las siguientes:
a. Criminalística de
campo.
b. Balística
forense.
c. Documentoscopía.
d. Explosivos e
incendios.
e. Fotografía
forense.
f. Hechos de
tránsito terrestre.
g. Sistemas de
identificación.
h. Técnicas forenses
de laboratorio (Química, Física y Biología)
Fundamento legal y jurídico de la Criminalística.
Como se ha sostenido
la criminalística se ubica en la Enciclopedia de las Ciencias Penales, como la
ciencia que mediante la aplicación de conocimientos busca el esclarecimiento de
hechos presuntamente delictuosos y que sirvan para la procuración y
administración de justicia –generalmente, aunque no de manera absoluta, la
justicia penal-. De aquí que pueda establecerse como fundamento legal de la criminología,
desde luego al Derecho Penal tanto sustantivo, como predominantemente adjetivo,
que desde luego tiene origen en el contenido normativo de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, específicamente en los preceptos
constitucionales que consagran las garantías individuales y que regulan el
Derecho Público interno en materia Penal. De manera específica, a través de las
garantías de legalidad y de seguridad jurídica que revisten a los juicios del
orden criminal, es que se fundamenta claramente la función investigadora e
instructora que ha de ser auxiliada tanto por las policías (de conformidad con
las recientes reformas constitucionales en materia judicial de 2008), como
desde luego por los órganos especializados que ayuden a la investigación y
esclarecimiento de los hechos delictuosos, tales como la criminalística. Ahora
bien, específicamente se establece el fundamento legal de la criminalística, en
lo previsto al efecto en los artículos 14, 16, 20 y 21 de la Carta Magna, en
relación con los artículos 1° fracciones I, II, III, VI, VII, 2 fracción II, 3,
113, 123, 130, 168 a 173, 176, 179 a 181, 185 a 187, 206, 208, 209, 211 a 219,
220 a 239, 285, 286, 288, 289 y demás relativos del Código Federal de
Procedimientos Penales, así como los artículos concordantes en las diversas
legislaciones adjetivas penales del país. Nada más importante que establecer el
fundamento de la naturaleza jurídica de la criminalística como uno de los
principales medios idóneos para la investigación y esclarecimiento de los
hechos presuntamente delictuosos, atendiendo a que mediante el análisis
científico de los hechos criminales, es posible que se tenga mayores y mejores elementos
de convicción, tanto en la etapa administrativa de la averiguación previa como
en la jurisdiccional de la causa penal, para la actualización de la función
punitiva del Estado con la cual es factible el tratamiento del fenómeno
delincuencial, pero además, cabe destacar que en el marco del Derecho Penal
Ejecutivo, las ciencias criminológicas y, específicamente la criminalística
juega un papel de vital importancia en la readaptación de los delincuentes.
Tipos de Prueba.
En el Derecho
existen diversos medios probatorios que son reconocidos legalmente como formas
a través de las cuales y luego de su valoración jurídica, aportan elementos de
convicción al ánimo del juzgador para la emisión de una resolución acerca del
asunto del que conoce. En materia de Derecho Penal, las pruebas constituyen un elemento
indispensable para la acreditación del cuerpo del delito y la probable
responsabilidad del autor del hecho que la ley señala como delito y su
consecuente sanción impuesta por el Estado. En este orden de ideas, tenemos
pues que el análisis y valoración de las pruebas que se lleva a cabo tanto en
la averiguación previa como en la causa penal respecto de los delitos,
constituyen un aspecto toral que debe ser plenamente reconocido en su magnitud
por los estudiantes y estudiosos del Derecho en general y penal en particular. Así
pues se tienen previstas en la legislación adjetiva penal, diversos medios de
prueba, los cuales revisten suma importancia de conformidad con lo que se
pretenda acreditar y probar, y dentro de los diversos medios de prueba
previstos en los Código de Procedimientos Penales, podemos destacar la
importancia de las pruebas indiciarias para la acreditación del cuerpo del
delito y la probable responsabilidad penal del delincuente. En el marco de la
criminalística y los medios de prueba en el proceso penal, habrá que reconocer
que los indicios deben considerarse principalmente el hecho fuente de prueba,
pero también la relación lógica que existe entre aquel hecho y el que se
pretende probar, que se conoce mediante una operación mental del sujeto que lo
valora, es decir, el argumento probatorio que permite al primer hecho el
carácter de prueba del segundo y, es por ello que se habla de argumentos o signos
para hacer referencia a los indicios. Antes de analizar detalladamente a los
indicios, como se hará en los puntos subsecuentes del presente trabajo, baste
hacer mención de que un indicio puede ser cualquier hecho, material o humano,
físico o psíquico, simple o compuesto, a saber, se le da al concepto de hecho el
significado amplio que se utiliza para determinar en abstracto el objeto de las
pruebas judiciales, siempre que de él sea posible obtener un argumento
probatorio, fuerte o débil, pleno o incompleto, pero que en todo caso permita
llegar al conocimiento de otro hecho que es objeto de prueba, mediante una
operación lógico crítica. De ahí que a los indicios se les reconozca el
carácter de medios de prueba. Los indicios son una prueba crítica o lógica e
indirecta. No pueden ser una prueba histórica ni representativa del hecho
indicado, porque de lo contrario su valor probatorio consistiría en esa
representación y entonces si consistiera en un objeto o cosa representativa, se
trataría de un documento, y si consistiera en una declaración sería un testimonio,
una confesión o un peritaje. Ninguna prueba histórica puede ser indicio de un
hecho, ya que si se trata de una prueba histórica plena de un hecho distinto
del investigado, pero que sirve para inducirlo, aquel hecho es indicio de éste,
pero no lo es la prueba del primero, a saber, el hecho narrado por el testigo,
perito o parte, o referido en el documento, puede ser indicio de otro hecho, pero
no el testimonio, la confesión o el dictamen. Así pues al lado de los indicios,
debe existir siempre la prueba de los mismos a través de dictámenes emitidos
por terceros expertos en la ciencia o arte de que se trate, específicamente en
materia criminalística, los dictámenes emitidos por los peritos respecto de la investigación
de determinados hechos relacionados con delitos, ayuda tanto a la actividad del
ministerio público investigador en la integración de la averiguación previa,
como al órgano jurisdiccional en sus actividades propias.
Definición de indicio desde el punto de vista de la Criminalística.
Desde el
planteamiento de la Criminalística los indicios son el material que consiste en
todo objeto, instrumento, huella, marca, rastro, señal o vestigio que se usa y
se produce respectivamente en la comisión de un hecho, es decir, se trata de
toda evidencia física que guarda estrecha relación con la comisión de un hecho
presuntamente delictuoso, cuyo estudio proporciona las bases y criterios
científicos para llevar a cabo bajo adecuados principios toda la investigación
y lograr con ello la identificación del o los autores del hecho, las pruebas
conducentes al esclarecimiento de la comisión del hecho y, en su caso, la reconstrucción
del o los mecanismos de producción del hecho. La palabra “indicio” deviene de
la locución latina indicium,
que significa signo aparente y probable de que existe alguna cosa y así mismo
se considera sinónimo de indicación, muestra o seña. Los indicios tradicionalmente
se han relacionado con las ciencias penales y de manera específica con la
investigación criminalística. A los indicios también se les identifica con los
nombres de material sensible significativo, evidencias físicas o evidencia
material. Pero en todo caso, baste decir que “los indicios son testigos mudos
que no mienten”.
Métodos útiles para la localización de indicios.
Para la búsqueda e
identificación de los indicios o material sensible significativo en el lugar de
los hechos, deben adoptarse métodos específicos. Una reseña de los métodos de
mayor utilidad, es proporcionada por Montiel en los siguientes términos:
1. En lugares
abiertos se inicia la búsqueda dirigiendo la vista de la periferia al centro
sin dejar inadvertida ningún área, en forma espiral hasta llegar al centro
mismo del lugar de los hechos o viceversa.
2. En lugares
cerrados se inicia la búsqueda dirigiendo la vista en forma paralela de muro a
muro, o de la periferia al centro, comenzando por la entrada principal, después
se sigue con los muros, muebles, escaleras y se concluye finalmente con el
techo.
3. Se debe estar
atento a cualquiera de los siguientes factores que siempre se presentan en la
búsqueda y localización de evidencias:
a. La clase de hecho
que se trata de esclarecer.
b. La intuición y
capacidad de observación del investigador.
c. Saber distinguir
y eliminar las huellas producidas por personas extrañas al hecho y que se
presentaron en el escenario del suceso después de consumado éste.
d. Hacer constar no
solamente las evidencias que se encontraron, sino también las que de acuerdo
con la forma del hecho se suponía que deberían estar y no se encontraron.
e. Los indicios son
instrumentos muy delicados de la verdad.
f. Los indicios se
deben tratar con toda la tecnología y metodología vigentes disponibles para su
protección, colección y estudio.
Clasificación de los indicios:
Existen diversas
clasificaciones propuestas y utilizadas por diferentes escuelas
criminalísticas, muchas de ellas rebasadas en la actualidad, por caracterizarse
de simplistas o rebuscadas con inclusión de terminología muy especializada e
incluso obsoleta, sin embargo, en la actualidad, suele emplearse de manera muy
generalizada la clasificación de los indicios propuesta por Pierre – Fernand
Ceccaldi y que ha sido adaptada o modificada para nuestro sistema jurídico
penal nacional. Esta clasificación, divide a los indicios en: determinables e indeterminables,
asociativos y no asociativos, frecuentes y otros indicios dependientes de su
fuente. A continuación se desarrollaran sucintamente cada una de éstas
divisiones de los indicios.
Determinantes e indeterminantes.
Los indicios
determinantes son aquellos cuya naturaleza física no requiere de un análisis
completo de su composición y estructuración para su identificación, sino sólo
se necesita de un análisis minucioso, con cuidado y a simple vista o con
auxilio de una lupa o lentes de aumento o estereoscopios. Asimismo estos
indicios guardan una relación directa con la persona u objeto que los produjo,
con lo cual permiten conocer y determinar su forma y naturaleza, tales como las
balas, los casquillos, las armas de fuego, armas blancas, huellas dactilares o
escrituras, por mencionar algunas. Por su parte los indicios indeterminantes
son aquellos cuya naturaleza física requiere forzosamente de un estudio o
análisis completo para lograr conocer su composición o estructura, toda vez que
macroscópicamente no es posible definirlos, ya que generalmente consisten en
sustancias naturales o de composición química, tales como pastillas
desconocidas con o sin su envoltura, medicamentos sueltos, sedimentos en vasos
o recipientes, manchas o huellas presumiblemente de sangre, vómito, orina,
semen o cualquier otro -líquido corporal.
Asociativos y no asociativos.
Una vez
seleccionados los indicios en el lugar de los hechos, pueden subdividirse en
indicios asociativos y no asociativos. Los indicios asociativos, están
estrechamente relacionados con el hecho que se investiga y, los indicios no
asociativos, como su nombre lo señala, aunque se aprecian en el lugar de los
hechos, no guardan ninguna relación con el hecho que se investiga.
Frecuentes.
Los indicios que son
encontrados con mayor frecuencia en el lugar de los hechos y que usualmente se
relacionan con delitos consumados incluyen los siguientes:
a. Impresiones
dactilares, latentes, positivas y negativas.
b. Huellas de
sangre, con características dinámicas, estáticas, apoyo, embarraduras,
etcétera.
c. Huellas de
pisadas humanas, calzadas, descalzas, positivas, negativas e invisibles.
d. Huellas de
pisadas de animales, positivas, negativas e invisibles.
e. Huellas de
neumáticos, por aceleración, rodada y frenamiento o desplazamiento, las cuales
pueden ser positivas o negativas.
f. Huellas de
herramientas, primordialmente en delitos de robos, en puertas, ventanas,
cajones de escritorio, picaportes, chapas, cerraduras, etcétera.
Otros indicios.
En la investigación
de hechos presuntamente delictuosos, los indicios o evidencias materiales,
pueden tener diversos orígenes o fuentes,
atendiendo a que los mismos pueden provenir de la víctima, del presunto
responsable y de sus contextos, o del lugar de los hechos. No obstante todos
ellos son de vital importancia en la investigación criminalística de los
delitos y atendiendo a su naturaleza física pueden ser clasificados como
determinantes o indeterminados y en razón de su relación con el hecho, pueden
clasificarse en asociativos y no asociativos. Es importante destacar que la
función del criminalista o policiólogo que va adquiriendo a través de la
experiencia cotidiana, permitirá reunir los conocimientos necesarios para
lograr la identificación de los indicios o evidencias físicas apropiadas para
la investigación de cada uno de los hechos en sus diversas manifestaciones y
modalidades, principalmente las utilizadas y producidas ante facto, in facto o
post facto. Todo tipo de material sensible significativo o evidencia
relacionada con los hechos presuntamente criminales y relacionados en la
investigación de delitos, en todo momento serán suministrados como elementos probatorios
por los funcionarios autorizados, por lo que en todo caso ha de tenerse
especial cuidado del registro específico de todos los indicios en las
diligencias que se practiquen, con el propósito de un adecuado manejo de los
mismos y de obtener los mejores resultados.
Colección de indicios.
Con el propósito de
conservar en el mejor estado posible los indicios y en la medida de los posible
no alterarlos y lograr su precisa ubicación en el lugar de los hechos como
huellas del hecho, es recomendable el seguimiento de ciertas técnicas y métodos
específicos a fin de conservar los indicios en la forma original o primitiva en
como fueron dejados por el autor del hecho en el momento y después de la consumación
de los hechos que se investiga, con el objeto de que brinden la mayor
información posible acerca de los hechos y permitan el desarrollo y resultado
de la investigación en las mejores condiciones. En este sentido la colección de
los indicios, generalmente se lleva a cabo después de observar cuidadosa y
detalladamente el lugar de los hechos en que se produjo el hecho y, básicamente
incluye la realización de tres operaciones principales en materia
criminalística, tales como son el levantamiento de indicios, su embalaje y
posterior etiquetado. A continuación se describirá sucintamente cada una de estas
operaciones para su conocimiento, haciendo la indicación a los interesados, de
ampliar la información en la bibliografía especializada recomendada.
Levantamiento.
El levantamiento de
los indicios es una acción o conjunto de acciones de estricto orden técnico,
que tiene como propósito fundamental y necesario evitar que se contaminen los
diferentes indicios, buscando que sean conservados con las huellas que
contienen, para lo cual es necesaria la utilización de guantes desechables, que
pueden ser de látex, polietileno o hule. Normalmente también se utilizan para
el levantamiento de los indicios otros instrumentos, tales como algodón
esterilizado, pinzas metálicas, agua destilada, papel filtro, solución salina,
tubos de ensayo, tablas cuadradas de 8 x 8 centímetros, cajas pequeñas de
cartón o lámina, cordones, bolsas de plástico esterilizadas y todo aquello que
sea necesario de acuerdo con la naturaleza y características del indicios que
haya de levantarse, buscando hacerlo con extrema precaución y cuidado para su
adecuada preservación.
Embalaje.
El embalaje es
entendido en criminalística como la maniobra o serie de maniobras realizadas
con el fin de inmovilizar, guardar y proteger algún indicio, en el interior de
algún recipiente o medio que sirva de protección al indicio. Después del levantamiento
de los indicios con las técnicas apropiadas, es fundamental su protección en
recipientes especiales al efecto, para lograr que los mismos lleguen al
laboratorio de criminalística sin contaminación alguna y lo mejor preservados,
con el propósito de que tras su análisis y estudio puedan arrojar resultados
confiables y auténticos que sirvan significativamente en la investigación de
los hechos presuntamente delictuosos.
Etiquetado.
El etiquetado de los
indicios es la última operación que se realizará en el lugar de los hechos con
el propósito de identificar y señalar con precisión el tipo de indicio de que
se trata así como el lugar de procedencia del indicio a investigar en el
laboratorio de criminalística. En todo caso debe llevarse a cabo el etiquetado
de cada uno de los indicios, separándolos individualmente unos de otros y
añadiéndoles una etiqueta identificativa que al menos señale: la averiguación
previa o número de acta con la cual está relacionado el indicio, el lugar de
los hechos, la hora de intervención, el lugar preciso en donde se recolectó, la
clase específica de indicio de que se trata, los signos, huellas o características
que presenta, las técnicas de análisis a las cuáles ha de ser sometido, la
fecha, nombre y firma del criminalista investigador que lo descubrió y que lo
proporciona al laboratorio de criminalística.
Técnicas para la colección de indicios.
Desde luego que para
cada clase de indicio de que se trate la investigación de los hechos, se deberá
aplicar determinadas técnicas especializadas para su colección de la mejor
manera. A continuación se señalan algunas de las principales técnicas
utilizadas para la colección de ciertos indicios específicos, haciendo mención
de que en caso de encontrar otra clase de indicios imprevistos en el lugar de
los hechos, habrá de adaptar o adecuar la técnica para el adecuado levantamiento,
embalaje y etiquetado de los indicios que sirvan como material sensible
significativo a la investigación de los hechos. Las manchas orgánica frescas
que pueden ser manchas de sangre, vómito, obstétricas, semen, orina o materia
fecal entre otras, se han de levantar utilizando pequeñas cucharas o espátulas
esterilizadas o hisopos de algodón esterilizados, depositando las muestras en
el interior de tubos de ensayo o pequeños frascos de vidrio esterilizados, cerrándolos
herméticamente y proceder a su etiquetado. Las partículas metálicas, de
cristal, pintura seca, tierra, aserrín entre otras, también se levantarán con
pinzas de metal o pequeñas cucharas, depositándolas para su embalaje en frascos
de cristal o tubos de ensayo y procediendo a su etiquetado y traslado al
laboratorio. Las diversas herramientas, serán levantadas con las manos
protegidas con guantes esterilizados, teniendo cuidado de colocar las palmas en
los extremos del objeto, sujetando o comprimiendo fuertemente, inmovilizándolas
para su embalaje, sujetándolas con cordones en el interior de cajas de cartón
de tamaño similar al del objeto que se va a levantar y posteriormente
etiquetarlo. Las armas largas de cualquier tipo, escopetas o fusiles, deberán sujetarse
para su levantamiento con una mano enguantada puesta en el guardamonte y con la
otra en la base de la culata, asegurándose de tener las debidas precauciones
para no dispararlas si están cargadas, para después embalarlas inmovilizándolas
con cordones dentro de una caja de cartón del tamaño del arma que se va a
proteger o en su defecto envuelta en papel de estraza para su posterior
etiquetado. La ropa que esté teñida de sangre y con orificios producidos por disparo
de proyectiles de arma de fuego, o con rasgaduras producidas por arma blanca,
deberán ser manipuladas y manejadas en todo momento con manos enguantadas,
dejando en primer lugar que las ropas se sequen en un lugar ventilado, para
posteriormente proteger el área en donde se encuentre el orifico o la
rasgadura, procediendo a colocar una hoja de papel limpia sobre dicha área,
doblando cuidadosamente los extremos de la ropa sobre la hoja de papel y, finalmente
proceder a su embalaje en el interior de bolsas de polietileno o papel para su
debido traslado al laboratorio de criminalística. Las fibras de algodón, seda,
acrilán, lana, pliana, seda, nylon o cualquier otro tejido natural o sintético,
también deberán ser levantadas mediante la utilización de pequeñas pinzas
metálicas, ser depositadas en tubos de ensayo o frascos de cristal, sellarlos
para su traslado previa etiqueta de los envases con su contenido.
Lugar de los hechos.
Al sitio en el que
se ha cometido un hecho que puede ser considerado como delito, se le conoce con
el nombre de lugar de los hechos, aunque también suele designársele como escena
del crimen y precisamente es en este lugar en el cual se inicia y lleva a cabo
una intensa actividad criminalística en atención a que es éste el sitio en el cual
se estudiaran los indicios, se recolectarán y a su vez proporcionará dicha
escena características de fundamental importancia en la investigación
criminalística que habrá de practicarse y arrojar resultados confiables. Por
esto resulta indispensable la protección adecuada de éste lugar de los hechos,
para que el agente del Ministerio Público, los agentes de la policía judicial
y, desde luego los peritos, encuentren el lugar de la forma primitiva en que
fue dejado por el autor o autores de los hechos y de esa manera contar con una
fuente de datos fiables para la investigación. En la búsqueda de resultados
positivos desde el inicio de las investigaciones, es adecuado iniciar con una
inspección general y meticulosa del lugar y los elementos que en él se
encuentren, así como tener en cuenta que para que la inspección sea de la mayor
utilidad, resulta imprescindible que todos los objetos, importantes o no que se
encuentren en el lugar de los hechos, permanezcan intactos, sin modificación
alguna que cambie la posición de los mismos, para ello resulta indispensable la
utilización de métodos de fijación del lugar tales como la fotografía forense. Es
recomendable que en la evaluación inicial del lugar de los hechos el estudio
criminalístico sea llevado con rigurosa metodología y sujeción a las reglas y
principios básicos tanto de la ciencia como también siguiendo la intuición de
quién realiza la inspección, siendo de utilidad plantearse preguntas o
hipótesis iniciales que puedan corroborarse o desecharse tras la investigación
profunda de los hechos e indicios encontrados. Cabe decir que las preguntas
iniciales resultan de particular interés y, se buscará darles contestación
inicial con sentido común, pero empleando la experiencia y a través de la
aplicación de métodos científicos se podrá solamente corroborar si en efecto
los indicios son testigos mudos que no mienten. En las investigaciones
criminalísticas, se podrá dar solución satisfactoria a cualquier problema
planteado, si se aplican correctamente tanto la metodología como las técnicas,
ya en el lugar de los hechos, ya en el laboratorio de criminalística, sin
menoscabar la base fundamental derivada del sentido común y de la experiencia,
que se desarrollarán y aplicarán adecuadamente con el apoyo metodológico propio
de la criminalística.
Principios para la investigación en el lugar de los hechos.
Existen diversos
protocolos criminalísticos a seguir en la investigación de los hechos, los
cuales dependen del tipo de hecho que se investigue, así como la experiencia
técnica con que cuente el criminalista, no obstante, se pueden establecer
ciertos principios básicos y fundamentales que sirven para todos los casos de investigación
criminalística, en la búsqueda de un buen desarrollo de la investigación. A
continuación se enumeran estos principios, haciendo la aclaración que solamente
habrán de ser tomados como una aproximación de abordaje criminalístico de
investigación en el lugar de los hechos.
1. Llegar con
rapidez al lugar de los hechos y tener siempre en cuenta que entre más tiempo
transcurra el indicio tenderá a desaparecer o desvanecerse, así como también
que el autor de los hechos o delincuente puede escapar de la acción de la justicia.
2. Proteger el lugar
de los hechos sin escatimar ningún esfuerzo, buscando en todo caso no tocar ni
mover nada hasta que el personal abocado a la investigación haya fijado el
lugar de los hechos.
3. En el caso de
investigación de lesiones cuando la víctima esté aún con vida, se procederá de
inmediato a prestarle la atención médica necesaria, procediendo a dibujar una
silueta en el lugar de la posición inicial de hallazgo del cuerpo.
4. Es importante el
respeto de la multidisciplinariedad, ya que el personal abocado a la
investigación de los hechos en cada una de sus ramas del conocimiento, deberá
cumplir de manera eficaz con las funciones derivadas de su especialidad, pero trabajando
conjuntamente con los demás miembros del equipo de investigación, toda vez que
las funciones de unos tienden a complementar las de los otros.
5. Los primeros
funcionarios que deben entrar en el lugar de los hechos, son el Agente del
Ministerio Público, el perito fotógrafo y el criminalista, quién solicitará al
fotógrafo acerca de las fotografías o tomas específicas que deberán tomarse
antes de que entre el médico legista a realizar sus funciones.
6. La tarea de otros
peritos que intervengan, debe hacerse con orden y colaboración mutua,
orientando científicamente todos ellos al personal del Ministerio Público y a
la policía judicial, quienes en todo momento estarán presentes para efecto de
dar fe de la inspección del lugar de los hechos.
7. Ha de procurarse
evitar la presencia de curiosos y personas ajenas a la investigación que puedan
resultar inútiles y entorpecer la labor criminalística, con el propósito de
obtener mejores y más rápidos resultados en la investigación.
8. El personal que
se aboque a la investigación, debe cumplir a cabalidad y con estricto rigor
científico con la inspección ministerial del lugar de los hechos, para poder
continuar con la investigación y persecución del hecho presuntamente delictuoso.
Reglas para el cuidado y preservación del lugar de los hechos.
Existen ciertas
reglas que para proteger y preservar el lugar de los hechos, cuyas bases
fundamentales han sido reconocidas por eminentes criminalistas, aunque desde
luego deben adaptarse y actualizarse de conformidad con las necesidades
específicas de los hechos a investigar así como la experiencia y prácticas contemporáneas.
A. Si el hecho
ocurre en un lugar abierto tal como una carretera, casa de campo, rancho,
sembradío, granja u otro similar, debe establecerse un perímetro o radio de
protección de al menos 50 metros a la redonda, tomando como centro el lugar de
los hechos.
B. Cuando el hecho
sucede en un lugar cerrado tal como una vivienda, departamento, cuarto,
almacén, oficina, bodega o casa habitación entre otros, todas las entradas y
salidas al lugar deben de ser vigiladas con el fin de evitar la posible huída
del autor en el caso de que éste se encontrare todavía en el sitio, además de
impedir que pueda alterarse el sitio o el ingreso de personas extrañas al
mismo.
C. Los policías o
primeros funcionarios que lleguen al lugar y que tomen conocimiento de los
hechos, en todo caso han de abstenerse de tocar o mover cualquier cosa,
buscando preservar por todos los medios a su alcance la conservación del lugar
y de los indicios tal y como se encuentren primitivamente.
D. En el caso de que
el policía o funcionario que llegue primero al lugar de los hechos, tuviere la
extrema necesidad de tocar o mover cualquier cosa, ha de comunicarlo inmediata
y detalladamente que llegue el agente del Ministerio Público y el criminalista,
señalando con toda precisión y de manera correcta la posición original que
conservaban los objetos, para no desvirtuar las interpretaciones
criminalísticas que se hagan.
E. En todo caso
estará absolutamente prohibido tocar o alterar la posición de los cadáveres,
así como la manipulación de las armas u objetos que estén relacionados o
pudieran estarlo, con los hechos, ya sea que los mismos estén en posición,
distantes o que rodeen a la víctima.
F. Se pondrá
especial cuidado en que el personal que se aboque a la investigación, elija los
lugares que va a tocar o pisar, con el fin de que no se borren o alteren las
huellas o indicios que pudieran encontrarse en el sitio y que sean de utilidad
criminalística.
G. Todo indicio,
huella o marca, que estuviera en riesgo de modificarse, alterarse o destruirse,
deberá ser protegido de manera adecuada y a la brevedad posible ha de ser
levantado con la utilización de las técnicas adecuadas para dicho fin, una vez
que se fije el lugar de los hechos.
H. Al concluir la
inspección ministerial del lugar, a consideración del agente del Ministerio
Público se sellarán las puertas y ventanas a efecto de preservar el lugar de
los hechos en caso de que posteriormente pudieran surgir más diligencias
aclaratorias.
Equipo criminalístico indispensable de trabajo
En la investigación
criminalística es frecuente que a veces se requiera del examen científico de
los indicios en el mismo lugar de los hechos o al menos ser necesario realizar
algunos estudios preliminares procurando no alterar su composición primitiva u
original. De la misma manera es necesario efectuar su colección, embalaje y etiquetado
para posterior suministro al laboratorio de criminalística, para realizar
adecuadamente lo anterior, suele recomendarse la preparación y utilización
sistemática de equipo mínimo necesario para la práctica criminalística, el cual
incluye lo siguiente:
1. Lentes, lupas o
aparatos de aumento, para poder observar in situ los indicios y sus
peculiaridades, aumentando la visión de su tamaño.
2. Plancha, tintero
con rodillo para la toma de huellas dactilares a personas vivas o muertas, así
como fichas dactilares, monodactilares y de control.
3. Reactivos para
huellas dactilares latentes, tales como negro de humo, sangre de drago,
carbonato de plomo, ninhidrina en spray, aluminio, entre otros que se aplican
para el revelado de huellas.
4. Brochas de pelo
extremadamente fino para esparcir polvos y revelar huellas dactilares latentes
sobre superficies lisas o pulidas.
5. Diurex, tijeras,
linterna, lámpara de luz ultravioleta, cucharas, hisopos, frascos de vidrio
esterilizado y pinzas metálicas para la localización y levantamiento de
pequeños indicios.
6. Cámara
fotográfica de 35 mm., preferentemente digital o con sistema reflex, para poder
tomar fotografías de diversos ángulos, medianos y grandes acercamientos del
lugar de los hechos y sus evidencias.
7. Brújula para la
orientación del lugar, cinta métrica para mediciones, libreta de apuntes,
lápiz, bolsas de papel y polietileno, sobres y pequeñas cajas de cartón,
probetas y tubos de ensayo esterilizados, goteros esterilizados y todo el
material necesario para el adecuado embalaje y transporte de indicios líquidos
o sólidos.
8. Guantes de hule o
polietileno para evitar la contaminación en el levantamiento, etiquetado y
embalaje de los indicios. Así mismo etiquetas engomadas para señalar datos de
referencia al origen del material sensible significativo.
9. Crayones, gises y
plumones, para señalar rastros, huellas, vestigios, señales o marcas, y también
para dibujar siluetas de indicios o cuerpos humanos.
10. Maletín o caja
para guardar y trasladar todo el equipo de trabajo, así como pequeños estuches
que incluyan reactivos para pruebas hematológicas de orientación y demás
material que resulte necesario.
Metodología general para la investigación en el lugar de los hechos.
Para el estudio y
práctica de la Criminalística general, ésta se divide en varias áreas
disciplinarias o ramas de estudio, siendo indispensable la criminalística con
sus técnicas forenses características de laboratorio. Sin embargo, el estudio
criminalístico puede desarrollarse en el lugar de los hechos o en el
laboratorio, siendo el primero de ellos el conocido como criminalística de
campo. En la criminalística de campo la metodología empleada se basa en la aplicación
de cinco pasos sistemática y cronológicamente ordenados, conocidos de manera
técnica como Metodología de la investigación criminalística en el lugar de los
hechos y la cual está constituida por: 1. La protección del lugar de los
hechos. 2. La observación del lugar de los hechos. 3. La fijación del lugar de
los hechos. 4.- La colección de indicios, y 5. El suministro de indicios al
laboratorio.
La primera fase de
la metodología de la investigación criminalística en el lugar de los hechos,
consiste en la protección del lugar mismo. Cuando se inicia una investigación
en el lugar de los hechos, se debe siempre proteger el escenario del suceso
antes de la primera intervención del agente del Ministerio Público en su
inspección ministerial, coadyuvado por las unidades de apoyo de la policía
judicial y los peritos, teniendo en mente que el éxito de las investigaciones dependerá
de la exacta protección que se brinde al lugar de los hechos. La observación se
realiza directa y macroscópicamente, al lugar de los hechos y sus evidencias
materiales, de la misma forma se lleva a cabo utilizando lentes o aparatos de
aumento al objeto o indicio en cuestión, para poder examinar y conocer sus
peculiaridades. En estudios de comparación microscópica es primordial también
la observación detallada de los objetos dubitables e indubitables. La
observación que se practique en el lugar de los hechos, se recomienda que se
realice utilizando solamente los sentidos de la vista, el olfato, el oído y al
último el tacto, debiendo omitirse el uso del gusto por ser una técnica altamente
empírica y aún peligrosa de investigación. Después de observar de manera
detallada y meticulosa el lugar de los hechos y sus indicios o evidencias,
seleccionando aquellas que estén directa y estrechamente ligadas al hecho, se
estará en la posibilidad de verificar la realidad del caso y conocer sus circunstancias.
El tercer paso en la metodología de la investigación criminalística en el lugar
de los hechos es la fijación del lugar, la cual se realiza respecto del lugar y
las evidencias encontradas, usando las técnicas de descripción escrita, la
fotografía forense, la planimetría forense y el moldeado. La fijación del lugar
de los hechos es indispensable en todos los casos de investigación
criminalística, atendiendo a que las descripciones manuscritas, gráficas y
moldes que se realicen, puedan servir para ilustrar en cualquier momento sin
que sea necesario regresar al lugar mismo de los hechos. Posteriormente la
colección de los indicios se efectuará una vez que haya sido estudiado y fijado
el lugar de los hechos, en donde después de un minuciosos examen y selección
exacta de todos los indicios asociativos, se levantarán utilizando las técnicas
y procedimientos apropiados para cada indicio, se embalan y etiquetan con los
datos de procedencia y por último se les suministra al laboratorio de criminalística.
La última fase de la metodología de la investigación criminalística en el lugar
de los hechos, consiste en el suministro de indicios al laboratorio, lo cual se
hace de acuerdo a las evidencias materiales que se tengan y que se hayan
coleccionado en el lugar de los hechos, dependiendo de las circunstancias del
suceso que se investiga.
Huellas.
Por huella
genéricamente se entiende toda figura, señal o vestigio, producidos sobre una
superficie por contacto suave o violento con una región del cuerpo humano o con
un objeto cualquiera, impregnados o no de sustancias colorantes orgánicas o
inorgánicas, de este modo, las huellas indican la forma, contorno y
características del agente con que fue producida, logrando su identificación. El
estudio de las huellas se realiza normalmente por su forma de producción, por
su procedencia o por su morfología y, aunque la Dactiloscopía, que es la rama
de la criminalística que se encarga de una clase de huellas específicas como
son las huellas dactilares, cabe hacer mención de que la Dactiloscopía no es la
única forma de estudiar las huellas.
Clasificación de las huellas.
Las huellas se
clasifican en Positivas y Negativas, también existen huellas Labiales, huellas
de pies calzados y descalzos y huellas producidas por diversos objetos y
agentes, dentro de los que se incluyen los transportes terrestres y las manchas
en general de las que se tratará posteriormente su estudio. Las huellas
positivas son las que se forman por una figura impresa y coloreada sobre una
superficie por contacto de algún objeto o región del cuerpo humano que produce
una mancha o mácula, dicha maculación puede ser originada por diversas
sustancias tanto orgánicas como inorgánicas tales como grasa, polvo, pintura,
aceite, lodo, entre otras. Existen también las llamadas huellas latentes o
invisibles a simple vista, las cuales al aplicarse algún reactivo químico sobre
una superficie, pasan a ser reveladas y formar parte de las huellas positivas,
tal es el caso de las huellas dactilares latentes. A su vez, reciben el nombre
de huellas negativas, las figuras o maculaciones formadas por hundimiento o
depresión sobre el soporte que recibe al objeto que las produce, tal es el caso
de huellas en la tierra, arena, lodo, nieve o cualquier superficie o soporte
blandos. De las principales huellas negativas, se pueden señalar a los surcos
de estrangulación o ahorcamiento, los hundimientos por impacto o por apoyo de
algún cuerpo. Las huellas de los labios o labiales suelen encontrarse en
superficies lisas tales como vasos o tazas o incluso en superficies más porosas
como las colillas de cigarros. Cuando pertenecen a personas que utilizan
pintura labial cosmética –como las mujeres, por ejemplopermiten proporcionar
indicios de interés a la investigación criminalística referentes a la posible
identidad del autor o partícipe del hecho, no obstante, aún sin el empleo de
cosméticos, y por la simple imposición de los labios en superficies lisas y
rígidas como las de cristal, suelen ubicarse huellas labiales producidas por la
saliva o grasa natural que indican o sirven de indicio de la presencia de
sujetos en el lugar de los hechos. Por cuanto hace a las huellas producidas por
los pies descalzos o con calzado, estas deben de buscarse en los lugares
inmediatos o cercanos al hecho presuntamente delictuoso, aunque ha de tenerse extrema
precaución al buscarlas en lugares más alejados del circundante al lugar del
suceso. Muchas veces en el mismo lugar existe una mezcla de huellas y
sobreposición de otras originadas por personas extrañas –usualmente curiosos-,
que casi siempre hacen imposible la localización útil y bien conservada de las
huellas primitivas dejadas por el autor del hecho investigado. Sin embargo,
cuando se encuentran en buen estado de conservación, una sola huella no bastará,
sino que han de buscarse exhaustivamente todas aquellas que sean de utilidad,
particularmente para cotejo. Las huellas de los pies descalzos positivas serán
aquellas que se imprimen en el suelo de superficies lisas, y el pie que la
origina puede estar maculado o no de alguna sustancia colorante orgánico o inorgánica.
El sudor y la grasa propias de las plantas de los pies hacen que se produzcan
huellas plantares sobre los pisos muy brillantes, encerados o lisos, formando
figuras invisibles, pero que fácilmente pueden ser localizadas proyectando una
luz intensa de manera rasante al soporte que las contiene y manteniendo el
lugar oscuro o bien utilizando reactivos químicos que permitan el revelado de
las mismas.
Técnicas para el modelado de huellas.
Una vez que son
localizadas las huellas en el lugar de los hechos, lo primero que hay que hacer
es protegerlas circundándolas mediante una estructura rectangular de lámina o
madera, a manera de que se tenga la seguridad de su adecuada preservación. Una
vez descritas las huellas y el recorrido que siguen, han de fotografiarse
métricamente cada una de ellas y en su conjunto, para posteriormente proceder a
su moldeado o vaciado para efectos de investigación. Normalmente se utilizan
diversas técnicas para el vaciado de huellas dependiendo del lugar en que son
encontradas las mismas, utilizando goma laca, aceite de ricino y yeso o cemento
blanco, con el propósito de hacer un molde que contenga una réplica fiel de la
huella encontrada que servirá en la investigación de los hechos presuntamente
delictuosos.
Definición de mancha desde el punto de vista de la Criminalística
Son maculaciones de cualquier
sustancia orgánica o inorgánica y que caracteriza a uno de los indicios que con
mayor frecuencia se localizan en el lugar de los hechos, pudiendo ser manchas
de diversas procedencias impregnadas sobre cierta superficie y que suelen clasificarse
genéricamente en manchas orgánicas e inorgánicas.
Clasificación de las manchas
Las manchas de
origen orgánico son las que se producen por sustancias provenientes del
organismo humano o bien de cualquier especie de ser viviente, mientras que las
manchas inorgánicas son las producidas por sustancias extrañas al organismo
humano o algún ser viviente. Puede mencionarse como ejemplos de manchas
orgánicas las de sangre, las obstétricas, las de orina, semen, sudor, fecales,
de vómito, de saliva, de cerumen o de mucosidades, y las más comunes de origen inorgánico
incluyen, entre otras a las de óxido de hierro (de color café), de permanganato
de potasio en solución (color morado), de yodo en solución (color amarillo y
café), de sales de plata en solución (primero incoloras y después se
obscurecen), las de dicromato en solución (amarillas), las de ácidos, por
mencionar algunas. Además de la clasificación de las manchas en atención a su
origen en manchas orgánicas e inorgánicas, que es la clasificación más comúnmente
utilizada, también existen diversas clases de manchas específicas, tales como
las manchas de cemento (o inhalante volátil), las manchas de polvo y fragmentos
de materia diversa, las de masa encefálica, las manchas de suciedad en uñas,
cigarros y puros, así como las fibras, ropa, fragmentos de tela y cabellos,
aunque estos últimos suelen presentar escasa mácula, si resultan de utilidad
como elementos de investigación criminalística.
Técnica de construcción e identificación de manchas.
La principal técnica
criminalística utilizada para la identificación de manchas es a través de la
observación, la identificación planimétrica y la fotografía forense. Ahora
bien, si se trata de identificación y estudio de manchas de sangre, la técnica
utilizada es el rastreo hemático. En el rastreo hemático que se realiza en el
lugar de los hechos, se debe observar con mucho cuidado, toda vez que existen
algunas manchas que son visibles a simple vista, pero también las hay que no lo
son a simple vista, y en este caso se lleva a cabo mediante un método de examen
del sitio, utilizando primero la ayuda de la luz artificial proyectada en forma
rasante u oblicua a la superficie a observar y de ser posible, con la ayuda de
filtros coloreados que permitan aumentar el contraste entre la mancha y el
soporte. También puede utilizarse una luz ultravioleta estando el lugar en
completa obscuridad para brindar mejores ventajas al efectuar el rastreo hemático
o de otro tipo de manchas, haciendo mención de que el color del soporte o
superficie en donde se encuentre la mancha o huella de sangre, facilita o
dificulta su localización.
Formas en las que se hace evidente la presencia de sangre.
El análisis
criminalístico en el lugar de los hechos, la cantidad y características de la
sangre que se observe alrededor de la víctima, pueden indicar el tiempo
probable que sobrevivió después de haber sido lesionado. Además debe tenerse
especial cuidado en el análisis de la
sangre, atendiendo a las siguientes consideraciones. Algunas lesiones por su
ubicación y por la posición del cuerpo de la víctima, pueden ser de tales
características que la acción de la gravedad atmosférica haga que la sangre
siga emanando hasta acumularse en gran cantidad sobre el piso o el soporte que
reciba a la víctima, interviniendo en algunos casos el declive que presente el
suelo o superficie. Así mismo, se debe observar que la sangre antes de morir se
coagula en aproximadamente cinco a ocho minutos después de expuesta fuera del
cuerpo humano, y no así la sangre post mortem que expuesta al exterior no
origina o se ve afectada por el proceso de coagulación.
Formas en que se presentan las manchas de sangre.
Existen diversas
características morfológicas en las huellas de sangre que pueden proporcionar
cierta orientación respecto de las características de las lesiones y el tiempo
transcurrido, no obstante, a partir del estudio estático de las máculas
sanguíneas o lago hemático, solamente se pueden establecer hipótesis que han de
ser corroboradas con el resto del protocolo de investigación criminalística y
criminológica del hecho presuntamente delictuoso. Las huellas de sangre que
gotean sobre un plano inclinado sin que la persona tenga movimiento, se
presentan en forma oval y alargadas con escurrimientos largos en la parte
inferior, dependiendo del ángulo de inclinación mayor o menor de la superficie
o soporte, se les conoce también como estáticas. Las huellas de sangre que caen
sobre un plano horizontal y que están animadas de movimiento lento, se
presentan con estrías en uno de sus lados que indican la dirección del
movimiento, por lo que se les llama dinámicas. Las huellas de sangre que caen
sobre un plano horizontal y que están animadas de movimiento rápido, se
presentan con una forma de lágrima, con
una sola estría o alargamiento, que indica la dirección del movimiento. Las
huellas de sangre producidas por un goteo ininterrumpido sobre un plano
horizontal presentan un rastro de sangre en forma de franja desplazándose
estrías en los lados que según su dirección indican el movimiento, y es
generalmente poco ancha según la cantidad de hemorragia. Las huellas de sangre
proyectadas directamente sobre los muros o paredes presentan forma alargada con
salpicaduras laterales y cuando la gota de sangre es abundante se manifiesta un
escurrimiento con acumulación en la parte inferior y una decoloración en la
parte superior, por lo que se conocen como dinámicas. Las huellas de sangre
sobre muros o paredes originadas por salpicaduras o chisguetes, provienen
generalmente de vasos arteriales que debido a las potentes pulsaciones del
corazón, se proyectan con fuerza y son diversiformes, lo cual no sucede de la
misma manera con la sangre de origen venoso cuyos vasos no contienen la fuerza.
Se les llama dinámicas.
Ropa. Objetos. Instrumentos.
A partir de estudios
criminalísticos especializados en materia de química forense, por medio de la
serología, se estudian muestras problema de sangre, procedente del lugar de los
hechos, de los instrumentos del delito, de la víctima o del victimario. Así
mismo, si se cuenta con muestras testigo que sirvan para estudios comparativos,
se deciden los resultados en una investigación. Es muy frecuente que la ropa,
los objetos e instrumentos asociados al lugar de los hechos se contaminen en
las maniobras que se realizan para lesionar, consumar muertes violentas, entre
otras causas generadoras de manchas hemáticas, por esto, el examen de los indicios
originados por la sangre, pueden se útiles para determinar lo siguiente:
1. Identificar
instrumentos que se fueron utilizados en el hecho.
2. Localizar lugares
de hechos, donde se cometieron delitos.
3. Conocer las
circunstancias de la comisión de un hecho en contra de las personas.
4. Posibilidad de
eliminar sospechosos, y
5. Comprobar o
verificar coartadas o versiones sospechosas.
Colección y utilidad de las manchas de sangre.
En la colección de
indicios y tratándose de muestras de sangre, al recogerla del lugar de los
hechos, de la víctima o del victimario, se deben observar las siguientes
técnicas específicas:
1. Si las manchas o
huellas de sangre se encuentran en ropas o telas, éstas deben de ser transportadas
cuidadosamente embaladas al laboratorio de criminalística.
2. Cuando las
manchas o huellas de sangre, proceden de fuentes diferentes, pero del mismo
lugar de los hechos, han de ser embaladas de manera separada y etiquetarlas
indicando con precisión el señalamiento del lugar de donde fueron recogidas.
3. Las manchas de
sangre frescas existentes en tela, ropa o tejidos, antes de ser embaladas deben
se ponerse a secar o de contrario entrarían en proceso de putrefacción.
4. Para secar las
manchas de sangre frescas encontradas en ropas o tejidos, éstas deben ser
puestas a secar en una atmósfera bastante bien ventilada y que no esté expuesta
al calor o al sol.
Las huellas
producidas por la sangre, con características de embarramiento, apoyo,
estáticas, dinámicas o por escurrimiento, son las que con mayor frecuencia son
encontradas en el lugar de los hechos de delitos cometidos en contra de las
personas y constituyen uno de los indicios de mayor constancia en el crimen. Por
lo anterior, para la utilidad de las huellas de sangre debe tenerse en
consideración que ofrecen posibilidades de reconstrucción del mecanismo de los
hechos, así mismo tener en cuenta que una vez manchado determinado soporte, la
sangre permanece durante un tiempo prolongado y se encuentra con mayor
facilidad en aquellos lugares que le ofrecen mejor superficie para su
adherencia, éstas superficies pueden incluir ropa, tabiques, madera, la piel
del cuerpo humano, pisos de cemento, muebles, alfombras, cortinas, entre otras,
mientras que difícilmente permanecerán en superficies con características de
poca adherencia, tales como porcelana, cristales, metales, superficies pulidas,
barnizadas o enceradas.
La sangre en materia de Criminalística
Con la realización
de análisis químicos y exámenes macro y microscópicos de la sangre, es posible
identificar si la misma es humana o de animal, así mismo se determinará el
grupo sanguíneo al que pertenece y dependiendo de la época y contaminación, se
puede también determinar los subgrupos. No obstante, también existen ciertas
limitaciones en los análisis y exámenes de la sangre en materia de
criminalística, los cuales incluyen que no es posible identificar sangre humana
como procedente de una persona en particular, salvo que sea de una estructura
muy individual. Con el análisis de sangre, no es posible determinar el sexo y
la raza de una persona ni tampoco la época en que se produjo la mancha o huella
en cuestión y, por ende el hecho a investigar. Por lo anterior, es recomendable,
al menos saber el origen de la mancha de sangre, sí ésta es venosa o arterial,
sí es menstrual o por desfloración, entre otras características de utilidad.
Arterial.
La sangre arterial
es de color rojo claro toda vez que es la que sale del corazón con una mayor
cantidad de oxígeno en su composición, por lo que una vez lesionados los vasos
sanguíneos que la contienen, se proyecta con fuerza, ocasionando y produciendo
huellas dinámicas sobre los objetos, los muebles y los soportes cercanos a la
lesión de la que provienen. Para determinar la existencia de sangre arterial,
un criterio válido es atender a su coloración y dinámica de proyección y, una
vez localizadas las manchas de sangre o lagos hemáticos, se describirá su forma
que tiene a ser más amplia y extendida que la producida por sangre venosa, su
color es más brillante, las dimensiones suelen ser mayores que las producidas
por sangre venosa, situación, estado de fluidez o coagulación que presenten en
el lugar de los hechos, haciendo su descripción en un croquis simple o en un dibujo
planimétrico, también se les tomará fotografías y se coleccionarán muestras de
ellas dentro de tubos de ensayo esterilizados.
Venosa.
La sangre venosa es
de color rojo oscura atendiendo a la menor cantidad de oxígeno que transporta,
así como los elementos de desecho, tales como dióxido de carbono que la
conforman, su fuerza de proyección es mucho menor que la arterial atendiendo a
la resistencia vascular periférica de retorno menor en la sangre venosa, al grado
que es posible decir que casi no tiene potencia y por ello suele producir
hemorragias suaves. La presencia de sangre venosa, también se identifica por su
coloración y dinámica de proyección ya que las manchas de sangre o lagos hemáticos
de sangre venosa, presentan una forma que tiende a ser más limitada y en
escurrimiento que la producida por sangre arterial, su color es más oscuro, las
dimensiones suelen ser menores que las producidas por sangre arterial, su
situación es normalmente en escurrimiento, pocas veces se encuentra en estado
de fluidez, siendo lo común encontrarla coagulada en el lugar de los hechos,
debiendo hacerse también su descripción en un croquis simple o en un dibujo planimétrico,
se le tomarán fotografías y se coleccionarán muestras de la sangre en el
interior de tubos de ensayo esterilizados para su suministro al laboratorio de
criminalística.
Menstrual.
La sangre menstrual
contiene placas epiteliales que se desprenden de la mucosa uterina esparcida en
los glóbulos sanguíneos y al estudio microscópico, preparada mediante colorado
o tinción con azul de metileno, se aprecian en forma de laminillas planas con
núcleo pequeño y redondo, en general las manchas provenientes de sangre menstrual
suelen localizarse y encontrarse en ropa interior y exterior femenina, tales
como pantaletas y pantalones o faldas.
Por desfloración.
La sangre
proveniente de una desfloración, presenta celdillas epiteliales que proceden de
la mucosa vulvar, cuyas placas contienen un núcleo distinto a las placas de la
mucosa uterina, en dicha sangre suele observarse una mezcla de semen y pelos de
pubis producto de la consumación de la cópula. Las huellas de sangre de este
tipo suelen apreciarse y encontrarse en toallas, sábanas, pañuelos desechables,
papel sanitario, en ropa interior y exterior femenina e inclusive en la bragueta
de los pantalones pertenecientes al delincuente masculino.
Composición química de la sangre.
La sangre es un
tejido que está constituido por células, líquidos y sustancias y es el vehículo
para el oxígeno y todos los nutrientes necesarios para el trabajo fisiológico
del organismo. La sangre arterial es de color rojo claro y la sangre venosa es
de color oscuro, tienen un olor sui generis y son ligeramente alcalinas. El
medio sólido de la sangre está formado por glóbulos rojos (eritrocitos),
glóbulos blancos (leucocitos), plaquetas y demás sustancias que son estudiadas
por la hematología. El oxígeno que es transportado por la sangre, es a través
de los glóbulos rojos, los cuales contienen hemoglobina que, al combinarse con
el oxígeno forman oxihemoglobina y en está forma es conducida por todo el
organismo. Los eritrocitos o glóbulos rojos tienen forma de disco bicóncavo, su
diámetro es entre 6 y 9 micras y su vida promedio es de 4 meses. Por su parte
los leucocitos o glóbulos blancos, forman parte del sistema inmunológico de
defensa del organismo, se encuentran en cantidades variables en ambos sexos y
estarán presentes en donde exista una enfermedad, infección o herida para combatir
a los organismos patógenos que le provocan y ocasionan que ciertas células
especializadas entren en acción, las cuales incluyen a los linfocitos, los
monolitos, eosinófilos, neutrófilos, entre otros. El medio líquido o suero de
la sangre conduce las sustancias nutritivas tales como proteínas,
carbohidratos, grasas y micro nutrientes (vitaminas y minerales) a los
diferentes tejidos del organismo, siendo absorbidos a nivel del tracto
intestinal para ser conducidos al plasma junto con diversas enzimas y
sustancias del hígado para ser transportadas a los diversos órganos de la
economía corporal. A su vez a través de la sangre también se transportan las
sustancias de desecho del organismo, las que son depuradas y eliminadas a
través de los riñones, el intestino y los demás sistemas que intervienen en la eliminación.
Por último en este punto, cabe mencionar que la sangre se clasifica en grupos
sanguíneos, que son el resultado de la unión de los genes de origen paterno y
materno, contando en la actualidad con sueros especiales para la investigación
y determinación de los grupos sanguíneos, que de conformidad con la
nomenclatura internacional estandarizada se clasifican en A. B, AB y O, con rH
positivo o negativo.
Muertes violentas.
Respecto de las
muertes violentas, las cuáles representan una de las principales causas de investigación
criminalística, se puede sostener que en el campo de la Medicina forense, se
conocen diferentes definiciones o conceptos de muerte, incluyendo las de muerte
real y muerte aparente, de tal suerte que todo ello lleva a establecer una sola
definición biológica de muerte violenta en términos de ser el estado de cese
total de las funciones vitales de un organismo humano, causado por los efectos
de algún agente extraño caracterizado de actos violentos. Los factores
diferenciales, se manifiestan muy claramente e la clasificación de las
diferentes formas de muerte, ya que mientras en la muerte aparente existe un
estado pasajero en el que las funciones vitales están abolidas temporalmente,
en una muerte real la abolición de total, pero no definitiva en algunos casos,
en virtud de que determinados órganos y tejidos se aprovechan en transplantes
en beneficio de otros seres vivos, por ello es vital el diagnóstico de muerte real
a través de la identificación de los signos característicos de la muerte. En la investigación
criminalística debe tenerse presente que en los casos donde alguna persona
pierde la vida en forma violenta, siempre la abolición total de las funciones
vitales es originada por la acción directa o indirecta de algún agente externo,
ya sea mecánico, físico, químico o biológico, cuyas manifestaciones se estudian
para conocer sus fenómenos de producción, ya que las muertes violentas se presentan
por la acción de algún agente vulnerante externo, en todos los casos.
Metodología para la investigación de muertes violentas producidas por:
En la investigación
de hechos presuntamente delictuosos de muerte violenta, se deben aplicar
principalmente todos los métodos disponibles y posibles de observación para
descubrir, reconocer y registrar los instrumentos utilizados y los indicios
producidos en el escenario del suceso, evidencias físicas que de manera
científica van a ilustrar para determinar la forma de producción del hecho
entre otras interrogantes, de acuerdo al estudio y verificación metódica que se
realice del lugar de los hechos, de la víctima y del autor y sus ambientes, con
objeto de llegar a una explicación adecuada y acercarse a la verdad de los hechos
que se investigan. Los agentes externos vulnerantes con los que se producen las
muertes violentas pueden ser muy variados, sin embargo, pueden circunscribirse
a las armas blancas y otros instrumentos cortantes, contundentes y punzantes,
el ahorcamiento, la estrangulación, la sofocación, los proyectiles y los
ocurridos en hechos de tránsito, los cuales se analizarán sucintamente a
continuación.
Arma blanca y otros instrumentos.
En la comisión de
hechos con cualquiera de los instrumentos considerados en el grupo de las armas
blancas, se encontrarán en el lugar de los hechos fundamentalmente instrumentos
que producen lesiones de diversas características, asimismo también se va a encontrar
la víctima si ésta perdiera la vida, y con numerosos indicios incluyendo
lesiones, que por su situación y morfología van a ofrecer elementos
identificadores y reconstructores de la muerte violenta por arma blanca. Las
armas blancas están consideradas en el marco de los agentes mecánicos y para
sus efectos se manejan dinámicamente por el agente o sujeto activo. Para su
identificación y para el uso correcto del término, por su forma, material de
construcción y acción, se entiende por arma blanca, todo instrumento
configurado por una hoja o cuerpo de metal, con punta, filo o bordes romos y
con un mango o empuñadura del mismo o de otro material. Las armas blancas son
agentes metálicos que originan directa o indirectamente lesiones que pueden
ocasionar diversos grados de afectación en la salud e inclusive la muerte de la
víctima. En el lugar de los hechos o en sitios diversos, se pueden localizar
las armas blancas empleadas en la comisión del hecho que se investiga y para
identificarlas se debe conocer su clasificación, con el objeto de estudiarlas
minuciosamente y realizar comparaciones de forma y características de las
lesiones externas que producen para establecer la correspondencia de
características o peculiaridades del arma utilizada y de las lesiones por ella
producidas en el cuerpo de la víctima, a reserva de esperar y conocer los
resultados tanto de la autopsia médico legal, como del peritaje en
criminalística identificativa. Existen también otros instrumentos con los que
puede producirse la muerte violenta que, aunque no son exactamente armas
blancas, si entran dentro de esta clasificación por sus características
similares con éstas, así como la clase de lesiones o heridas que ocasionan,
Dentro de este grupo de instrumentos se encuentran los punzantes, los cortantes,
los punzo cortantes, los contundentes, los punzo contundentes, los corto
contundentes y los que producen machacamiento,
aunque éstos últimos entrarían también en la clasificación de los productores
de muertes violentas en hechos de tránsito.
Ahorcamiento.
La problemática
existente en las muertes violentas producidas por ahorcamiento, obligan a
reflexionar y recapacitar sobre la imperiosa necesidad de aplicar la
metodología y tecnología adecuadas en las investigaciones criminalísticas, a
efecto de percatarse con claridad de sus formas y mecanismos, objetos y agentes
constrictores utilizados y sus manifestaciones. Para los criminalistas y
policiólogos siempre se presenta la importancia de reconocer y verificar las
evidencias materiales que se utilizan y producen en este tipo de hechos, en
virtud de que son de utilidad científica para efectuar las aclaraciones
pertinentes sobre interrogantes que surgen a medida de su presencia o ausencia,
interrogantes de vital importancia que llevan a cuestionarse acerca de los
fenómenos que se desarrollan en la forma de muerte, la que de acuerdo con su
realización podría ser con características suicidas, homicidas o accidentales. Para
situar técnicamente este tipo de muertes violentas por ahorcamiento y por
estrangulación que son producidos por la asfixia, es conveniente primero hacer
algunos comentarios al respecto y en tal virtud, habrá que señalar que las
asfixias homicidas, suicidas o accidentales, sin considerar las causadas por
enfermedades, generalmente se producen por insuficiencia o sustitución de oxigenación
pulmonar, cuyos mecanismos o formas se pueden presentar en diversas maneras. En
la literatura médico-legal se denomina asfixia a la detención de la función
respiratoria, la cual puede producirse por alteración en distintos niveles de
su dinámica, dando como resultado hipoxia tisular –déficit parcial de oxígeno-
o anoxia -déficit total-. Determinada la muerte por falta de oxígeno, una de
sus variantes es la asfixia mecánica que son una causa violenta de muerte
caracterizada por el impedimento mecánico de la función respiratoria. La muerte
violenta por ahorcamiento es la producida por la constricción del cuello, ejercida
por un lazo sujeto a un punto fijo sobre el cual ejerce tracción el propio peso
del cuerpo. Los lazos utilizados en esta forma de muerte son de diversos tipos
y materiales pero comparten la presencia de un nudo que puede ser fijo o
corredizo. Los lazos pueden ser blandos, rígidos o duros y esto se reflejará en
las características del surco. Teniendo en cuenta la posición relativa del nudo
respecto del cuello de la víctima, o del cuerpo en relación a su entorno se
distinguen diversos tipos de ahorcadura. Ella puede ser completa cuando el
cuerpo se encuentra totalmente suspendido, sin ningún punto de contacto con el
suelo u objeto circundante. En cambio si alguna zona corporal toma contacto con
algún punto de apoyo del entorno, ella será incompleta. Es bastante frecuente,
en algunas series son más frecuentas que las completas. Por otro lado, deben
destacarse las ahorcaduras simétricas, que se dan cuando el nudo se encuentra
sobre la línea media del cuerpo, en posición submentoeana o en la nuca. En las
asimétricas, el nudo se encuentra lateralizado a izquierda o derecha y son las
más frecuentes. Finalmente, se tienen a las típicas, en las que la ubicación
del nudo es en la región posterior del cuello, mientras que en las atípicas el
nudo puede localizarse en posición submentoneana o lateralizado. En los hechos
de ahorcamiento se debe localizar, examinar y verificar los elementos típicos
de cada caso en particular, a saber: agentes constrictores, puntos de apoyo,
ubicación y características de nudos, muebles y objetos para probables
escalamientos, probables recados póstumos, lesiones, huellas y signos en la
víctima, y las ropas y objetos circundantes. Sobre los agentes constrictores,
cabe señalar que los más comúnmente usados son sogas, vendas o medías, cuerdas
de cortina, cables eléctricos, cortinas, prendas de vestir, corbatas, sábanas,
toallas rasgadas, cordones y cadenas. Se observa un extremo atado al cuello de
la víctima y el otro extremo atado a un punto de apoyo. El asa que se forma
para atar el cuello generalmente lleva un nudo corredizo o fijo, de media
llave, de palo, llave entera o cualquier otra forma dependiendo de la
dedicación laboral y conocimiento de la víctima o victimario en la elaboración
de nudos. Las asas pueden ser sencillas, dobles o triples. Este es un punto muy
importante, toda vez que brindará una aproximación casi certera en cuanto si se
está ante un suicidio o un homicidio (doloso o culposo), averiguando las
habilidades que tenía la víctima respecto de los nudos. Si carecía de ellas orientará
la pesquisa hacia un probable homicidio. Es por ello que el agente constrictor deberá
ser remitido junto con el cadáver, en la medida de lo posible sin ser retirado
del cuello de la víctima. El otro extremo del agente constrictor está atado a
un punto de apoyo formando amarre con cualquier tipo de nudo de los
anteriormente mencionados. Éste siempre se encuentra en un plano superior a la cabeza
y al cuello enlazado, pudiendo ser un puede ser un tubo de ducha, picaporte,
travesaño de madera, manija de ventana, tubería de agua o gas, llave de
lavamanos, clavos en muros, toalleros, percheros, vigas, barandas, ó cualquier
objeto sobresaliente de muros y techos. En el lugar de los hechos cuando se
realiza un ahorcamiento con suspensión completa o incompleta, casi siempre se
encuentra en el piso circundante a la víctima algunos de los siguientes
elementos: bancos, sillas, muebles, tablas, camas o cualquier objeto que use victima
en vida para escalar, preparar el mecanismo mortal y suspenderse. Se recomienda
aún con el cadáver suspendido observar la disposición del cuerpo, del lazo y
punto de suspensión. Se medirá la talla del ahorcado, la distancia de pies al
piso, la altura del punto de suspensión y la longitud del lazo. Luego se
describe el modo en que está hecho el nudo del asa del cuello y en el punto
fijo, los objetos circundantes, y se realizan fotografías. Los recados póstumos
constituyen una pieza investigativa considerada como un indicio escritural
confeccionado ante mortem por las personas que se privan de la vida, con objeto
de hacer aclaraciones, despedidas, solicitudes o deslindar responsabilidades.
Están considerados como un recurso de las víctimas en vida, a fin de hacer
sentir sus deseos después de la muerte.
Estrangulación.
Otro problema de importancia
en la investigación criminalística es la muerte violenta por estrangulación,
cuyas manifestaciones del mecanismo difieren del mecanismo de ahorcamiento,
toda vez que no obstante que se pueden utilizar los mismos agentes
constrictores, y producen evidencias semejantes, las maniobras, condiciones y situación
de las huellas y vestigios que se producen en cada uno de los participantes y
en el lugar de los hechos son muy particulares y proporcionan una base
científica para identificar con claridad cuáles evidencias constantes y
circunstanciales se deben a la estrangulación y cuales al ahorcamiento. La
muerte violenta por estrangulación es característica de homicidios, pero no
puede descartarse la existencia de casos de suicidios o por accidentes. La estrangulación
es la forma de muerte violenta producida por la constricción del cuello
mediante la aplicación de una fuerza activa que actúa por intermedio de un
lazo, las manos, el antebrazo o cualquier otra estructura rígida. De acuerdo a
ello, existen variedades de estrangulación, destacando las efectuadas a lazo, a
mano y antebraquial. En el mecanismo de estrangulación homicida, siempre
interviene uno o más individuos ejerciendo fuerza muscular potente con un
agente constrictor sobre el cuello de la víctima o utilizando las manos, a
efecto de bloquear la libre circulación sanguínea y de oxigenación a los pulmones,
ocasionando a veces la fractura de los cartílagos de la zona comprimida y
marcando al exterior signos del agente constrictor. Las maniobras que se
realizan para consumar la estrangulación difieren cuando las etiologías son
suicidio, homicidio o accidental. En la etiología homicida, el autor
generalmente usa los mismos agentes constrictores que los utilizados para la
ahorcadura o sus propias manos. Cualquiera de los agentes constrictores son
enredados al cuello de la víctima consciente o inconsciente y tirados
ejerciendo fuerza muscular. En las maniobras llevadas a cabo utilizando un lazo
se concretan en menor tiempo que las efectuadas con las manos, considerando
desde el inicio hasta el final de dichas agresiones, toda vez que es
generalmente el cansancio y agotamiento, tanto de la víctima como del
victimario, lo que determina la conclusión del hecho, no sin antes haber
existido alguna otra lesión previa de importancia que predispone generalmente a
vivir o a morir. Por lo general, los agentes constrictores son abandonados por
el autor en el escenario del suceso, ya sea alrededor del cuello de la víctima,
cercano o distante a ésta. Cuando el autor de una estrangulación homicida
realiza el ataque situándose por cualquiera de los flancos, retaguardia o
vanguardia de la víctima, estando ésta inconsciente o si se trata de un recién
nacido o corta edad, es difícil que se hallen signos de defensa por lo que no
se registraran indicios, evidencias o huellas que indiquen forcejeo o lucha al
momento de la agresión mortal. Cuando la víctima esta consciente y cuenta con
medios de defensa y los utiliza, es probable que produzca en el agresor
excoriaciones dermoepidérmicas por rasguño o arañazo, contusiones en antebrazo,
mano y cara, estigmas ungueales, arrancamiento de cabello del agresor que puede
hallarse en ropas, muebles, piso y manos de la víctima –sobre todo debajo de
las uñas de ésta-, así como desgarros en las ropas superiores. Es decir que, la
estrangulación va precedida de violencia, que se traducirá en el desorden del
lugar del hecho que deberá tratarse de la misma forma que para el ahorcamiento.
En casos de estrangulación homicida cuyos cuerpos se hallen desnudos o
semidesnudos en la región inferior, se debe verificar con exámenes meticulosos
de los genitales y ano, toma de muestras y ropa intima, ya que puede ir
acompañado de agresión sexual ante o post mortem.
Sofocación.
En la investigación
de muertes violentas también se presenta la sofocación, cuya etiología proviene
de cualquiera de los mecanismos que a continuación se señalan y, como en los
anteriores casos, se habrá de estar atentos a las evidencias físicas constantes
y circunstanciales, con el objeto de concluir satisfactoriamente el caso que se
presente para la investigación criminalística. Los mecanismos por los cuales se
puede ocasionar la muerte violenta por sofocación incluyen:
a. Por aire
confinado.
b. Por compresión
toraco-abdominal.
c. Por enterramiento.
d. Por oclusión de
los orificios respiratorios, y
e. Por introducción
de cuerpos extraños.
Proyectil.
Las muertes
violentas producidas por proyectil de arma de fuego, requieren de una
metodología criminalística tanto de campo como en el laboratorio, la cual
incluye desde luego estudios de Criminalística de campo, Criminalística
identificativa (para el arma de fuego y los casquillos), química forense,
fotografía y medicina forense. La metodología, técnicas y conocimientos que
deben ser aplicados para la investigación criminalística de éste tipo de
muertes violentas, incluye la protección del lugar de los hechos, continuando
con la meticulosa observación del lugar, fijándolo a través de las técnicas de descripción
escrita, fotografía forense y planimetría. Posteriormente se hace un rastreo
escrupuloso y lo más detallado posible en la búsqueda de indicios tanto
asociativos como no asociativos al hecho, utilizando las técnicas propias al
efecto de llevar a cabo la localización, recolección y debido embalaje de los
indicios coleccionados, para mediante
cadena de custodia sean suministrados a las diferentes áreas o secciones
especializadas de laboratorio de criminalística.
Tránsito.
El estudio de las
muertes violentas producidas por hechos de tránsito terrestre, ya sean
colisiones entre dos o más vehículos, atropellamientos, volcaduras o
proyecciones contra cuerpos fijos, ha de tenerse sumo cuidado en observar todas
aquellas huellas, vestigios e indicios que queden registrados en el lugar de
los hechos, ya sea sobre la carpeta asfáltica, las banquetas, camellones y
guarniciones, así como otros soportes y objetos. De igual manera se tendrá
mucho cuidado en hacer una observación lo más detallada posible sobre el vehículo
automotor productor de la muerte y sobre la víctima del delito. Todas las
marcas y señales son evidencias útiles de reconstrucción para conocer el
mecanismo del hecho y deben consignarse en la fe ministerial y en los informes
emitidos por los peritos con la mayor exactitud durante el periodo de
averiguación previa. Lo anterior obedece a que las diligencias derivadas de la
investigación criminalística completa de los hechos de tránsito productores de
la muerte, van a ser de utilidad para orientar a los peritos de tránsito terrestre,
quienes tendrán elementos auténticos y suficientes para configurar técnicamente
sus opiniones periciales sobre el hecho que se investiga, logrando que resulten
confiables por ser lo más apegados a la realidad.
La Criminalística y su estudio.
Tomando en consideración
que la criminalística tiene el objeto material o de estudio precisamente en el
estudio de las evidencias físicas que se utilizan en la comisión de hechos
presuntamente delictuosos, aplicando la tecnología y metodología científica,
con el establecimiento de verdades generales y particulares, donde los indicios
producidos y los objetos e instrumentos utilizados, son identificados,
estudiados y explicados con objeto de conocer su relación y sus
manifestaciones, así como para determinar las formas y mecanismos realizados e identificar
a las víctimas en su caso y a los presuntos responsables y demás involucrados,
a fin de conocer finalmente la verdad del hecho o fenómeno investigado. No debe
olvidarse que cada una de las disciplinas científicas de la criminalística en
general, también con base en el estudio científico de las evidencias
materiales, tienen bien definidos sus objetivos particulares y específicos que
se satisfacen con conocimientos, metodología y utilización de tecnologías
adecuadas. Por lo hasta aquí analizado, es posible comprender de manera definitiva
que la criminalística general, está constituida de conocimientos universales
sistemáticamente estructurados. Así mismo tiene objetivos perfectamente
definidos que cumplir y en sus actividades científicas, cuenta con principios y
se apoya de los métodos para investigar, explicar y predecir correctamente los
fenómenos relacionados en la comisión de hechos presuntamente delictuosos en todas
sus modalidades. En esta tesitura es dable sostener que la criminalística es
una ciencia natural multidisciplinaria que reúne en sus estudios conocimientos universales,
sistemáticamente ordenados, verificables y fiables. Sus explicaciones son
científicas y dentro de las genéticas, teleológicas, probabilísticas y deductivas,
se apoya en estas últimas aplicando premisas verdaderas obtenidas
inductivamente para llegar a conclusiones verdaderas. En sus tareas y su
estudio, va implícito el método analógico para las demostraciones científicas
no experimentales y para otras especificaciones recurre al análisis y a la síntesis
como métodos de estudio y lograr el aporte de resultados fiables.
Métodos a seguir en la investigación Criminalística en el laboratorio.
Los trabajos
científicos de la criminalística en el laboratorio se realizan con la
utilización del método general de las ciencias naturales, conocido como método
inductivo, con sus tres pasos fundamentales que son la observación, hipótesis y
experimentación. Este método en el laboratorio se conoce como el de comprobación
o experimentación y es con el que se van a efectuar las tareas científicas de
los hechos o suministrados por otros medios, de tal suerte que los resultados
puedan ser aprovechados e interpretados adecuadamente para conocer su
intervención en el hecho que se investiga y mostrarlo como evidencias de la
verdad, cuya evaluación de los resultados obtenidos la harán los órganos que
tienen como finalidad la administración y procuración de justicia. En el
laboratorio de criminalística es recomendable aplicar el método científico con
todos los pasos sistematizados que le caracterizan y por ello los expertos o
peritos en criminalística en la actualidad y de acuerdo con las necesidades
científicas y trabajos realizados en sus diferentes disciplinas, aplican metodologías
convenientes y sistemáticamente estructuradas con base en su experiencia y conocimientos,
así como de conformidad con la problemática específica que deban resolver. Todo
lo anterior obedece al amplio campo de investigación criminal que abarca la ciencia
en estudio.
Criminalística de campo
Es la investigación que se lleva a cabo en
el propio lugar de los hechos. El escenario del crimen, como también se le
denomina, es una fuente invaluable de información. Por lo general, el perito en
Criminalística de Campo y el perito en Fotografía Forense son los que la
realizan. Serán ellos los que acudan en forma conjunta al lugar donde
ocurrieron los hechos. A veces se da el caso, de que tengan que ir a otro sitio
relacionado con el mismo hecho. Bajo su mando, planteen al Criminalista de
Campo todas las dudas que tengan sobre la forma en que fueron cometidos los
hechos y sobre la identidad de su autor o autores. Hay lugar para cualquier
duda al respecto y ésta será despejada. Es necesaria una comunicación
fluidaentre la autoridad y el Criminalista de Campo, ya que permite la celeridad
de la investigación y evita extraviarse en el curso de la misma. La labor del
Criminalista de Campo se concreta a las etapas siguientes:
a. Proteger y
preservar el lugar de los hechos o el escenario del crimen.
b. Observar todo en
forma completa y metódica sin precipitaciones.
c. Fijar lo
observado mediante la descripción escrita, clara, precisa.
d. Trasladarlo a la
planimetría, el dibujo forense y la fotografía forense.
e. En caso de ser
necesario, se recurrirá al moldeado.
f. Levantar, embalar
y etiquetar los indicios.
g. Trasladar los
indicios al laboratorio.
h. Se debe estar muy
atento para preservar la "cadena de custodia", la cual nunca deberá
ser descuidada.
Balística forense.
La Balística es la
ciencia que tiene por objeto el cálculo del alcance, dirección y comportamiento
de los proyectiles. Tiene cuatro ramas principales: La Balística interna,
Balística externa, Balística de efectos y, Balística identificativa o
comparativa. Por su parte la Balística Forense es la aplicación judicial de la
Ciencia Balística o la Ciencia Balística aplicada al esclarecimiento de los hechos.
Participa de todas las ramas en que se divide la Ciencia Balística y en
exclusiva de la Balística identificativa o comparativa. La problemática que
tiene que resolver la Balística Forense sigue un camino inverso a la planteada
a la Ciencia Balística Clásica. Para ésta un problema podría ser la munición y
arma a utilizar para conseguir unos efectos en un blanco determinado, mientras
que para la balística Forense, sería que, a la vista de los efectos producidos
en tal blanco, se determine el arma y cartucho o munición utilizada, la
distancia y el ángulo de tiro, la trayectoria, el número de disparos
efectuados, y si se recoge vaina y/o proyectil, determinar si ha sido disparado
o no por el arma sospechosa. La Balística Identificativa como rama propia de la
Balística Forense, estudia las relaciones de identidad existente entre las
lesiones producidas en vaina y bala por el arma utilizada y los elementos o partes
de dicha arma que producen las citadas lesiones. La Balística Identificativa
parte del principio general de que todas las armas imprimen carácter a los elementos
no combustibles integrantes del cartucho utilizado, en base a que, para dicha
utilización, una serie de piezas mecánicas y partes del arma actúan sobre los
elementos iniciador y contenedor del cartucho (cápsula y vaina), y sobre su elementos
proyectado (bala). La identificación de un arma se basa en primer lugar en la
coincidencia de las lesiones de clase, comunes, en principio, a todas las armas
de la misma marca y modelo, y fundamentalmente en la correspondencia, en forma
y ubicación de las microlesiones específicas o individualizadas.
Documentoscopía.
La Documentoscopía
es la disciplina que se ocupa del examen de documentos para dictaminar su
autenticidad o las posibles alteraciones de que haya sido objeto. La
documentoscopía es una técnica muy antigua y desde sus inicios ha estado ligada
a la criminalística. Hay referencias históricas a través de todas las épocas de
la humanidad, en el antiguo imperio chino, romano, en la Edad Media, y en la
actualidad se constituye en una ayuda vital dentro de la dinámica época actual.
Antiguamente fue conocida como área de grafoscopía, debido al énfasis en el
estudio de la escritura, sin embargo, el volumen, cantidad, complejidad y
crecimiento del tipo de dictámenes solicitados hicieron variar no sólo su
nombre sino también su pasada condición de área. Se utilizan básicamente lentes
de distintas dioptrías (aumentos), fuentes de luz y filtros con los que se
lleva a cabo observaciones físico comparativas que caracterizan este tipo de
trabajo. De esta manera ingresan toda clase y tipo de documentos, tales como
cheques de caja, personales, cheques de viajeros, facturas, recibos, anónimos, pasaportes,
tarjetas de crédito, de débito, pólizas de seguros, tomos de protocolos de
abogados, marchamos, placas provisionales, licencias, etiquetas y envoltorios
de productos, cédulas, entre otros.
Dactiloscópica.
Es el conjunto de
técnicas y procedimientos que tienen como propósito el estudio y clasificación
de las huellas digitales. Procede del griego Daktilos (dedos)
y Skopien (observar). Mediante esta ciencia puede determinarse
la identidad de un individuo con una certeza absoluta. Se llama dactilograma a
la impresión de una huella dactilar impregnada en tinta y posada en papel. En
todo caso la Dactiloscopía es la ciencia que se propone la identificación de la
persona físicamente considerada por medio de la impresión o reproducción física
de los dibujos formados por las crestas papilares de las yemas de los dedos de
las manos. El objeto material o de estudio de la Dactiloscopía, son los
dactilogramas existentes en las yemas de los dedos de las manos y las
impresiones papilares que éstos dejan, ya sea por secreción sudorípara o por
coloración de alguna sustancia. Tiene la finalidad de realizar estudios
comparativos e identificativos de sus figuras y determinar inequívocamente la
identidad de personas vivas o muertas, cuyos dactilogramas se encuentren en buenas
condiciones. Los sistemas dactiloscópicos se fundamentan en tres principios
básicos que son la perennidad, la diversidad y la inmutabilidad, aunque algunos
especialistas agregan otros principios tales como la individualidad, la inalterabilidad,
la especificidad, la posibilidad y facilidad de clasificación. Las huellas
dactilares son perennes atendiendo a que las crestas del dibujo dactilar se
forman a partir de la sexta semana de gestación en el útero y participan en el
crecimiento y desarrollo de la persona hasta su muerte, incluyendo los procesos
de momificación y putrefacción. Son de formas diversas por el sinnúmero de
dibujos caprichosos que adquieren las crestas papilares y los puntos
característicos que se distribuyen particularmente en los dactilogramas,
haciéndolos absolutamente individuales sin que hasta la fecha se hayan
encontrado dos huellas digitales idénticas. Y por último, son inmutables ya que
los dibujos dactilares no varían en sus características individuales y porque
no les afectan fenómenos patológico, e inclusive en caso de desgaste voluntario
o involuntario el tejido epidérmico de las huellas se regenera hasta formar su
dibujo original en aproximadamente quince días.
Grafoscopía.
Es la disciplina que
se ocupa del examen de los grafismos con el fin de establecer la autenticidad
del origen gráfico de firmas o manuscritos, determina la técnica de la
falsificación e identifica al autor de la misma. Determinar el origen gráfico
tras un análisis minucioso y técnico, no siempre la mano que trazó se utiliza
como medio de expresión gráfica puede ser cualquier miembro del cuerpo y así
con suficientes elementos de confrontación llegar a una verdad histórica. La
función del perito en grafoscopía se enfoca en: Obtener pruebas de escritura de
las personas cuya firma o manuscripción se atribuye. Obtener de ser posible,
documentos con contenido contemporáneo al impugnado. Examinar la temporalidad
de los documentos. Verificar que se trate de documentos originales. Dictaminar
sobre la autenticidad o falsificación de las firmas o manuscritos sometidos o
peritación. La escritura es método de identificación humano, es una función de
la mente consciente y subconsciente, de los movimientos musculares y nerviosos
del cuerpo. (Letras, números, símbolos y firmas). Su valor como método de
identificación humana radica en el hecho de que en su ejecución involuntaria o
automática se plasman una cantidad de características individuales que permiten
la identificación de un determinado escritor. En el proceso de aprendizaje del
acto escritural las personas aprenden formas o convencionalismos de cómo hacer las letras ya
sean en letra tipo cursiva o en letra tipo imprenta, sin embargo, estas formas
no son mantenidas por mucho tiempo sino que las mismas son variadas por influencias
como por ejemplo la observación de escrituras de otras personas cercanas y por
el hábito motor de cada uno de nosotros. De esta manera se gesta en el interior
una personalidad gráfica que queda archivada en la memoria prácticamente
irreproducible en forma espontánea y exacta por un escritor distinto al
original. Las formas o convencionalismos son denominados en criminalística como
características de clase.
La escritura está
sujeta a circunstancias externas o internas al ser humano que según su
intensidad van a provocar variaciones que afectarán en mayor o menor grado la
producción espontánea de automatismos. Por ejemplo, estados emocionales,
enfermedades físicas, edad, o circunstancias extremas del clima, entre otras. A
su vez el factor caligráfico es el nombre técnico que recibe una determinada
característica individual hallada en la escritura. Dentro de estos factores se
incluyen:
a. Forma particular
de hacer caracteres de escritura: adornos o trazos agregados en letras,
símbolos o números.
b. Trazos iniciales
y finales en los caracteres de escritura: de estos se observará su orientación,
forma y tipo de presión ejercida en su construcción.
c. Acentuaciones,
signos de puntuación, admiración e interrogación: los aspectos a detallar son
su posición forma y tamaño.
d. Márgenes:
relación de distancia establecida con respecto de la parte superior, inferior,
izquierda y derecha del documento donde se escribe.
e. Distancias en la
escritura: específicamente la relación existente entre letras, sílabas,
palabras, símbolos, números y párrafos.
f. Posición de la
escritura en la línea base: ascendente, descendente, elevada, irregular o ajustada
a la línea imaginaria o real que le sirve de base.
g. Calidad de línea:
juegos de presión y velocidad manifestados en la escritura enferma rítmica.
h. Inclinación de la
escritura: en relación con un eje perpendicular al plano, hacia la izquierda, a
la derecha, irregular, o perpendicular.
i. Ortografía, con
omisiones espontáneas de reglas ortográficas.
j. Enlodamientos en
tamaño, orientación y volumen de los enlodamientos en letras tales como la g,
f, z, q, 1.
Fotografía forense.
La Fotografía Forense
es un arte y una técnica auxiliar de la investigación criminalística que
permite fijar y reproducir imágenes de personas, lugares y objetos que estén
relacionados con hechos sujetos a investigación pericial. Permite ilustrar los
dictámenes periciales de otras especialidades forenses, con el fin de
representar fotográficamente los escenarios y todos los demás elementos que sirven
a expertos investigadores, autoridades y abogados para contar con un registro
gráfico de un determinado lugar, momento y circunstancias específicas de un
hecho. El objetivo general de la fotografía forense es el de reproducir la totalidad
de los elementos cromáticos en el examen del lugar de los hechos, la
identificación de los objetos, la fijación del sitio donde se localizó la evidencia,
así como las características del mismo, reuniendo exactitud y nitidez. Es una
valiosa técnica de extensa aplicación Criminalística. Debe cumplir con dos
condiciones principales: exactitud y nitidez. Con el fin de obtener estos
requisitos es necesario utilizar un material adecuado, tanto en lo que se
refiere a la totalidad del aparato fotográfico en sí, como al material fílmico,
ya sea en negativos y positivos. Como se ha mencionado anteriormente, la
fotografía tiene en la actualidad un amplio campo de aplicaciones en todas las
ramas de la criminalística. Su versatilidad ha permitido registrar y conocer
datos que pasarían desapercibidos durante la observación, a simple vista, de personas,
lugares u objetos. De igual forma, sirve para complementar las descripciones
escritas, como el caso de los planos realizados. La fotografía en color
reproduce la totalidad de los elementos cromáticos que las placas fotográficas
en blanco y negro no detectan. Permite obtener ventajas para examinar el lugar
de los hechos, la identificación de objetos, la fijación del sitio donde se
localizó la evidencia, así como las características del mismo. La impresión en
color permite destacar los orificios producidos por armas de fuego, proyectiles
y casquillos Hace posible la distinción entre la sangre y otros fluidos, entre
otras múltiples utilidades.
Explosivos e incendios.
La rama de la
Criminalística que se ocupa de la investigación científica y de los efectos del
fuego o de una onda explosiva sobre bienes muebles o inmuebles, es la de
Explosivos e incendios. El Incendio, se refiere a un fuego no controlado de
grandes proporciones que puede surgir súbita, gradual o instantáneamente y puede
llegar a ocasionar lesiones o perdida de vidas humanas, animales, materiales o
deterioro ambiental. Es una reacción química de combustión que necesita tres
componentes (Triángulo del Fuego) para su inicio, desarrollándose, luego, una
propagación en cadena:
a. Combustible
(madera, gasolina, propano, magnesio, etc.).
b. Comburente
(normalmente el oxígeno del aire).
c. Fuente de
ignición (cigarrillos, instalación eléctrica, chispas, soplete, electricidad
estática, reacciones exotérmicas, etc.).
d. La Explosión es
la conversión instantánea de la energía potencial química o mecánica en energía
cinética, con producción y liberación de gases, flama o en la liberación de un
gas que estaba a presión, así como mover, cambiar o lanzar los materiales,
objetos, personas, que hay alrededor. La explosión puede ser difusa,
concentrada y mecánica.
e. Una explosión
química también es una reacción de combustión, pero que ocurre a una velocidad
muy rápida, con lo que se genera undesprendimiento muy grande de energía en muy
poco tiempo. Normalmente, se da por generación de gases o vapores inflamables
en recintos cerrados (túneles de secado, cabinas de pintura, entre otros).Los
incendios y explosiones, aunque representan un porcentaje bajodel conjunto de
accidentes con lesiones generan pérdidas económicascuantiosas.
Los materiales
utilizados en la construcción, según su reacción ante el fuego se clasifican en
cinco clases: M0 (no combustibles), M1, M2, M3 y M4 (inflamabilidad alta). El
comportamiento ante el fuego exigido a los elementos estructurales se define
por su Resistencia al Fuego (RF) expresada en minutos, que representa el tiempo
mínimo que un elemento estructural expuesto a la llama podría soportar el calor
sin perder sus características portantes. Los estudios criminalísticos en
materia de explosivos e incendios, se realiza a través de investigaciones de
campo de los siniestros para conocer las causas que lo originaron, se dictamina
en ocasiones en relación a origen, trayectoria, evolución, efectos. Se señalan
las medidas de seguridad que se observarán para el manejo de materiales peligrosos
y se dictaminan los artefactos que puedan ser utilizados con fines criminales.
Tránsito Forense.
El estudio de
Tránsito forense o de los hechos de tránsito, es la parte de la Criminalística
que se ocupa de la investigación técnico – científica de los hechos de tránsito
utilizando fundamentalmente los conocimientos físico-matemáticos. El tipo de
información que se obtiene a través del estudio criminalístico en materia de
tránsito forense es de dos tipos: Información subjetiva, que es la que
proporciona elementos en forma indirecta, a través de documentos generalmente
concentrados en el expediente de que se trate e, Información objetiva, que son
todos aquellos datos que el perito obtiene directamente tanto del análisis del
lugar de los hechos como de la revisión de los vehículos involucrados. En todo
caso, se ha de informar a la institución correspondiente de la imposibilidad de
dictaminar sobre determinado hecho, ante la falta de elementos, exponiendo los
razonamientos respectivos. El aumento del flujo vehicular en los últimos años
obliga a la investigación criminalística en tránsito terrestre a intervenir en
diversos asuntos relacionados con hechos presuntamente delictuosos, tales como
colisión de vehículos contra un objeto fijo, colisión de dos o más vehículos,
colisión de un vehículo contra un peatón, volcaduras, caída de una persona
desde un vehículo en movimiento, colisión de un vehículo contra un semoviente,
contra objeto fijo, de la producción de daños causados por vehículos, incendio
de un vehículo a causa de colisión o volcadura, daños o lesiones causadas por
un vehículo e incluso de homicidios causados por atropellamiento o choque. El
estudio criminalístico en materia de tránsito terrestre, se hace por perito que
dictaminará la dirección que llevaban los vehículos, la forma del choque, el
lugar, la velocidad a que eran conducidos y la causa probable de siniestro.
También a él, le compete establecer cual de los conductores fue el que hizo
caso omiso de las señalizaciones, analizar las volcaduras, los hechos en los
que esté involucrado un vehículo contra peatón y la colisión de dos o más
vehículos.
Química Forense.
Es la ciencia que en
apoyo de la Criminalística de campo, estudia los indicios susceptibles de
análisis con técnicas químicas, entre estos estudios se encuentran los
toxicológicos para el aislamiento, identificación y determinación cuantitativa
de las llamadas drogas de abuso, así como otro tipo de sustancias que afectan
de alguna manera al individuo que haya estado relacionado con un hecho
delictivo, las pruebas para la identificación de residuos por disparo de arma
de fuego, etcétera. Entre las muestras utilizadas para este fin, pueden
encontrarse vísceras procedentes de una necropsia, fluidos biológicos de
individuos vivos (sangre, orina), productos sospechosos hallados en el lugar de
los hechos (líquidos, sólidos, vegetales). Es a su vez una rama de la química
fundamentalmente analítica, cuyo campo de acción se proyecta a la investigación
de probables hechos delictuosos, teniendo como base el Método Científico
Experimental. Busca analizar todos aquellos indicios para su identificación, cuantificación
y clasificación desde el punto de vista químico, en auxilio de los órganos
encargados de procurar y administrar justicia. La química forense tiene
diversas clases de intervenciones en la investigación criminalística,
principalmente en la investigación de hechos relacionados con delitos contra la
salud, en el rastreo de drogas, en la práctica de estudios toxicológicos,
realizando pruebas en hechos relacionados con disparos de armas de fuego,
cuando existen indicios hemáticos, en análisis comparativos, en alteraciones de
productos, en delitos ambientales, determinación de alcohol y diversas sustancias
tóxicas en organismos vivos o muertos, entre otras actividades de interés
criminalístico.
Técnicas forenses de laboratorio.
Existen diversas
técnicas específicas empleadas en el laboratorio criminalístico, las cuales
dependiendo de la disciplina de que se trate se ajustarán a los principios y
protocolos metodológicos particulares. En hematología forense, para la
identificación de manchas supuestamente de sangre, se aplica la prueba de
fenolftaleína o la prueba de hematina (cristales de Teichman). Para conocer si
la sangre es humana o de animal, se aplica la prueba de precipitinas. También
se determinan los grupos sanguíneos y subgrupos, incluyendo el factor rH, y se
realizan exámenes químico – toxicológicos en lasangre, ya sea de individuos
vivos o muertos. En toxicología, para identificar ácido cianhídrico y cianuros,
se realiza la reacción de azul de Prusia. Para identificar arsénico se aplica
la reacción de Gutzeit. Para estricnina se utiliza la reacción de Marchand Otto.
Para barbitúricos, se utiliza la reacción de Zwikker. Para identificar alcaloides,
se aplican las reacciones de Marquis y Wagner. Para identificar marihuana, se
aplican las reacciones de Duquenois Levine y la se Azul rápido, complementadas
con el examen microscópico de las hojas para identificar los pelos fitolíticos.
Por otra parte, para identificar otras drogas, se utilizan las cromatografías
en papel y de gases. La reacción de tetrazolio, es útil para detectar Cannabis
en saliva. Y la técnica de Elemit, ayuda a detectar tetracannabinol en la
orina. En la identificación y estudio comparativo de pelos, se establece si son
humanos o de animal, el sexo en los humanos y la raza en los animales, también
en los humanos se determina la región corporal de procedencia, que pueden ser
de la cabeza, barba, bigote, pestañas, cejas o vellos de las extremidades y
tórax, axilas o pubis, o en su caso si son sintéticos. Así mismo, con exámenes
microscópicos, se sabrá si el pelo fue quemado, cortado, fracturado, arrancado
o si se cayó por sí mismo. Para efecto de estudios comparativos de pelos
provenientes de la cabeza o del pubis, se debe tomar de la cabeza varias
muestras de las regiones temporal, parietal, frontal y occipital, y del pubis
por lo menos doce pelos largos y completos. Respecto del estudio de las
sustancias relacionadas con actividades de fármaco dependencia, se realiza la
identificación forense de LSD, benzodiazepinas, opio y sus derivados, cocaína y
sus derivados, alucinógenos del grupo de la ergotamina, DMT y metanfetaminas y
sus derivados. En el estudio e identificación criminalística de otras
evidencias, se analizan y comparan fibras, pinturas automotivas, tintas
invisibles, tintas fluidas, de bolígrafo y de máquina de escribir o impresoras
y, en general las técnicas específicas que sean requeridas para el estudio minucioso
de las evidencias.
Resultados derivados de la aplicación metodológica de la Criminalística
en: El lugar de los hechos.
En la búsqueda de
resultados positivos desde el inicio de las investigaciones, es adecuado
iniciar con una inspección general y meticulosa del lugar y los elementos que
en él se encuentren, así como tener en cuenta que para que la inspección sea de
la mayor utilidad, resulta imprescindible que todos los objetos, importantes o
no que se encuentren en el lugar de los hechos, permanezcan intactos, sin modificación
alguna que cambie la posición de los mismos, para ello resulta indispensable la
utilización de métodos de fijación del lugar tales como la fotografía forense. Es
recomendable que en la evaluación inicial del lugar de los hechos el estudio
criminalístico sea llevado con rigurosa metodología y sujeción a las reglas y
principios básicos tanto de la ciencia como también siguiendo la intuición de
quién realiza la inspección, siendo de utilidad plantearse preguntas o
hipótesis iniciales que puedan corroborarse o desecharse tras la investigación
profunda de los hechos e indicios encontrados. Cabe decir que las preguntas
iniciales resultan de particular interés y, se buscará darles contestación
inicial con sentido común, pero empleando la experiencia y a través de la
aplicación de métodos científicos se podrá solamente corroborar si en efecto
los indicios son testigos mudos que no mienten. En las investigaciones
criminalísticas, se podrá dar solución satisfactoria a cualquier problema
planteado, si se aplican correctamente tanto la metodología como las técnicas,
ya en el lugar de los hechos, ya en el laboratorio de criminalística, sin
menoscabar la base fundamental derivada del sentido común y de la experiencia,
que se desarrollarán y aplicarán adecuadamente con el apoyo metodológico propio
de la criminalística. Existen diversos protocolos criminalísticos a seguir en
la investigación de los hechos, los cuales dependen del tipo de hecho que se investigue,
así como la experiencia técnica con que cuente el criminalista, no obstante, se
pueden establecer ciertos principios básicos y fundamentales que sirven para
todos los casos de investigación criminalística, en la búsqueda de un buen
desarrollo de la investigación. A continuación se enumeran estos principios,
haciendo la aclaración que solamente habrán de ser tomados como una aproximación
de abordaje criminalístico de investigación en el lugar de los hechos.
1.- Llegar con
rapidez al lugar de los hechos y tener siempre en cuenta que entre más tiempo
transcurra el indicio tenderá a desaparecer o desvanecerse, así como también
que el autor de los hechos o delincuente puede escapar de la acción de la
justicia.
2.- Proteger el
lugar de los hechos sin escatimar ningún esfuerzo, buscando en todo caso no
tocar ni mover nada hasta que el personal abocado a la investigación haya
fijado el lugar de los hechos.
3.- En el caso de
investigación de lesiones cuando la víctima esté aún con vida, se procederá de
inmediato a prestarle la atención médica necesaria, procediendo a dibujar una
silueta en el lugar de la posición inicial de hallazgo del cuerpo.
4.- Es importante el
respeto de la multidisciplinariedad, ya que el personal abocado a la
investigación de los hechos en cada una de sus ramas del conocimiento, deberá
cumplir de manera eficaz con las funciones derivadas de su especialidad, pero
trabajando conjuntamente con los demás miembros del equipo de investigación,
toda vez que las funciones de unos tienden a complementar las de los otros.
5.- Los primeros
funcionarios que deben entrar en el lugar de los hechos, son el Agente del
Ministerio Público, el perito fotógrafo y el criminalista, quién solicitará al
fotógrafo acerca de las fotografías o tomas específicas que deberán tomarse
antes de que entre el médico legista a realizar sus funciones.
6.- La tarea de
otros peritos que intervengan, debe hacerse con orden y colaboración mutua,
orientando científicamente todos ellos al personal del Ministerio Público y a
la policía judicial, quienes en todo momento estarán presentes para efecto de
dar fe de la inspección del lugar de los hechos.
7.- Ha de procurarse
evitar la presencia de curiosos y personas ajenas a la investigación que puedan
resultar inútiles y entorpecer la labor criminalística, con el propósito de
obtener mejores y más rápidos resultados en la investigación.
8.- El personal que
se aboque a la investigación, debe cumplir a cabalidad y con estricto rigor
científico con la inspección ministerial del lugar de los hechos, para poder
continuar con la investigación y persecución del hecho presuntamente
delictuoso.
El laboratorio.
La criminalística de
campo es la que se realiza en los laboratorios de criminalística donde se
encuentran los instrumentos usados para el examen de los indicios, ya sea, en
ocasiones, con fines de identificación o cuantificación. Se trata de la parte
fina de la investigación. En la que se ha podido pasar la investigación, de la época
de las aproximaciones a la etapa de las precisiones. Por su parte el Agente del
Ministerio Público debe proporcionar las facilidades necesarias y el tiempo
para que el perito pueda realizar su trabajo. Cabe señalar, que este último
debe ajustarse estrictamente, ni más ni menos, al lapso que el caso requiera.
Por ello, no sobra insistir en la importancia de una comunicación permanente
entre los integrantes del equipo encargado de la investigación. Resulta a su
vez conveniente señalar que los dictámenes resultantes de la práctica de las
necropsias se encuentran bajo la responsabilidad
del Servicio Médico Forense de las Procuradurías de Justicia. En cuanto a los
estudios histopatológicos y toxicológicos que el caso requiera recaen bajo la
misma autoridad. Indiscutiblemente es un hecho que la prueba pericial en tanto,
juicio técnico emitido por el perito, cobra mayor importancia en la medida que avanza
la ciencia y la tecnología al servicio de la justicia. Pero, es indispensable
recordar que siempre quedará sujeta a la
calificación de los juzgadores, de ahí, que su calidad deba ser inobjetable.
Principales recomendaciones para la investigación Criminalística.
Para la
investigación criminalística es necesario que en todo momento se procure la
sujeción de los métodos, técnicas y procedimientos empleados a protocolos
específicos y sistemáticamente estructurados con el propósito de ajustarse en
la medida de lo posible, a criterios científicos de validación de las
investigaciones y en ese sentido fiabilidad en los resultados o dictámenes
emitidos. Usualmente se menciona en la mayoría de los textos especializados, que
existen siete preguntas básicas o “de oro” de habrán de plantearse en el
desarrollo de la investigación criminalística, a saber: ¿Qué?, ¿quién?,
¿cuándo?, ¿cómo?, ¿con qué? y ¿por qué? Así pues, para la búsqueda de
resultados positivos desde el inicio de las investigaciones criminalísticas, es
conveniente iniciar con una inspección general y meticulosa del lugar y los
elementos que en él se encuentren, así como tener en cuenta que para que la
inspección sea de la mayor utilidad, resulta imprescindible que todos los
objetos, importantes o no que se encuentren en el lugar de los hechos, permanezcan
intactos, sin modificación alguna que cambie la posición de los mismos, para
ello resulta indispensable la utilización de métodos de fijación del lugar
tales como la fotografía forense. Es recomendable que en la evaluación inicial
del lugar de los hechos el estudio criminalístico sea llevado con rigurosa
metodología y sujeción a las reglas y principios básicos tanto de la ciencia
como también siguiendo la intuición de quién realiza la inspección, siendo de
utilidad plantearse preguntas o hipótesis iniciales que puedan corroborarse o desecharse
tras la investigación profunda de los hechos e indicios encontrados. Cabe decir
que las preguntas iniciales resultan de particular interés y, se buscará darles
contestación inicial con sentido común, pero empleando la experiencia y a
través de la aplicación de métodos científicos se podrá solamente corroborar si
en efecto los indicios son testigos mudos que no mienten. En las
investigaciones criminalísticas, se podrá dar solución satisfactoria a
cualquier problema planteado, si se aplican correctamente tanto la metodología
como las técnicas, ya en el lugar de los hechos, ya en el laboratorio de
criminalística, sin menoscabar la base fundamental derivada del sentido común y
de la experiencia, que se desarrollarán y aplicarán adecuadamente con el apoyo
metodológico propio de la criminalística. Existen diversos protocolos
criminalísticos a seguir en la investigación de los hechos, los cuales dependen
del tipo de hecho que se investigue, así como la experiencia técnica con que
cuente el criminalista, no obstante, se pueden establecer ciertos principios básicos
y fundamentales que sirven para todos los casos de investigación
criminalística, en la búsqueda de un buen desarrollo de la investigación. A
continuación se enumeran estos principios, haciendo la aclaración que solamente
habrán de ser tomados como una aproximación de abordaje criminalístico de
investigación en el lugar de los hechos:
1.- Llegar con
rapidez al lugar de los hechos y tener siempre en cuenta que entre más tiempo
transcurra el indicio tenderá a desaparecer o desvanecerse, así como también
que el autor de los hechos o delincuente puede escapar de la acción de la
justicia.
2.- Proteger el
lugar de los hechos sin escatimar ningún esfuerzo, buscando en todo caso no
tocar ni mover nada hasta que el personal abocado a la investigación haya
fijado el lugar de los hechos.
3.- En el caso de
investigación de lesiones cuando la víctima esté aún con vida, se procederá de
inmediato a prestarle la atención médica necesaria, procediendo a dibujar una
silueta en el lugar de la posición inicial de hallazgo del cuerpo.
4.- Es importante el
respeto de la multidisciplinariedad, ya que el personal abocado a la
investigación de los hechos en cada una de sus ramas del conocimiento, deberá
cumplir de manera eficaz con las funciones derivadas de su especialidad, pero
trabajando conjuntamente con los demás miembros del equipo de investigación,
toda vez que las funciones de unos tienden a complementar las de los otros.
5.- Los primeros
funcionarios que deben entrar en el lugar de los hechos, son el Agente del
Ministerio Público, el perito fotógrafo y el criminalista, quién solicitará al
fotógrafo acerca de las fotografías o tomas específicas que deberán tomarse
antes de que entre el médico legista a realizar sus funciones.
6.- La tarea de
otros peritos que intervengan, debe hacerse con orden y colaboración mutua,
orientando científicamente todos ellos al personal del Ministerio Público y a
la policía judicial, quienes en todo momento estarán presentes para efecto de
dar fe de la inspección del lugar de los hechos.
7.- Ha de procurarse
evitar la presencia de curiosos y personas ajenas a la investigación que puedan
resultar inútiles y entorpecer la labor criminalística, con el propósito de
obtener mejores y más rápidos resultados en la investigación.
8.- El personal que
se aboque a la investigación, debe cumplir a cabalidad y con estricto rigor
científico con la inspección ministerial del lugar de los hechos, para poder
continuar con la investigación y persecución del hecho presuntamente
delictuoso.
Cabe recordar que
existen determinadas reglas que han de seguirse para proteger y preservar el
lugar de los hechos, cuyas bases fundamentales han sido reconocidas por
eminentes criminalistas, aunque desde luego debe adaptarse y actualizarse de
conformidad con las necesidades específicas de los hechos a investigar así como
la experiencia y prácticas contemporáneas.
A. Si el hecho
ocurre en un lugar abierto tal como una carretera, casa de campo, rancho,
sembradío, granja u otro similar, debe establecerse un perímetro o radio de
protección de al menos 50 metros a la redonda, tomando como centro el lugar de
los hechos.
B. Cuando el hecho
sucede en un lugar cerrado tal como una vivienda, departamento, cuarto,
almacén, oficina, bodega o casa habitación entre otros, todas las entradas y
salidas al lugar deben de ser vigiladas con el fin de evitar la posible huída
del autor en el caso de que éste se encontrare todavía en el sitio, además de
impedir que pueda alterarse el sitio o el ingreso de personas extrañas al
mismo.
C. Los policías o
primeros funcionarios que lleguen al lugar y que tomen conocimiento de los
hechos, en todo caso han de abstenerse de tocar o mover cualquier cosa,
buscando preservar por todos los medios a su alcance la conservación del lugar
y de los indicios tal y como se encuentren primitivamente.
D. En el caso de que
el policía o funcionario que llegue primero al lugar de los hechos, tuviere la
extrema necesidad de tocar o mover cualquier cosa, ha de comunicarlo inmediata
y detalladamente que llegue el agente del Ministerio Público y el criminalista,
señalando con toda precisión y de manera correcta la posición original que
conservaban los objetos, para no desvirtuar las interpretaciones
criminalísticas que se hagan.
E. En todo caso
estará absolutamente prohibido tocar o alterar la posición de los cadáveres,
así como la manipulación de las armas u objetos que estén relacionados o
pudieran estarlo, con los hechos, ya sea que los mismos estén en posición,
distantes o que rodeen a la víctima.
F. Se pondrá
especial cuidado en que el personal que se aboque a la investigación, elija los
lugares que va a tocar o pisar, con el fin de que no se borren o alteren las
huellas o indicios que pudieran encontrarse en el sitio y que sean de utilidad
criminalística.
G. Todo indicio,
huella o marca, que estuviera en riesgo de modificarse, alterarse o destruirse,
deberá ser protegido de manera adecuada y a la brevedad posible ha de ser
levantado con la utilización de las técnicas adecuadas para dicho fin, una vez
que se fije el lugar de los hechos.
H. Al concluir la
inspección ministerial del lugar, a consideración del agente del Ministerio
Público se sellarán las puertas y ventanas a efecto de preservar el lugar de
los hechos en caso de que posteriormente pudieran surgir más diligencias
aclaratorias.
Criminalística en la actualidad.
Los grandes avances
que ha habido en la actualidad en las diversas ramas científicas del
conocimiento han producido que las investigaciones criminalísticas
contemporáneas también se hayan visto favorecidas en la implementación de
técnicas, estudios y análisis cada vez más especializados. A su vez la
creciente criminalidad, tanto en nuestro país como en el resto del mundo,
particularmente caracterizada por los cada vez mayores en daño y sofisticación
atentados contra el orden social, tales como el terrorismo o los casos de
delincuencia organizada asociada con las actividades provenientes de delitos
contra la salud, ha hecho que las investigaciones criminalísticas se vayan
adaptando de manera más detallada a la búsqueda de esquemas y protocolos cada
vez más sofisticados y tendientes a combatir al flagelo de la delincuencia. En
este sentido, ya no es extraño que se realicen cada vez con mayor frecuencia
estudios de identificación a partir del análisis genético y de DNA del material
encontrado en el lugar de los hechos, que las técnicas para la búsqueda y
localización de sustancias ilícitas se lleve a cabo en el mismo lugar de los
hechos, a través de instrumentos especializados de reacción química o
cromatográfica inmediata que permitan descubrir éstas sustancias de manera más
expedita, de igual manera que la utilización de instrumentos portátiles
antidoping o de detección de sustancias ilícitas (incluidos los alcoholímetros)
lo que permite mediante la investigación criminalística, atacar situaciones relacionadas
con hechos presuntamente delictuosos o inclusive reducir la aparición de los
mismos con medidas preventivas. Por su parte la ciencia médica ha enriquecido
con sus adelantos, no sólo la investigación forense de hechos violentos, sino
que permite cada vez con más profundidad, dilucidar asuntos relacionados con la
salud de las personas y que se pueden resolver con modernos procedimientos de
medicina forense con aplicación de técnicas criminalísticas de avanzada. La
criminalística al igual que la ciencia en general, va avanzando y seguirá
haciéndolo en la medida que sea posible y necesario para abordar y combatir los
problemas que se presenten y, es por ello que el adecuado conocimiento de sus
generalidades, permite un mejor manejo no sólo de la información, sino de los
recursos disponibles para el asertivo combate a las conductas criminales.
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